Recordemos chicos: “la Patria es el otro”

“Las paredes son la imprenta de los pueblos”, dijo Rodolfo Walsh. Avalamos la importancia de que miles de jóvenes se sumen cada día a la política y profundicen lo de “un país para todos”. Pero cuidado… A la mística hay que agregarle realizaciones que no perturben al prójimo. En la previa a las elecciones, estos carteles afearon (aún más….) la de por sí deteriorada imagen de la Peatonal. ¿Esa transformación social se busca?

Nos encanta ver chicos compenetrados, comprometidos con la política. Nos fascina ver a los pibes en marcha, organizados. Es que son sin dudas la cantera de cuadros políticos, eslabones y partícipes de la profundización, y de acá a treinta o cuarenta años van a ser los protagonistas de nuestra política, los nuevos dirigentes.

Hasta allí, en nuestro ideario, todo bien. Pero ver una cabina de teléfono ensuciada (no solo por estos panfletos) nos genera un sentimiento contradictorio.

No fue inteligente esa pegatina. Se erige en una actitud contraproducente. Causa rechazo. Y de ese tipo de acciones se debe tener cuidado habida cuenta que si “La Patria es el otro”, los chicos autores de dicho acto se olvidaron del DERECHO del otro.

 

Está buenísimo que los estudiantes Secundarios se agrupen, se sigan movilizando por aquellos cambios que quedaron suspendidos en el tiempo a razón del genocidio sufrido. Hasta ahí coincidimos.

Pero que sus convocatorias impliquen ensuciar, sin siquiera tener la autocrítica de pasar luego y retirar afiches y/o limpiar lo que se manchó, termina siendo una afrenta contra el vecino.

SE PUEDE transformar la Patria, sin perjudicar, sin dañar al otro. No lo olviden…