Frentes peligrosos: absurdo ignorar o no admitir el riesgo
|ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Peatonal San Martín a escasos metros de España o más específicamente, a pasitos de McDonald’s. Un frente añejo, histórico, que merece una restauración urgente, para valorizar el patrimonio arquitectónico de la Vieja Paraná, y sobre todo para evitar que sigan cayendo pedazos de mampostería.
Nos imaginamos que en la Municipalidad de Paraná debe existir una Dirección u Organismo responsable en preservación patrimonial. La misma debería tener la obligación de entender en el Planeamiento y en el estudio integral de la Problemática Urbanística de la Ciudad, como así también en la interpretación, aplicación, modificación y actualización de las normativas referentes al Código de Planeamiento Urbano.
El patrimonio arquitectónico, formado por la noción más compleja de conjunto histórico, es un capital espiritual, cultural, económico y social con valores irremplazables.
Es continuo observar cómo el producto de los trabajos de restauración en el patrimonio inmueble pasa por intervenciones inadecuadas que ignoran la dualidad obra de arte-documento y la conciliación de la instancia histórica y la estética.
La conservación, salvaguardia y apreciación del patrimonio es una obligación de la sociedad de nuestro tiempo. Y cuando se aborda lo inherente a patrimonio se debe poner especial dedicación en el conjunto de estructuras que forman el contexto donde se ha ido configurando la sociedad a lo largo de su historia.
Al pasar por calle San Martín, casi España, se percibe que los Organismos e Instituciones responsables del cuidado y protección permanente de los espacios públicos de Paraná no resuelven con prontitud los problemas de mantenimiento preventivo y correctivo, que deberían impedir el deterioro que se hace visible.
Esto puede que se relacione quizás con la falta de una buena gestión y planificación, capaces de efectuar las acciones técnicas propias de una eficiente atención a las necesidades de conservación o restauración que ameritan lugares patrimoniales expuestos a la intemperie y a la gran afluencia de usuarios.
Es necesario entender que la verdadera protección del patrimonio histórico artístico, para lograr su cometido, debe partir del estudio historiográfico y gestionar de manera acertada una planificación de preservación, continua y permanente en el tiempo, que garantice su prolongación. Como no olvidar que la protección del patrimonio arquitectónico es un reflejo del respeto que la sociedad le debe a la historia, una muestra de su madurez y de su desarrollo humano.
Ojalá que estas fotos permitan a la Comuna de Paraná reaccionar rápido y proponer soluciones inmediatas y drásticas a los propietarios de éste frente. Días atrás, la caída de un trozo de mampostería casi produce gravísimo trastorno a un matrimonio joven que trasladaba a su bebé en un cochecito. El pedazo de pared pasó a escasísimos centímetros del crío. Dios y la Vírgen lo protegieron. No sabemos si para el próximo desprendimiento estarán de guardia los ángeles. Solo creemos que el municipio debe intervenir YA.