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APB – “Fuga de Valores”: formar y contener a los chicos es clave

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- El debate que, como nunca, se desarrolló en el seno de la APB respecto al supuesto “Juego de Seducción” realizado por un dirigente asociativo en nombre del Atlético Echagüe Club para reclutar jugadores de Formativas, trajo como conclusión la idea de encarecer la tarifa por pases y/o poner cupos a las incorporaciones en dichas categorías. Nuestra posición.

 

Negar a un chico la posibilidad de perfeccionar su formación es un disparate. Pero más absurdo es impedir o poner trabas a que un gurí se cambie de entidad por sentirse incómodo en donde estaba desarrollando su crecimiento deportivo y personal.

 

¿Qué prefiere la APB?… ¿Deserciones?… ¿Frustraciones?… ¿Por qué cercenar a un pibe la posibilidad de continuar ligado al básquet en otro marco de aprendizaje, en otro ámbito de evolución deportiva y sobre todo personal?… ¿Por qué obstruir su anhelo de pasar a otra institución para sentirse más contenido, más valorado?

 

¿No llegó la hora que los dirigentes se asesoren adecuadamente con especialistas en cada materia a la hora de adoptar resoluciones?

 

¿Por qué no hablar con psicólogos, con nutricionistas, con alergistas, y consultarles cuáles podrían ser las consecuencias de obstaculizar el anhelo de un niño/preadolescente/adolescente en cambiar de club procurando progresar deportivamente pero esencialmente sentirse mejor acompañado y/o rodeado?

 

¿No debe dar el EJEMPLO de COHERENCIA la APB? ¿Por qué no dar FUNDAMENTO/ARGUMENTO CABAL CIENTÍFICO/LEGAL de sus decisiones y solo apelar a explicaciones toscas?

 

¿Nadie se preguntará en un RICO debate por qué en tales o cuales clubes los chicos llega una edad en que se quieren ir?

 

¿Por qué no se PAGA un CENSO, un estudio PROFESIONAL que indique a cuántos chicos se los consideraba “cracks” en las décadas del ‘80/’90 y cuáles de ellos llegaron siquiera a una Liguilla?

 

¿Por qué no se INVESTIGA cuántos de esos “cracks” de los que se UFANABAN aparatosamente algunos entrenadores haberlos creado, y con los cuales ganaban por goleada en Inferiores, dejaron el básquet a los 17/18 años?

 

¿Por qué no se hace un recuento de aquellos equipos con “cracks” que salían Súper Campeones de Inferiores con un par de “Estrellitas”, cuántos títulos luego ganaron en Primera?

 

¿Por qué no se hace un cálculo SIQUIERA de cuántos jugadores que acompañaron a esos “Cracks” llegaron a JUGAR en Primera?

 

¿Por qué no se concreta un balance inherente a cuántos jugadores seleccionados APB/FEBER terminaron jugando al menos en Liga B y/o llegaron a la selección nacional?

 

¿Por qué no se cristaliza un sondeo a ver cuántos de aquellos “Cracks” de las décadas ‘80/’90/’00 se proyectaron a Europa?

 

¿Por qué no se apela a la estadística y se analiza cuántos de esos entrenadores que formaron “Cracks” llegaron a dirigir en TNA o Liga Nacional?

 

Ya basta de VERSO. Para colmo VERSO BARATO… Acá solo parecen defenderse los clubes de no perder jugadores en pos de seguir peleando por la Copa de Leche, y algún que otro padre ver como sus hijos logran lo que ellos nunca lograron, o hasta, TRISTEMENTE, algún que otro papá o mamá SALVARSE con el “Pichón” de Manu etc, etc…

 

¿No llegó la hora de analizar lo COYUNTURAL? ¿Por qué decisiones tan ligeras, tan lights?

 

¿Hace cuánto que venimos pidiendo un Congreso? ¿Por qué no lo organizamos BIEN? Con médicos especialistas en distintas materias, con abogados, con contadores. ¿Por qué no aprendemos a ser MEJORES DIRIGENTES?

 

 

Sobran voluntad, entusiasmo, ganas, sacrificio, impulsos, actitudes, GARRA. La conducta es ADMIRABLE. Irreprochable es el ESFUERZO antepuesto de modo ALTRUISTA. Pero seguimos con viejos errores, viejas carencias, viejas indecisiones, viejas indefiniciones.

 

Leo actas, leo expresiones, y es como si volviera a vivir reuniones de la APB en una época que califico de GLORIOSA, cuando al frente estaban el Bebi Zuttión y Mario Stoppello, dos profesionales de enorme capacidad en lo suyo, y EXTRAORDINARIAMENTE rodeados de gente CAPAZ y EXPEDITIVA.

 

Lo extraño es que los problemas, las dificultades, con el devenir de los tiempos se han acentuado y los planteos son los mismos, pero sin dilucidaciones acertadas.

 

Parece que solo basta VOTAR y no ESTUDIAR, no TRATAR. Hay una búsqueda de EMPARCHAR contextos y no hacer CIRUGÍA MAYOR.

 

“Estamos seriamente contemplando la posibilidad de subir fuertemente el valor de los pases en U13, U15 y U17. No digo que sea la solución, pero ayudará.”, se dijo por allí.

 

“Hace dos años propuse 3 pases por club en total”, dijo otro…

 

“Podemos cobrar 10.000 pesos por pase” consideró un “iluminado” (¿¿¿???)…

 

“Hay que tratar de limitar para que el que haga el esfuerzo de preparar chicos no lo haga en vano”, señaló uno más…

 

NINGUNO habló del Derecho inalienable de los chicos en hacer lo que a ellos los haga feliz.

 

¿Por qué no avalar que los gurises tengan ganas de juntarse en un club con sus amigos?

 

¿No es viejo aquel adagio de “Los cantores se juntan por la tonada”?

 

Ya es tiempo de profundizar la AUTOCRÍTICA. Evaluar, por ejemplo:

 

-¿cuántas prácticas tienen nuestros hijos por semana?

 

-¿cuánto dura cada sesión?

 

-¿los días de lluvia pueden entrenar?

 

-¿cuánto toca la pelota en esa sesión nuestro hijo?

 

-¿qué aprendizaje logra?

 

-¿juega o forma parte de un equipo en el cual debe darle permanentemente la pelota al “Crack” (o los “Cracks”) y se siente frustrado por no picarla con más continuidad o tener en sí un mayor protagonismo?

 

-¿juega o forma parte de un equipo donde se siente valorado al menos HUMANAMENTE por compañeros, entrenador, padres de los otros chicos, dirigentes?

 

-¿cómo valora el trato de su entrenador?

 

-¿concreta su Instructor una gestión INTEGRADORA?

 

-¿cuenta el club con Monitores capacitados?

 

-¿el DT tiene funciones exclusivas en el club o cuenta con varios compromisos laborales?

 

-¿cuenta el club donde juega con los elementos necesarios para propender a su evolución?

 

-¿es lo mismo la calidad de un entrenamiento de las A que de las B y/o hasta C?

 

-¿cuándo concluye la práctica puede quedarse en otro espacio para seguir jugando?

 

-¿posee un grupo de compañeros con los cuales puede compartir recreaciones extrabasquetbolísticas?

 

-¿sus padres hallan alguna otra actividad en dicha entidad como para que la Familia se haga socia y se comparta más la “Vida de Club”?

 

-¿sus padres son bien recibidos en cuanto a ideas, proyectos y hasta se le aceptan puntos de vista/críticas?

 

-¿se invita a sus padres a ser parte de la dirigencia?

 

-¿los sanitarios de ese club son dignos en cuanto a higiene, profilaxis, seguridad?

 

-¿es equilibrada la ecuación oferta de servicios y costo de cuota societaria?

 

-¿se apela a aprovechar las capacidades profesionales de los padres en vez de exigirles pago de cuotas y hasta de aranceles por deporte?

 

-¿la compra de indumentaria (camisetas-shorts) es abordada por el club o por los padres?

 

Conclusión…

 

¿Por qué en vez de adoptar resoluciones poco criteriosas no se abocan los dirigentes a realizar éste censo en cada una de sus entidades? A partir de allí, con resultados en mano, se podrá cumplimentar la imprescindible AUTOCRÍTICA respecto a qué se ofrece en cada club a sus jugadores, y saltará AUTOMÁTICAMENTE el por qué hay chicos que buscan otros horizontes.