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Rusia intensifica ataques aéreos sobre Kiev y recibe apoyo de tropas norcoreanas en la región fronteriza de Kursk

Rusia lanzó el miércoles un sofisticado ataque con misiles y drones sobre Kiev, el primero en más de dos meses, informaron las autoridades ucranianas. Las defensas antiaéreas en Kiev y otras regiones respondieron al ataque, que incluyó seis misiles y 90 drones en ocho regiones de Ucrania. Mientras tanto, el Pentágono ha señalado que la mayoría de las tropas norcoreanas enviadas para apoyar a Moscú están combatiendo en Kursk en un intento de expulsar al ejército ucraniano de suelo ruso.

Alertas antiaéreas se activaron durante horas en diversas áreas del país. Las defensas de Ucrania lograron interceptar cuatro misiles y 37 drones, mientras que otros 47 drones fueron neutralizados mediante interferencias electrónicas, según informes de la fuerza aérea ucraniana. Aún se evalúan los daños causados.

Simultáneamente, más de 10.000 soldados norcoreanos, enviados por Pyongyang, combaten en la región de Kursk, informó el Pentágono. Este despliegue responde a la incursión del ejército ucraniano en el área hace tres meses, que resultó en la ocupación de una porción de territorio ruso y representó una humillación para el Kremlin.

El ejército ruso ha entrenado a estos soldados en operaciones de artillería, uso de drones y tácticas básicas de infantería, como despeje de trincheras, según explicó el viceportavoz del Pentágono, Vedant Patel. Sin embargo, la cooperación militar enfrenta desafíos, incluyendo la falta de interoperabilidad y barreras idiomáticas.

En un intento por fortalecer la defensa en Kursk, funcionarios de Kiev informaron que Rusia ha desplegado unos 50.000 soldados en la zona. Aunque Rusia ha concentrado fuerzas en Kursk para una contraofensiva en los últimos meses, el Instituto para el Estudio de la Guerra ha señalado que no hay información concreta sobre el inicio de la operación.

Incertidumbre política en Estados Unidos

La situación en Kursk y la contención ucraniana en Donetsk ocurren en un momento de incertidumbre política en Estados Unidos, ante la posible presidencia de Donald Trump y su postura respecto a la guerra. Trump ha manifestado que no desea continuar proporcionando enormes sumas de ayuda a Ucrania, lo cual genera dudas sobre el futuro de la ayuda militar estadounidense, crucial para la defensa ucraniana.

Mientras tanto, el presidente Joe Biden planea reforzar el apoyo militar a Ucrania en los últimos meses de su mandato. El miércoles, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, declaró que Washington “seguirá reforzando todo lo que estamos haciendo por Ucrania para asegurar su defensa contra la agresión rusa”. En un acto en la sede de la OTAN, Blinken se dirigió a la prensa y señaló la determinación de Washington para continuar respaldando a Ucrania.

Finalmente, Blinken advirtió que la participación de tropas norcoreanas en el conflicto “demanda y obtendrá una respuesta firme”, aunque no especificó qué medidas podrían tomarse en respuesta.

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