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¿Son controladas asiduamente Fluviales y Etacer?

Desde hace un tiempo venimos reflejando en la red social Facebook y mediante una muy buena herramienta como Twitter acerca de lo mal que se viaja entre Santa Fe y Paraná, tanto en las unidades de Etacer como en Fluviales. Hemos llamado a las oficinas, enviado mails, y nadie da la cara. ¿Alguien las controla periódicamente?

No es novedad que en el viaje interurbano entre La Invencible y la capital de Entre Ríos la gente vaya parada. Es una desidia que -en parte- ya soportábamos cuando estudiábamos o hacíamos deporte en Santa Fe a mediados de la década del ’80.

Sí, sí… Ya en el Siglo XXI, 30 años después, se ha profundizado el malestar al viajar entre ambas localidades, pero en la actualidad sintiéndonos vacas que van al matadero.

Y eso que, debemos admitir y destacar, hubo cambio de algunas unidades, realmente modernas, muy confortables. Acorde a las innovaciones tecnológicas.

Sin embargo, ese avance que rescatamos y hasta aplaudimos, se opaca con la modalidad ya eterna de llenar los micros en las paradas donde especialmente se recoge a vendedores ambulantes o alumnos universitarios.

Extraña que tanto en Etacer como en Fluviales no exista un estudio profundo, exhaustivo, acerca de los horarios picos de salida de estudiantes de las Casas de Altos Estudios, o hasta tener en cuenta la sumatoria de empleados que trabajan en localidades cruzadas, o sea el paranaense que labura en Santa Fe y viceversa.

Es que resulta un atropello al Derecho de quienes tomaron el ómnibus en la Terminal, arribar a la parada frente a las facultades ubicadas a la vera de la ruta y que el conductor no solo permita durante diez minutos el abordaje de veinte chicos sino que asimismo, pese al disgusto de quienes deben llegar a Paraná para iniciar labores o encontrarse con sus familias, el chofer espera aproximadamente diez minutos más por 10 diez jóvenes quienes llegaban rezagados a través del puente sobre la carretera.

Ojo…Lo mismo ocurre desde Paraná hacia Santa Fe en distintos “stops” y así uno que parte impecable de cada dársena de las Terminales termina soportando el hacinamiento de un micro con estudiantes, vendedores ambulantes diversos y algún que otro personaje desalineado en extremo.

O sea… Uno respeta tiempos, horarios, va a la Terminal (de cada ciudad), y termina padeciendo o sufriendo por los tiempos de los otros pero a su vez, concluye sobrellevando estoicamente olores insoportables de toda índole, temor a inseguridad, amén de demoras y nerviosismo por llegar con lo justo a causa de terceros.

Precisamente ésta diferencia queríamos remarcar por si hay algún defensor o defensora de lo INDEFENDIBLE…

Sí, sí… Quien refrenda ésta nota viajó durante muchos años a Santa Fe para estudiar y dirigir Minibásquet entre 1982 y 1986. Es veraz que también viajaba gente parada, no obstante, las épocas cambiaron y por aquellos años, más allá de uno tener que bancarse no tener asiento, no había que sufrir sensaciones de inseguridad, los vendedores ambulantes eran una ínfima cantidad y muy respetuosos, o menos aún se observaba u olía tanta falta de higiene en líneas generales como sucede hoy.

Aparte, la UNL de El Pozo no tenía tantas Facultades al recién abrirse como tampoco en Paraná había tanta demanda universitaria.

INCOMPARABLE y por consiguiente, suena a TORPEZA el asumir cualquier posición de DEFENSA hacia las empresas en torno a que “lo mismo sucedía hace 30 años…”.

O si quieren más diferencias, allá por los ’80 no había por la ruta (hoy autovía) tan febril tránsito vehicular y menos aún existía tanta riqueza tecnológica para tributar mayor confort al pasajero como podría ofrecerse hoy. Pese a ello, salvo el drama de la inundación que nos produjo la obligación de ir en lancha hasta la vecina orilla, les garantizo que antes viajábamos mejor.

Ahora bien… La incomodidad es una parte menor de la coyuntura. El motivo esencial de éstas líneas es que desde Etacer o Fluviales nos lean y se animen a contestar: a) ¿es REGLAMENTARIO que vayan viajeros parados, sin ninguna medida de seguridad que los ampare?

b) ¿de estar contemplados dentro de una NORMA, pueden viajar los micros colmados, con chicos hasta sentados en el piso?

c) ¿qué dice al respecto la CNRT?

d) ¿las empresas de seguros, en caso de siniestro, cubren a todos los pasajeros?

e) ¿cómo podría discriminar una empresa de seguros quien iba parado y quien no en el caso de un accidente?

f) pero hablando de prevención, ¿ante un percance, pueden salir raudamente -sin lastimarse- tantos viajantes sin provocar que otros queden atrapados, ejemplo por un foco ígneo?

g) ¿no se pueden reforzar -AÚN MÁS- algunos horarios?

h) ¿no se pueden crear horarios especiales con salidas directas, sin detenciones, y que de última sus tickets tengan un mayor costo?

i) ¿por qué no aumentar el pasaje, si realmente es muy accesible, y ofrecer mejores servicios, incluyendo de última un abono EXCEPCIONAL para estudiantes y que no se sienta tanto dicho incremento?

j) ¿por qué no establecer, dentro de esos horarios especiales, una rutina extraordinaria para los chicos de las Facultades y que los tiempos de los jóvenes (y docentes) no afecten a los mayores, en especial gente sexagenaria y/o trabajadores padres de familia preocupados por llegar a destino con cierta dosis de comodidad?

En definitiva… Los empresarios deben saber PERFECTAMENTE cuáles son los horarios “picos” y en cuáles las unidades van con muy pocas plazas ocupadas.

Por ejemplificar, anoche, tipo 21 hs. viajé con solo cinco pasajeros más y al retorno, 01.00 hs. éramos diez.

Días atrás (confieso que no recuerdo exactamente), me trasladé a la siesta (15.30 mas o menos…) hacia Santa Fe y éramos siete. A la vuelta viajé solo -de retorno a Paraná- con el chofer a las 22.00.

Por ende, con tanta experiencia, con tantos años en el mercado, se podría evaluar una modificación de grillas para reforzar las etapas del día donde los micros lucen repletos.

Y por favor…Ruego a cualquier eventual cerebro particular que lea ésta nota, no subjetivice minimizando la coyuntura con un “podés tomar el que sigue…”. Yo abordo el colectivo en la Terminal y YA NO PUEDO BAJARME.

Como no puedo ir a tal o cual parada a esperar a que vengan dos seguidos y tomarme el más vacío…Suena a tontería deslizarlo siquiera, pero, soy conciente que tenemos mayoría de lectores agudos, de sabio discernimiento, sin embargo  ha ocurrido por allí que algunos esbozan comentarios realmente risueños (o hasta risibles…). Por eso me encargo de desterrar cualquier clase de idea inadecuada.

No se si habrán apreciado, pero no asumo en este artículo una postura intransigente sobre que lo ideal sería comprar más micros, opinión unánime de usuarios habituales, o contratar más choferes.

No se redactó el Editorial con dicho móvil. La idea es MEJORAR EL SERVICIO dentro de un marco REGULATORIO que no deje librado nada al azar en materia normativa Civil y hasta Penal, sin causar una pérdida a las empresas.

El mismo espacio destinado para éstos conceptos se lo ofrecemos a la CNRT, a Etacer y Fluviales. Tienen la palabra. Será un placer leerlos y por qué no, hasta darnos buenas noticias. Deseamos profundamente saber si alguien controla a éstas empresas. Sería muy edificante y/o tranquilizador saber que, más allá de la incomodidad, todo está debidamente contemplado.