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Vuelve la “Corrupción K” como tema central apagando el fuego de los graves problemas para Macri

Con una serie de allanamientos, resonantes detenciones de funcionarios K y empresarios vinculados al kirchnerismo y a la obra pública, el juez Claudio Bonadio volvió a instalar en los medios de comunicación la ‘Corrupción K’ como tema. La frutilla del postre es la citación a indagatoria de Cristina Fernández para el 13 de agosto, a quien el magistrado le tiene pedido el desafuero y prisión preventiva. Para Cambiemos es un bálsamo en medio del escándalo de los aportantes truchos a su campaña electoral, la caída en las encuestas y la crisis económica.

 

Muy raro todo alrededor de la causa por los bolsos con dinero que derivó en el megaoperativo del juez Claudio Bonadio que incluyó 15 allanamientos, secuestros de vehículos, detenciones de funcionarios k y empresarios y la citación a indagatoria de Cristina Fernández en momentos en que el Gobierno nacional anuncia los aumentos de tarifas de los servicios públicos y Cambiemos vive una crisis política y económica.

 

La investigación propiciada por La Nación (qué casualidad…) tuvo como puntapié inicial la detención del remisero Oscar Centeno, que MUY extrañamente atesoraba en varios cuadernos todas las notas sobre la ruta del dinero de los empresarios a los funcionarios e incluso con el detalle de la entrega a la Quinta de Olivos y al departamento que hoy habita Cristina en Recoleta.

 

Centeno iba a ser indagado esta mañana sobre esas anotaciones que dieron origen a la causa y que guarda desde que terminó el gobierno K hace tres años. Eso también debería ser motivo de pregunta por parte de la Justicia.

 

La conveniencia del estallido del denominado ‘lava jato argentino’ no podía caerle mejor al Gobierno. Nuevamente, surge el tema de la corrupción K gracias al juez Bonadio. Es el mismo juez sospechado de parcialidad hacia el oficialismo actual y de excesos contra el kirchnerismo que incluso representaron críticas hacia Macri como una especie de boomerang.

 

Un caso fue la cuestionable actuación del magistrado en el caso Odebrecht, donde Bonadio pidió la captura internacional y extradición de Leonardo Meirelles, tras considerar que mintió para perjudicar al jefe de inteligencia Gustavo Arribas, a quien le dio por cierto su descargo y descomprimió las acusaciones que perjudicaban al Gobierno.

 

Hoy, al mismo tiempo que se iban conociendo las detenciones y los detalles de los allanamientos en la causa de los bolsos, el ministro de Energía Javier Iguacel anunciaba los tarifazos condenables de los servicios públicos. Antes, Guillermo Dietrich venía de hacer lo propio con el transporte.

 

El ‘lava jato argentino’ estalla, además, en momentos en que Cambiemos recibió el impacto en las encuestas del escándalo de los aportantes truchos a la campaña electoral 2017 que ha salpicado a la gobernadora María Eugenia Vidal, su dirigente con mejor imagen.

 

Además, ayer (31/7) Macri reconoció una inflación anual del 30% y Marcos Peña admitió que se vienen meses más duros.

 

Claro está… no obviar:

-los ácidos reproches por la vuelta al FMI;

-el presunto uso de fondos de la ANSES y de repente el despido al director del fondo que maneja la plata de los Jubilados;

-la revelación de los casi 300 funcionarios de Cambiemos con cargos en empresas;

-el post crisis cambiaria sin reacomodamiento de precios pese a las subas incontrolables de hace un par de semanas;

-los aumentos colosales en la Canasta Básica, en prepagas, combustibles;

-los cierres de empresas y comercios, las suspensiones y/o los despidos, el incesante desempleo;

-el crecimiento de los índices de pobreza;

-el freno a la obra pública;

-la ruptura con Moyano, las insatisfacciones de otros gremios en especial el de Educación;

-la incipiente emergencia fiscal;

-la ruptura en cadena de pagos;

-las bajas de asignaciones;

-el límite en la deducción por hijo de Ganancias;

-el sacar los militares a la calle;

-la suspensión de subsidios;

-la deuda del Correo Argentino y las maniobras de la Familia Macri;

-la división y pretensiones del campo y sus diferentes producciones;

-la gravísima coyuntura de Télam y tantos otros medios de prensa;

-el hipotético rechazo al aborto legal;

-el renacer de dudas respecto a la muerte de Santiago Maldonado;

Y todo ocurre en momentos en que Cristina Kirchner se prepara para reaparecer públicamente en un acto sindical esta semana apoyada en una sensible mejora de su imagen en las encuestas, especialmente por la caída de Mauricio Macri en las predilecciones a raíz de la inocultable crisis económico-social.

¡Qué loco! ¿Pura coincidencia?