Maran Suites & Towers

Varisco sin aval Macrista: hora de profundos replanteos

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- El hasta diciembre intendente de Paraná, Sergio Varisco, se queda afuera de las listas para ocupar un escaño parlamentario en el Congreso de la Nación. ¿Castigo por sus causas ante la Justicia? ¿Escarmiento por perder el bastión capitalino en manos de Adán Bahl? ¿Precaución ante sus dificultades de salud? No hubo respuestas. Y en verdad que, más allá de su presencia en el acto del Día de la Bandera, el avezado dirigente radical recurrió a un peligroso silencio tras las últimas elecciones, y eso, a la hora de “operar” puede ser muy tóxico.

 

Recordemos… Varisco -al cabo de los comicios del domingo 9- ni siquiera se acercó al bunker en el Salón Coliseo o a la Casa Radical para saludar a sus correligionarios, a la militancia que confió en él, inclusive de facciones peronistas que se jugaron hasta la más última convicción pejotista.

Se dijo que fue por razones de salud, pero cualquier derrota trae aparejado microclimas nocivos que si no logran replantearse con claridad, suelen originar toda clase de versiones.

 

Y Varisco, desde su asunción, viene soportando toda clase de invectivas, imprecaciones, ataques desde diferentes sectores, con remarcado impacto en el seno del periodismo nacional, y bien vale la pena enfatizar: las elecciones próximas son NA-CIO-NA-LES. Por ende, era una fija que Macri no lo quisiera en su entorno cercano, menos accediendo al Congreso con tan “mala prensa”.

 

Y esa PÉSIMA comunicación que tuvo Varisco fue la que en verdad se manejó de manera patética en su propia ciudad, siendo Cuestión Entrerriana el ÚNICO, sí… el ÚNICO medio que se atrevió, osó ir en contra del aparato de Prensa montado por los “expertos” (o él…) que el intendente viene bancando hace muchos, pero muchos años de manera inconcebible, inclusive pese a una causa judicial de basta repercusión.

 

Fue catastrófico ese modo de hacer Periodismo de su “hombre de confianza”, sentándose en cafés para “operar” con periodistas que en las dos últimas décadas han estado con uno y otro Gobierno sin el más mínimo pudor; que son los grandes retóricos de Paraná, con un discurso redundante, repetido que no le llega al ciudadano que sufre los problemas de cloacas, de agua, de luz, de pavimento, de una ciudad sin el más ínfimo equilibrio entre lo que se dice y lo que se hace; y que ya deben estar preparando su “aterrizaje paracaidístico” con la nueva gestión.

Varisco se aferró terco, empecinado; confió en ese prototipo comunicacional y hasta abrió la radio que supimos -con un querido colega de LT 14-  aconsejarle a Julio Rodolfo Solanas en míticas cenas en la vieja Delegación del SUTEP allá por los ’90.

 

Y la radio la armó, la nutrió con un contenido notoriamente parcial, como desconociendo lo que ocurre a diario en la Capital provincial.

Mucha risa, mucho bullicio, carcajadas, buena onda, carisma, entretenimiento, positivismo al ciento por ciento… Pan y Circo. O mejor dicho… Circo, porque el pan no se lo come la gente. Es para los políticos y sus abyectos. El público, tan habituado en este bendito país a disimular angustias con la chacota, es de consumir a Tinelli, a Rial, a lo que le provoca mutar rostros apesadumbrados con un rictus de jolgorio.

 

Claro que, eso dura un santiamén… Luego, llega la hora de la evaluación preelectoral y ahí surge otro lector, otro oyente, otro televidente; ni hablar las actitudes plenas de interés singular en cuanto a qué y/o cuánto ofrece el candidato de turno.

Es que el electorado argentino es muy peculiar… No lo conformás tan fácil en líneas generales y pasan los años y consigue independizarse de las promesas reiteradas y casi siempre incumplidas.

 

Obviamente… hay excepciones. Hay sectores que marchan a votar con el sufragio previsto por militancia o por dádivas comprometedoras.

Sin embargo, crece el Voto en Blanco, aumenta la indecisión, la indefinición hasta el último minuto de llegar a la Escuela, y/o hasta engorda el número de inasistentes. Nuestras encuestas han hablado de este fenómeno, pero nuestros beneméritos políticos en diez años han ignorado a Cuestión Entrerriana como una fuente valiosa de mediciones serias, responsables y sobre todo, independientes.

 

No obstante, al mismo tiempo se incrementa el voto consciente y en esa elección están las prioridades de cada ciudadano. Y son cada vez menos los que se convencen con ofrecimientos varios. Nos atrevemos a decir que está pesando fuerte el “Voto Exigente”.

Por eso es que los políticos, en este caso citamos excepcionalmente a Varisco, han fracasado en el mensaje que se emite a través de las herramientas periodísticas diversas, inclusive, muy especialmente, en el manejo de las Redes Sociales y especialmente en la propia web oficial que debería haber tenido otra dinámica.

 

Varisco nunca logró salir indemne del cómo se lo mancilló al estar imputado en una Causa tan delicada como lo es el Narcotráfico.

No tuvo una estructura comunicacional a la altura de lo que requería para otorgar la suficiente transparencia; de hecho, ni siquiera su internación prolongada en Buenos Aires fue cubierta como debía cristalizarse.

 

Y finalmente llegó el proceso previo a PASO y Generales sin la más básica metamorfosis. Varisco confió en lo que se le armó en su entorno y sufrió una derrota durísima que lo golpeó en lo más íntimo.

Ahora, este desdén, este menosprecio de Macri termina por extinguir su última llama de ilusión.

 

Le quedan cinco meses y días para torcer el rumbo al menos en cuanto a su imagen. Es joven. Tiene virtudes por explotar para salir de este momento aciago y reverder no tan viejos pergaminos.

Claro está… ahora deberá poner énfasis en lo jurídico para salir airoso de una causa compleja, y cueste creerlo o no, en este proceso será fundamental cómo actúe respecto a su expresión, a su manifiesto.

 

Varisco, mal asesorado, podría sufrir un porrazo de incalculables consecuencias. Toda derrota tiene como saldo enseñanzas, moralejas, parábolas.

Quizás sea un gran momento para rectificar lo que se hizo mal con medidas enérgicas, y una de ellas, la más inteligente, sería ponerse a disposición de Adán Bahl para concluir la gestión del modo más fecundo posible. Ese gesto sería el punto de partida para reinscribir páginas no estigmatizantes como las inscriptas desde su última asunción.