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Una imprudencia condenable

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Si bien el tránsito vehicular merma bastante en plena siesta paranaense, la postal que nos enviara uno de nuestros queridos lectores no deja mucho margen para profundizar la opinión. El conductor (o la…) del Peugeot 504 ya incurre en una imprudencia al llevar el pequeño en su falda, pero que el crío saque su cabeza por la ventanilla es una execrable negligencia.

 

Pablo Valdez nos envió una foto que nos dejó atónitos. Un chiquillo saca su cabeza y parte del torso a través de la ventanilla delantera izquierda de un Peugeot 504 en pleno movimiento y circulando a la par otros vehículos.

 

Sí, sí… Obviamente el niñito viaja sobre el conductor del coche, en una infracción primaria, la cual se agrava con el asomarse afuera del habitáculo en una acción de notable peligrosidad para el infante como para la estabilidad de quien conducía.

 

Asimismo, la situación tranquilamente pudo ocasionar trastornos en el resto de los automovilistas que se desplazaban por esa arteria, al distraerse observando la riesgosa escena.

 

Como mínimo, desde esta humilde tribuna periodística, solo podemos enviar un tirón de orejas a los progenitores o tutores de este pequeño. Primero por viajar en la falda de quien manejaba, y segundo por permitírsele sacar la cabecita y parte del cuerpo.

 

Más allá de toda confianza o seguridad en cuanto a destreza en la conducción, pese a toda certeza que se posea respecto a lugar y momento de exhibir semejante grado de permisividad, lo acontecido merece una honda reflexión de quienes, elocuentemente, obraron sin la dosis imprescindible de sensatez, cordura, PRUDENCIA, aún solo siendo quizás un “descuido”. Por MERA prevención vial, ese pequeñín no tenía que viajar con quien manejaba el coche y sí con el indispensable cinturón sentadito atrás.