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Un “Ruidazo” que no impactó tan fuerte en Paraná

Impulsado por la Asamblea Ciudadana Vecinalista de Paraná, la Multisectorial Ciudadana, sectores de la oposición y otras organizaciones sociales se concretó este miércoles por la noche el denominado “Ruidazo contra el Tarifazo”, en repudio a los fatídicos e inconmensurables incrementos en las facturas de servicios de luz, gas y otros aumentos desmedidos como en lo que atañe a alimentación, medicamentos y costos por transporte. Se esperaba otro marco.

 

Vecinos de Paraná salieron en la noche de este miércoles a las calles para protestar contra el aumento de tarifas, impulsados por la oposición, organizaciones sociales y gremialistas, en consonancia con lo que se registró a lo largo y ancho del país.

 

La gente salió a la calle en el marco de “Ruidazo nacional” y las redes sociales se convirtieron en caja de resonancia del descontento con el Gobierno de Mauricio Macri por los inclementes tarifazos. En tanto, automovilistas que se cruzaban con el ruidazo apoyaron con bocinazos.

 

Con carteles, cacerolas, silbatos, diferentes elementos de percusión y al ritmo de los aplausos, los manifestantes le pidieron al Gobierno que frene los incrementos en las tarifas públicas, un tema que este miércoles iba a debatirse en el Congreso en una sesión especial pero que no tuvo quórum.

No hubo micros para trasladar a manifestantes. Fueron mayoría los independientes, aunque también se destacó la presencia de activistas de Izquierda.

 

Hubo consignas contra Macri y contra los oficialistas y sus aliados que hoy impidieron que la Cámara de Diputados sesionara para debatir un freno al aumento de tarifas.

El ruidazo popular se sintió sobre todo en Capital Federal y diferentes localidades de la Provincia de Buenos Aires, y ciudades como Rosario, Resistencia, Formosa, Santa Fe, Mendoza, Salta, Posadas, Córdoba, San Juan y San Miguel de Tucumán.

 

¿Desinterés, falta de compromiso o resignación?

 

En Paraná se esperaba otro marco. Tal vez la hora, quizás las ocupaciones particulares/profesionales de la mayoría fueron causales claves en cuanto a la cantidad de ciudadanos movilizados.

O simplemente, crece de manera inquietante un desinterés, una apatía, una indolencia en esta clase de manifestaciones. La lectura es variada aunque también preocupa que se dé margen a una creciente resignación por el descrédito gradual que mancha a la política argentina.

 

No fueron pocos. Tampoco muchos. Lo estimulante es que no hubo violencia, más allá de ciertas expresiones agresivas contra la figura presidencial y algunos de sus ministros.

Mediante Facebook o Twitter sí se registraron disconformidades en cuanto a que para próximas convocatorias se espera que ciertas agrupaciones políticas renuncien a la exposición de sus estandartes y declinen sus actitudes de neto corte político.

 

El ciudadano común no quiere adherirse a consignas partidarias. El vecino solo quiere expresar su insatisfacción, pero sin pretensiones o codicias partidistas.

La hora no ayudó, es cierto, pero el clima acompañó (más allá del cada vez más pesado calor…). La convocatoria fue masiva. No obstante había otra expectativa.

 

Digamos que, si uno evalúa presencias y cantidad de electores (damnificados) el saldo es positivo para el presidente de la Nación. Preocupante.