Un poco de broza y arriba asfalto… Absurdo anunciado
El vecino paranaense ya está grotescamente habituado a ver cómo se llevan a cabo las obras de bacheo en la capital entrerriana. Pero lo que hicieron en calle Carbó el año pasado fue una payasada y se empiezan a ver signos de deterioro. Lo más patético es que en vez de admitirse el error se incurre en el grotesco.
El 18 de octubre del 2012 anticipamos http://cuestionentrerriana.com.ar/maldito-reasfaltado/ que en calle Carbó las tareas de bacheo eran inauditas e increíbles.
No somos eruditos en la materia, pero basta repasar los reportes gráficos para constatar cómo se trabajó en tan trascendente arteria.
Hoy, exactamente a un año, se observan pozos de toda profundidad y/o amplitud, a los cuales, viene una cuadrilla de la Comuna, le pone un poco de broza, y arriba una capa de asfalto. Esto pasó en las últimas horas en un bache que empezaba a abrirse en Carbó casi Illia.
Pero también está la desagradable situación de ver a lo largo y ancho de la ciudad palos, ramas, bolsas, para alertar sobre pozos y pueden pasar varios días y la Municipalidad NO ACTÚA como en Monte Caseros casi Carbó, a centímetros de la Escuela Hebrea y a metros de la Escuela 25 de Mayo, con un cordón-cuneta que está a punto de colapsar.
La ÚNICA duda es si hay INCAPACIDAD o ILEGALIDAD. Hablando con amigos ingenieros nos dicen que es inevitable conjeturar acerca de una conducta ilícita de quienes llevan adelante las obras por el material que utilizan y por el método utilizado.
Sin embargo, también es inocultable la conducta CÓMPLICE de la Municipalidad de Paraná que debería tener personal competente, idóneo, que supervise esas labores.
Sorprende la postura de la intendenta en no salir a la palestra y denunciar a las empresas a cargo. Los hechos están a la vista. Un peritaje neutral arrojaría SIMPLES conclusiones. Pero, por algo, se evade la responsabilidad de CLARIFICAR estas cuestiones.
Mientras, Blanca Osuna se sigue acreditando insólitamente, como si quisiera ello, un mayor descrédito de toda la Comunidad paranaense. Solo hay que asumir el liderazgo, interpretar el grado de responsabilidad, y adoptar las resoluciones más drásticas.