Maran Suites & Towers

Un modelo visiblemente PRO-mercados financieros

Haciendo un repaso de lo sucedido en materia económica-financiera desde la vuelta al FMI, vemos que hoy la economía muestra un riesgo-país más alto, y la volatilidad impuesta por los acontecimientos se ve amplificada debido a la extrema liberalización de los flujos cambiarios. Influyen, además, altas tasas de interés prohibitivas para producir y la inflación que sigue en alza por las propias medidas del Gobierno, todo un arsenal en pos de obtener la supuesta confianza de los inversores externos que aún no se ha logrado.

 

Ante las tensiones de esta última semana, el Gobierno adelantó parte del ajuste previsto para 2019 y eliminó el Fondo Federal Solidario, creado para financiar la necesaria inversión en infraestructura de provincias y municipios. Además de suspender el cronograma de reducción de las retenciones a los productos derivados de la soja, también disminuyó significativamente los reintegros a las exportaciones, que pegan fuerte en muchas empresas de las economías regionales.

 

La continuidad de las políticas actuales indica que para el mediano y largo plazo debemos esperar más ajuste y reformas estructurales (flexibilización laboral, privatizaciones y mayor desregulación). Además, todo indica que desde el Gobierno se pretende instalar la inevitabilidad del ajuste sobre las jubilaciones y pensiones. Las palabras del ministro Nicolás Dujovne fueron claras en este sentido, sosteniendo un supuesto clamor para “dar de baja las jubilaciones que fueron puestas por el régimen de moratoria”, está marcando desde dónde piensan iniciar el ajuste.

 

El retorno a la dependencia del FMI es mucho más que el retorno de un simple auditor externo. Es el vehículo elegido por el Gobierno para avanzar con las exigencias de los mercados. De allí se desprende algo bastante sabido: por esta senda nunca se logrará el crecimiento con inclusión social, por más que se hagan todos los “deberes”.

 

Hay que recalcarlo día tras día: la incorporación de controles de capitales permitiría, por ejemplo, reducir la volatilidad cambiaria y el consiguiente traspaso a pesos que ocasiona la devaluación. De esa forma, se posibilitaría la reducción de los actuales niveles de tasas de interés internas, y estimular la producción local. Sería una forma de reconstruir mínimos márgenes de soberanía monetaria. Pero para ello habría también que alejarse de la idea de que la inflación es un fenómeno eminentemente monetario.

 

Entre otras cuestiones, es preciso dar marcha atrás con el cronograma de aumento de tarifas (cuyo principal beneficiario son las empresas prestadoras) y retroceder con la desregulación del precio de los combustibles, porque impactan directamente en el poder adquisitivo de la población y en la propia competitividad de las empresas.

Más allá de los trolls Macristas en Redes Sociales, pese al incondicional apoyo de los principales medios periodísticos sponsoreados por las grandes empresas y bancos beneficiados por un Gobierno de espaldas al Pueblo, o no obstante los errores (horrores en ciertos aspectos…) del Kirchnerismo y una propaganda gubernamental nacional de pleno desprestigio al Peronismo (en especial todo lo que sea “K”), el electorado que votó a Macri está profundamente desilusionado, aumentan las dudas en torno al 2019 y la real pregunta es ¿llegará el presidente a unos nuevos comicios, o la crisis creciente pondrá en riesgo su “reinado” despótico?

 

Es harto elocuente que lentamente nos hemos empobrecido con relación al resto del mundo. Por ello es fundamental, pensar en bajar impuestos y desregular fuertemente toda la economía y a todo nivel de gobierno. Porque no sólo debemos enfocarnos en cuándo acabará esta recesión, sino cuándo empezaremos a crecer y a desarrollarnos seriamente.