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¿Un apagón que se constituye en advertencia?

Más allá que es en la Capital Federal o ciertas localidades muy pobladas de Provincia de Buenos Aires donde se sienten fuerte (y seguido…) los cortes de luz llegando a la temporada estival, anoche el Litoral argentino bramó de furia por un corte de energía eléctrica que arrancó a las 23 y se extendió en distintas localidades hasta las primeras horas de la mañana de este sábado.

 

Hasta el cierre de este informe, no hubo comunicación oficial acerca de las razones de una coyuntura que produjo fuerte repudio a través de las Redes Sociales.

Según dieron a conocer los colegas de Diario El Litoral, una falla en instalaciones de la empresa Transener SA provocó la interrupción del flujo eléctrico.

 

El apagón abarcó una enorme área que va desde la localidad de María Juana en el sur, hasta todo el norte santafesino (salvo General Obligado) y abarcó además, hacia el este, a las ciudades de Santa Fe, Sunchales, Rafaela, Esperanza y Paraná, con secuelas que se extendieron hasta la norteña Tostado, la costera San Javier (también Calchaquí) y las localidades entrerrianas de Villa Urquiza, Oro Verde, San Benito, Tezanos Pinto, Diamante y varias aldeas de la Campaña.

 

Aparentemente, una Estación Transformadora de la empresa Transener SA, ubicada en Santo Tomé, de 500 kV (kilovoltios), sufrió un desperfecto cuyas causas aún se desconocen. Dos de sus tres transformadores salieron de servicio al accionarse sus respectivas barras de aisladores, unas protecciones eléctricas que evitan males mayores.

 

La ET Santo Tomé, que forma parte del Sistema Argentino de Interconexión (Sadi), posee tres transformadores. Anoche quedaron dos de ellos fuera de servicio y el tercero (que nunca fue alcanzado por el desperfecto) sirvió para alimentar a una parte de la zona afectada por el apagón.

 

Por esa razón los santafesinos supieron -mientras aguardaban a oscuras- que a las 23.30 ya había energía en Esperanza, Rafaela, Sunchales, Paraná o Diamante, antes que en la propia Capital “Invencible”.

 

Ahora bien… ¿Qué ocurre cuando se corta de forma inesperada la energía eléctrica en una noche como la de este viernes? No solo se genera el fastidio primario de no poder  disfrutar de un aire acondicionado, mínimamente de un ventilador o no ver televisión…

Las problemáticas son variadas. Amén de los equipos generadores propios de centros de salud, hospitales, sanatorios o clínicas, y residencias geriátricas hay pacientes con distintos cuadros que requieren de tratamientos especiales en sus propios hogares, y dichos procedimientos se llevan a cabo mediante aparatología que precisa abastecimiento eléctrico normal.

 

De hecho, una vivienda particular donde habitan ancianos, sin cuidado de familiares cercanos o personal especializado en gerontología, representa en estas circunstancias una trampa de inimaginables efectos.

Pero más allá de las secuelas humanas directas, no podemos soslayar las derivaciones generadas en edificios en cuanto al uso de ascensores. Otra trampa peligrosísima.

 

Ni hablar de hogares con portones eléctricos, sistema de alarmas o uso de líneas telefónicas con bases que utilizan fluido eléctrico.

Luego pasamos a los servicios comunales como los semáforos, las columnas de iluminación. En un apagón de estas características vastos sectores implican una inseguridad absoluta y/o la pérdida de garantías de seguridad básicas.

 

Los negocios vinculados a gastronomía, o hasta farmacias donde se conserva la temperatura de ciertos medicamentos también pueden sufrir toda clase de efectos aciagos si es que no se han previsto esta clase de apremios.

De igual manera, desde Obras Sanitarias se informó que a causa de la avería aludida, se detuvo la producción   en las 2 plantas de agua,  viéndose afectadas las reservas de los Centros Distribuidores, razón por lo cual se recomendó a los usuarios prudencia en el consumo y evitar el derroche, notificándose que las zonas altas se verían afectadas con baja presión.

 

Asimismo, uno de los enojos mayúsculos de la población es la rotura de heladeras, freezers, aires acondicionados, televisores, computadoras, equipos de internet o decodificadores, microondas, a raíz del cambio brusco de tensión.

Justamente, entre las 23 de ayer y las primeras horas de hoy, explotaron las Redes con toda clase de quejas o protestas por la rotura de diversos artefactos, siendo incalculables los mensajes que trazan una proyección por la altura del año y que ocurre este apagón sin que se llegue a un pico máximo de consumo.

 

Lógico; la sensibilidad de la población con los aumentos instituidos en cuanto a tarifas eléctricas desde la asunción de Mauricio Macri como presidente, acentuó la irritación y los mensajes en Twitter y Facebook fueron de alto voltaje contra el presidente de la Nación,  el ministro de Energía Juan José Aranguren, las compañías responsables del transporte de energía eléctrica de alta tensión, como contra las empresas concesionarias para la prestación del Servicio Público de Distribución y Comercialización de Energía Eléctrica en el área de cobertura correspondiente.

 

Lo acontecido, ocasiona plena incertidumbre, inseguridad sobre lo por venir en este verano que de por sí se vislumbra profundamente dificultoso.

Y es grave que siendo las 10.30 de hoy, NADIE haya formalizado una explicación precisa, detallada, de lo sucedido.