Último momento: otro robo en una “Zona Liberada”
|ANTICIPO (por Francisco Pancho Calderón).- “No toque el picaporte que acaban de robarnos”… gritó desesperada una joven empleada del drugstore vecino al Apart Hotel Entre Ríos, sito en Montevideo entre San Martín y Pellegrini. El local estaba cerrado pero dentro del mismo se encontraba un agente de la Policía de Entre Ríos tomando los primeros datos de rigor, el empleado al que habían atracado y el encargado. Cerca de las 19, estimativamente, se perpetró el hecho delictivo.
Ya son varias (prometemos ampliar con detalles) las veces que el drugstore lindante a la ferretería Novalis y al Apart Entre Ríos es asaltado. Ésta vez fueron dos los ladrones quienes, aparentemente, andaban de a pie.
Empleados del lugar y encargado no pudieron otorgarnos precisiones porque se encontraba un Oficial de la Policía recabando la información preliminar, y se aguardaba la llegada de los especialistas en levantar huellas.
Otra prueba INNEGABLE que la INSEGURIDAD de ésta zona, a solo dos cuadras de la Peatonal San Martín crece sin pausas.
Lo peor es que paradójica o contradictoriamente, uno OBSERVA que móviles policiales recorren éstas calles supervisando que ello no ocurra. Sobre cuatro o dos ruedas se aprecia la preocupación por que el ciudadano se sienta protegido.
Sin embargo el peligro por calle San Martín entre Villaguay e Ituzaingó, o Pellegrini entre Montevideo e Ituzaingó,o Feliciano/Sebastián Vásquez entre Monte Caseros e Italia, o en zona aledaña a Coto aumenta día tras día.
Lo concreto es que los delincuentes, por causalidad o casualidad atacan sin pudor, a veces con una violencia inusitada, y al parecer ya con logística.
Inevitable (y hasta injustamente quizás…) uno incurre de modo lamentable en la suspicacia y preguntarse íntimamente si no hay una connivencia entre algún policía corrupto y los malvivientes, pero son demasiadas contingencias sospechosas.
Lo venimos diciendo desde la apertura de éste Diario Digital que algo pasa con nuestro barrio. A dos cuadras de la Peatonal, a cuatro de la Plaza de Mayo, una zona que por las características de los vecinos, por el crecimiento de la actividad comercial con un bazar, muchos drugstores o despensas, algunas casas de comidas para llevar, verdulerías, sala de fiestas Infantiles, una carnicería, una casa de venta de vestidos, fotocopiadoras, consultorios médicos, estudios jurídicos, contables, debería ser MUY SEGURA.
Y bien cabe ACLARAR, que los hechos delictivos en progreso no atentan contra la propiedad. Por ahora, las viviendas son INTOCABLES quizás porque los “Cacos” ya percibieron que todas tienen las medidas de seguridad garantidas o sus ocupantes han tomado los recaudos para que quien se arriesgue a entrar sea advertido.
Pero el atentar contra kioscos, y muy especialmente contra niños, adolescentes, ancianos o mujeres ya es moneda corriente y el común denominador ya no formula la denuncia pues es más pérdida de tiempo y el pensamiento creciente es en cada comentario del barrio “la Policía no está donde debe estar…”
Los malvivientes no solo andan en motos. También caminan insospechadamente, proceden al ilícito y salen corriendo como atletas de alto rendimiento. Aprovechando, SIEMPRE la DESPROTECCION que hay en ésta zona, en los horarios precitados y actuando cotidianamente de a dos, uno obrando permanentemente “de campana”.
Por eso vamos a seguir INSISTIENDO en lo que atañe a la falta de PREVENCION existente respecto al endeble control que hay de ciertos transeúntes a los cuales se podría pedir RESPETUOSAMENTE, SIN EXCESOS, sin actitudes de prepotencia, sin gestos amenazantes, documentación, y evaluar de considerarse necesario antecedentes.
Somos conscientes que puede sonar a reminiscencias de una época nefasta, pero es IMPRESCINDIBLE que SE PREVENGA y ese método es el que más INCOMODA a quien anda en cosas raras. Si a un ciudadano común le requieren documentación o -de no portarla- detalles confiables, creíbles, fidedignos en cuanto a su procedencia, NADIE que esté encuadrado dentro de la ley DEBERIA OFENDERSE.
Seguimos REPITIENDO la pregunta: ¿No habrá llegado la hora que la Policía de Entre Ríos comience a montar A DIARIO operativos de CONTROL más inflexibles en ACUERDO con jueces que deberían salir más de sus estrados y comprobar la inseguridad creciente, como bregar por una Reforma Penal que también a ellos defienda?