Tarifazos: indignante declaración de la Mesa de Cambiemos Paraná
Mientras que el país entero repudia los tarifazos en los servicios públicos de luz, gas, agua, combustibles y transporte, la Mesa de Conducción de Cambiemos Paraná (PRO-UCR-CC), emitió un comunicado en el cual esgrime una falta absoluta de autocrítica. “No hay nada gratis. Siempre hay un costo, y alguien lo tiene que pagar”, declaman sin pudor. Reflexión inevitable.
La Mesa de conducción de Cambiemos del Departamento Paraná (Paraná Ciudad y Campaña), se reunió para analizar el panorama político y de gestión, tanto a nivel nacional, como provincial, municipal y en las juntas de gobierno.
Estas deliberaciones informaron, “constituyen un espacio para la toma de decisiones en función del rol que la ciudadanía ha asignado a Cambiemos en sus respectivas jurisdicciones”.
De acuerdo a su postura, plenamente soberbia, “Cambiemos es hoy y seguramente por mucho tiempo, la única opción capaz de producir los grandes cambios que se necesitan en todos los niveles del País, y colocar a la Argentina, en el concierto de las naciones, en el lugar del que nunca debería haber sido desplazada. Ello implica hacer profundas transformaciones en lo económico, en lo productivo, en lo social, pero esencialmente en lo cultural”.
Para Cambiemos “en la prestación de los servicios del Estado no hay nada gratis. Siempre hay un costo, y alguien lo tiene que pagar. Cualquier servicio, sea en la educación, la salud, lo asistencial, y también en los servicios públicos, como son el energético, de gas, agua potable, entre otros, todos tienen un costo, y alguien lo paga. Cuando no lo paga el usuario, normalmente es el Estado quien lo hace, y el Estado solamente se nutre genuinamente de los impuestos que percibe”.
En esa línea, reafirman “Creer que hay servicios gratuitos, porque no generarían costos, es una gran mentira. Hoy, desde algún sector de la política se pretende instalar que hay muchos servicios que no tendrían costos, y que por lo tanto nada se les debería cobrar a los usuarios. No hay dudas, para Cambiemos, que la salud pública, y para los más necesitados, ella debe ser gratuita, como lo debe ser también la educación, la seguridad, entre otros. En los señalados (la energía, el agua, el gas y puede haber otros), para algún sector de menores recursos, pueden y deben tener algún subsidio, pero no para generalidad de la sociedad, de la industria, comercio, etc. No se ignoran, las turbulencias que a nivel nacional existen y que repercuten en la Provincia de Entre Ríos, a raíz de algunas medidas que se ha tenido que tomar para salir de una situación de burbuja ficticia en que se vivía en el País en materia energética”.
Luego se exhorta “Ha llegado la hora de sincerar esta problemática, y tomar decisiones, que seguramente pueden ser resistidas, pero que son imprescindibles tomar para encarar un profundo proceso de cambio, con una mirada firme, serena y decida en un futuro mejor: Para eso la ciudadanía votó a Cambiemos en el 2015, y ratificó el rumbo en el 2017”.
Posteriormente se reconoce que “El Gobierno Nacional se vio obligado a tomar algunas decisiones que tienen un fuerte impacto en la sociedad en su conjunto, como es el relativo al servicio eléctrico. Ese servicio tenía un componente de subsidio que lo tornaba de muy bajo costo para el usuario. Al usuario se lo había culturalizado que la generación eléctrica tenía muy bajo costo, y por ende, el derroche, ya sea por el propio usuario, como por las distribuidoras de energía, era algo que se podía hacer o darse el lujo de no tenerlo presente”.
Seguidamente, se asevera “Lo que no se dice a los usuarios es que más del 30% del componente final del costo de la energía que se paga, lo constituye el costo de la distribución que realizan Enersa y la Cooperativas Eléctricas. De ese elevado costo de distribución nadie habla. Sin dudas que ello tiene su origen en diversos factores, donde seguramente debe estar que se compran más megavatios por Enersa y algunas Cooperativas a CAMMESA, que los que realmente llegan a los usuarios, y esa diferencia se pierde por la obsolencia de las instalaciones de distribución, ya que en los últimos años no se han realizado las inversiones necesarias, pese a que al usuario se le cobra un impuesto provincial sobre el consumo que tiene su destino para el Fondo de Desarrollo Energético Provincial. Las líneas de distribución, obsoletas no solo por el tiempo, sino porque la capacidad de distribución es inferior a la demanda, y ello genera pérdidas de energía. Pero tampoco escapa al costo de distribución las importantes remuneraciones que se deben atender, especialmente en los niveles de dirección. Todo esto lo esto lo paga el usuario, pero en la boleta de la luz no aparece así detallado”.
Por último, remarcan que “se ha decidido sugerir a los legisladores provinciales de Cambiemos para que se contacten con las autoridades de ENERSA a los efectos de que suministren la respectiva información, en donde también deberá explicar esta empresa a qué precio compra la energía, y a cuánto se la vende a los usuarios, es decir, cuál es el precio que se paga a CAMMESA; y cuál es el que se le factura al usuario, libre de impuestos, tasas y costos de distribución. Hay sospecha de que la de energía se compra a un precio muy inferior al que se le factura al usuario, y de esto también hay que hablar con la sociedad, y no trasladar la responsabilidad solo a la Nación”.
Reflexión
No nos cabe la menor duda que los funcionarios de Cambiemos perciben emolumentos dignísimos. ¿Cómo no van a respaldar los tarifazos con los sueldos que les permiten una vida absolutamente mucho más descomprimida que la de cualquier laburante común en la Argentina?
El punto es que no sólo los “Servicios Básicos” aumentan indiscriminadamente… La inflación nos está matando.
Por consiguiente… ¿cómo hacer para vivir con dignidad, sin contratiempos, sin depresión, sin trastornos psicosomáticos diversos ante un presente angustiante?
¿Qué dirían los miembros de la Mesa de Cambiemos si recibieran como salario un sueldo docente, un sueldo de enfermero, un sueldo de policía?
Hoy en día, salvo profesionales independientes privilegiados, empresarios o comerciantes exitosos, funcionarios políticos de alto relieve, legisladores, o empleados de ciertas áreas con buena antigüedad, el resto de los argentinos sufre no solo pagas exiguas sino también precarización laboral y hasta despidos, amén de jubilaciones indecorosas.
Por ello el tarifazo es un despropósito, inconcebible e injusto, más allá de los argumentos expuestos por una gestión dedicada esencialmente a hablar mal de sus antecesores que por modificar una tendencia aborrecible como lo es la de cargarle al Pueblo los desatinos de una administración controvertida como la del Kirchnerismo, y la incompetencia flagrante de un Gobierno autócrata, opresor, oligarca.
Macri y sus secuaces no tienen una mejor idea que disparar munición gruesa contra la Década K y osa exhortarnos a cómo alimentarnos, cómo utilizar los servicios esenciales y nos dicta cátedra sobre asesoramiento de nuestras economías familiares.
Eso sí… los precios suben por ascensor y los salarios por escalera.
Para el presidente de la Nación, o en este caso, para la Mesa de Conducción de Cambiemos, el Pueblo debe sufrir sin paliativos los trastornos ocasionados por políticas de Estado incoherentes.
Macri mintió en toda su campaña. Engañó. Se comportó falsamente. Todo lo que prometió como futuras realizaciones, falló, y todo lo que dijo que no haría, lo hizo.
Con el Kirchnerismo no estábamos bien en muchos aspectos. Y fuimos muy enfáticos respecto a las señales clarísimas de corrupción.
Pero el “Cambio” fue contraproducente para la mayoría de los argentinos de clase media/media-baja. Para los que laburamos durísimo 8 a 12 horas por día, ha sido un notable retroceso, plenamente nocivo, tóxico, pernicioso.
Estas mismas maneras de construir políticas nos hirieron de muerte, nos condujeron a situaciones catastróficas y llevó años recuperarnos.
La Argentina está harta de excusas, de pretextos, de subterfugios. Estamos cansados de ver como se descargan en “la herencia”, las incompetencias, ignorancias, torpezas y hasta actos ilícitos del poder de turno.
Si Macri no encuentra la salida para evitar destruir a los sectores más vulnerables y que más sacrificios exhiben a diario para vivir honradamente, que recurra a ajustes en los sueldos más altos, que achique el Congreso, las Cámaras, los Concejos. Que reduzca asesores, secretarios, directores. Que no viaje más en avión, en helicóptero.
¿Propone “economía de guerra”? Dale. Lo apoyamos. Pero que dé el ejemplo. Él y sus allegados. No es la primera vez que lo decimos. ¿Quiere ajustar? Bueno… que libre un decreto por el cual ningún político percibirá más que un educador. Que comience por ahí. Después podemos seguir con las “carreras políticas”. Los gastos reservados, las cajas chicas, los costos de servicios en oficinas públicas, los viáticos, etc, etc…
Señor presidente, sea un paradigma. Deje de sembrar de contradicciones y de hipocresías su Gobierno. Le queda un año y medio para enderezar el rumbo. Ajuste donde debe. Ya basta de pedirle al Pueblo que se inmole por su inoperancia.