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Suba del dólar provoca alarma en tomadores de créditos hipotecarios

Cada vez que el dólar pega un salto, en las inmobiliarias se viven días frenéticos. Esta vez no es la excepción. Explotan los teléfonos por llamadas de clientes que están en esa zona gris que va desde el otorgamiento de un crédito hipotecario a la firma de la escritura, que es cuando se formaliza el pago definitivo. Es que una vez aprobado el préstamo por la entidad financiera pueden pasar unos 60 días para que el comprador sea el dueño legal de la propiedad. Toda fluctuación del tipo de cambio, en ese período, altera las condiciones pactadas ya que los inmuebles se fijan en dólares pero los préstamos se otorgan en pesos.

 

Un crédito de u$s100.000 a comienzo de mes representaba $1.758.000 mientras que ayer equivalía a $1.879.000. La diferencia de $121.000 es un costo adicional que tiene que afrontar el comprador. No todos los tomadores de créditos tienen margen para cubrir esa diferencia, por lo que deben buscar una solución. En algunos casos, se apela a conseguir la diferencia entre familiares y amigos. Tampoco todos los vendedores están dispuestos a resignar su parte que, en este caso, significan u$s6.500 menos.

 

“Todo movimiento del dólar produce inquietud en quien tomó un crédito. Ya los vimos hace tres meses cuando llegó a $18. Hay que ser prudentes con lo que sucede estos días y evaluar la situación en lo que pasa en un mes. Si hay diferencias entre las partes, existen distintos mecanismo para que comprador y vendedor logren concretar la operación”, explicó Alejandro Bennazar, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina.

 

La solución más sencilla es que las partes se pongan de acuerdo para repartir ese sobrecosto y poder firmar la escritura. En el caso de que el vendedor no esté dispuesto a aceptar menos dólares, algunos bancos permiten extender el plazo del crédito para cubrir la diferencia, aumentar el porcentaje de los ingresos que puede representar la cuota o sacar un seguro de cambio. Estas alternativas son para quienes tuvieron que financiar los máximos permitidos que, según los casos, es 70% u 80% del valor de la propiedad y no tengan ahorros adicionales. En los casos en que se solicita un porcentaje mayor, se aumenta el monto de crédito y se cierra la operación.

 

En el sector estiman que entre 60% y 70% de las operaciones que se realizan en las inmobiliarias se hacen a través de créditos hipotecarios que ahora ofrecen plazas de hasta 30 años.

 

“La gente se pone nerviosa porque ve que el monto solicitado está en pesos y la propiedad valuada en dólares. Al subir la moneda estadounidense se le complica porque no llega a cubrir el valor estipulado. Esperemos que baje en los próximos días para tranquilidad de todos”, señaló a Ámbito Financiero Armando Pepe, presidente del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios.

 

La expectativa es que el dólar se tranquilice durante enero y vuelva la normalidad al sector inmobiliario después de días de alta tensión.