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Sionista no pudo con Lanús: ¿hundido?

Sionista quedó seriamente comprometido en su situación posicional, virtualmente condenado a disputar los Playoffs de Permanencia, al caer ante Lanús por 67 a 77. El “Granate” jugó mejor y tuvo la complicidad de un arbitraje grotesco. Silvio Guzmán empujó innecesariamente a Daniel Hure y acentuó un clima hostil absurdamente. El citado árbitro fue repudiado por toda la concurrencia y no lo agredieron por la decidida gestión de dirigentes, jugadores y Seguridad en preservar su integridad.

Las estadísticas tienen notable influencia en el básquet. Algunos no lo reconocen, pero hay argumentos irrebatibles para que alguna vez, los “vende humo” del baloncesto argentino (prensa/técnicos/directivos) queden desenmascarados en sus retóricas.

Lo sucedido anoche en “El Templo” de Carbó y Monte Caseros debería generar honda preocupación a Sebastián Svetliza y hasta a la dirigencia del Centro.

No solo por la pobrísima producción basquetbolística, sino por que el equipo de Paraná se vio en pasajes vapuleado físicamente por un adversario de mayor peso, con superior oficio, pero esencialmente con una actitud distinta, una conducta agresiva contemplada por un arbitraje nefasto y sin REACCIONAR los locales VIRILMENTE, apelando a la queja, al reclamo airado constante que de modo progresivo calentó el clima en tribunas y plateas.

Sionista redondeó un 20 % de Tres (4 de 20) y un 40 % de Dos (14 de 35), globalizando un 33 % de Cancha (18/55) a lo cual sumó 21 pérdidas.

Los titulares de Sionista anotaron 59 puntos. Los suplentes, solo 8.

Los iniciales de Lanús marcaron 32 puntos. Los relevos 45!!!.

Sionista convirtió 20 puntos abajo; Lanús 38.

Ambos anotaron 8 puntos de media.

Sionista marcó 18 puntos de Tres; Lanús 12.

Sionista encestó 13 Libres; Lanús 27.

Son números irrefutables. Irrebatibles salvo por alguna mente obtusa, soberbia e irracional que quiera solo depositar en los árbitros el revés de un equipo que fue un fantasma de aquel guapo, valeroso, bravo con el cual nos conmovimos el domingo al llevarse por delante a Boca.

Y no decimos con esto que el plantel de Svetliza haya sido cobarde. No. Eso sería una falta de respeto. Pero sí que jugaron diferente y ante la fricción y “medio foul” con el cual marcaron los “Granates”, especialmente en el segundo tiempo, en vez de devolver “gentilezas”, palo y palo, se recurrió a la queja constante al límite de lo fastidioso.

Fue tan inconducente la conducta de los jugadores locales que, a cada garrotazo o acción contraria (en especial de Taylor-Fernández o Prego) era un permanente alzar los brazos y gemir en vez de ir y en la próxima imponer respeto.

O peor aún, Diego Osella, un gladiador de mil batallas, jugó muy poco (menos de 6’), el “Caco” Colla, un tipo que ha soportado las guerras más duras y goleador por naturaleza, se quedó sentado otra vez todo el juego y uno ya piensa INEVITABLEMENTE  para qué está un hombre que podría dar una mano enorme solo por su experiencia y NO SE LO PONE.

O andando tan mal TODOS, no probar, no ensayar una variable con el pibe Rasio que casi nunca defraudó al menos para que entre y haga calentar a los del Gran Buenos Aires con un par de acciones “atrevidas”.

Pero aún más… En el tercer chico, hubo una falta a Levy quien con un codazo (creemos que circunstancial) lastimó el arco superciliar izquierdo de Juan Manuel Locatelli, debiendo irse al vestuario donde el Dr. Gustavo Gumpel le puso unos puntos y un vendaje oclusivo para que pueda seguir jugando.

Por esa acción sobraron protestas airadas locales y se cobró un técnico al banco que derivó en una escalada “Grana”.

Ahora bien…Locatelli retornó en el último chico a la bancada preparado para jugar (pese a la molestia de dolor/vendaje) en un momento donde se necesitaba notoriamente gol externo. No volvió a entrar.

No hubo reacción ni dentro ni fuera de la cancha y hasta se vieron algunos gestos molestos muy notorios entre jugadores y técnico.

Por eso es que la bronca para con la pésima gestión de Tarifeño y de Guzmán, solo hizo eclosión con la bravuconada de éste último que -INCOMPRENSIBLEMENTE- quiso “callar” con un empujón a Hure como diciéndole -empellón mediante- “andá a jugar…”.

Si no iba a calmar al ofuscado ala-pivote fraternalmente, le ponía técnico y punto, pero no sacarlo despóticamente.

Cabe aclararlo: Tarifeño nos tiene acostumbrados a labores defectuosas y sigue viniendo a Paraná cuando otros clubes sí saben “vetar” árbitros.

Pero el caso de Guzmán es distinto. Suele tener altibajos, pero nunca lo vimos tan dubitativo ante situaciones defensivas, y hasta nervioso. Como de modo fundamental, conocemos de él su lado carismático, cordial, no éste que “corre” a protagonistas con impulsos fuera de lugar y obviamente PROHIBIDOS.

En concreto, perdió Sionista y quedó casi afuera de la Reclasificación como peligra su ventaja de localía viendo lo sucedido éste martes y constatando que, en los dos últimos partidos, enfrenta a un Libertad de Sunchales urgido por ganar para quedar en los Cuartos de modo directo.

Pero no solo perdió un punto “de oro” el conjunto entrerriano. También quedó expuesto a que Guzmán y Tarifeño, junto al Comisionado Técnico Palacio, redacten un informe que pueda conspirar aún más con el Centro Juventud.

La especulación reside en si denuncian “intento de agresión” o “invasión al campo de juego”. El primero puede ir hasta la quita del único punto conseguido; el segundo, solo a una multa económica.

Lo que deberá Eduardo Bellón y Cia. es no solo evaluar el gesto intempestivo de Guzmán y actuar en consecuencia. En realidad, tiene que analizar detenidamente la actuación en líneas generales de los árbitros y cómo midieron con distinta vara los roces, fricciones o directamente golpes que se propinaron.

Es que si de decide cobrar “a la uruguaya” que haya uniformidad de criterios y lógicamente nos prepararemos para ver una onda Básquet Callejero al mejor estilo  Bronx, donde todo vale.

Sin ir más lejos, en el mismo cierre, entre Byro (jamás actuaría con mala leche Marianito) y Taylor, lo partieron al medio a Chris Hayes, y solo se sancionó una falta antideportiva. Era para expulsión y sanción por dos juegos como mínimo por los golpes alevosos. Y en esa escena es que Hure protesta airadamente y se lo ve a Guzmán mandando al “Cabrito” a que siga jugando pero en forma incorrecta, impropia de un árbitro. Aparte, extemporánea, en pleno epílogo y con todo un estadio en contra.

Claro que, la realidad fue que cada mano metida por Taylor -quien hasta se peleó y amenazó con golpear a Fernando Malara- fue vehemente.

Y vale la pena que en el entredicho entre jugadores “Granates” Santander comprendió que el “leñador” norteamericano era importantísimo fajando y creando espacios, por lo cual lo mandó al banco al ex Sionista en una medida discutible aunque plenamente respetable.

Buen arranque

Franco arrancó dominante en la base, penetrando y descargando en especial para Zilli, o hasta resolviendo él mismo.

Sin embargo, Victoriano también lideraba frente al arco contrario, donde movía los hilos para que la bola llegue limpia a Levy o Taylor.

Sionista se mantuvo al frente hasta el cierre con ventaja mayor de tres por la Sociedad Franco-Zilli & Cía. (Hayes), lo cual habla de la paridad de éstos 10 iniciales, pero en la última bola de la etapa Byro clavó una bomba terrible, shockeante que cambió la tendencia (18-20).

Se iba el primer cuarto con solo 3 hombres del local anotando y 6 de la visita distribuyéndose el goleo. La platea se ilusionaba en el recreo corto por lo que podría ser una victoria excepcional ante un equipazo.

El principio del final

En el segundo capítulo empezó la declinación paranaense. En menos de 2’ Lanús conseguía la primera luz (de 5, 20-25). Luego pasó a ser de 7 y después de 9. Fernández, Byro, Boccia, Taylor y Laprovittola fueron los actores estelares en orden de aparición.

Hure, Locatelli y Hayes intentaban contener a la visita, pero el esfuerzo era estéril. Los de Santander herían en todos los sectores y forzaban a que Sionista no tenga espacios confiables de tiro externo.

Así se fue la etapa o se accedió a los vestuarios en recreo largo con un 12-17 a favor de los forasteros que ganaban el scorer general por 30 a 37. Mientras, Flor Meléndez, el eximio head coach boricua de Libertad de Sunchales y la selección nacional femenina, se frotaba las manos viendo la discreta performance de su futuro rival y llegaba la hora o de irse a comer unos choripanes o conformarse con engañar la panza comiéndose unos ricos maníes.

Reacción y bajón simultáneos

Entre Hayes y Locatelli produjeron que el tablero se ajuste a 2  con un 5-0 que incrementó la ilusión entrerriana.

Todo estaba 35-37 pero de golpe el trío Taylor-Levy-Victoriano puso un parcial de 0-8 y modificó la tendencia otra vez llevando el scorer a un 35-45 que derrumbó a los de Paraná, calentándose a full el clima por el corte a Locatelli y los pitazos cada vez menos simpáticos para todos los espectadores más allá que algunos resignadamente esperaban la “Ley de la Compensación”.

Halles y Zilli trataron de mutar el destino pero Boccia, Byró y Laprovittola sentenciaron la victoria “Granate” sobre la media hora por 42-52.

Rumbo a la agonía

En un minuto, Lanús plasmó un parcial de 0-9 con gestiones de Laprovittola, Prego, Fernández, Boccia, estirando la ventaja a 18 cuando se cumplían 3’30”.

Hayes -pese a ser doblado continuamente-, Zilli y Rodríguez promovieron un lapso de 8-2 que achicó a 13 y el estadio explotaba aunque no alentando sino diciendo cómo debían definirse las pelotas (todos arengaban por recurrir al lanzamiento de 6m75) o insultando por cualquier cosa a los árbitros. Esto obligó a que Santander apele a un Time Out y refuerce más conceptos que los dados durante toda la contienda, en un despliegue incansable para cantar detalles o ajustes defensivos como si fuera un scouting en vivo y en directo.

Desde ese momento, todo fue doble a doble o con varias visitas a la Línea. No hubo variables sustanciales y lo peor llegó cuando ocurrió lo que les contamos. Los “sablazos” de Byro y Taylor a Hayes, la antideportiva sin descalificación impuesta por Guzmán, el empujón del juez a Hure cuando de última o le ponía técnico o empujaba a todo Sionista y echaba a todo el público ya que la condena fue GENERAL no solo del cordobés.

Dos Libres de Chris, un doble de Ale y dos Libres de Laprovittola. Final y Guzmán que se queda dando explicaciones a los jugadores anfitriones inútilmente, dirigentes de Sionista le recriminan su actitud reprobable de empujar a Hure, y de pronto se ve al Jefe de Equipo Marcelo Svetliza y a jugadores contener a alguien (no identificado), junto al círculo central de la cancha, y en le boca de acceso a la salida del rectángulo, la misma escena ya con férrea custodia policial y de Seguridad Privada.

Lo bueno…Todo bien entre los nacionales de ambos equipos y ambos técnicos. Saludos cordiales a la recíproca. Una muestra cabal que hubo hidalguía de los vencidos y respeto de los vencedores. El desarrollo caliente de los 40’ había quedado atrás.

Ganó bien Lanús. De eso no quedan dudas.

Reflexión

JAMÁS avalaremos la violencia. Pero, extrañamente, Silvio Guzmán fue notoriamente responsable de lo sucedido. No lo teníamos en éste tipo de actitudes y continuamos sorprendidos. Tal vez demuestre que es un buen tipo, admitiendo el error y aceptando cualquier tipo de sanción, como pidiendo las disculpas del caso. Aunque sobre todo confirmando que no hubo ningún tipo de agresión que complique aún más el panorama para los del Centro Juventud.

El mal partido contemplado por el vicegobernador de la provincia, José Eduardo Lauritto, el ministro de Salud, Ángel Giano, y el defensor de Patronato, Fernando Fayart, en cuanto a criterios empleados para sancionar la defensa “a medio foul” de los “Granates” quedó en la anécdota.

El no constatar al menos el codazo (SIN MALA LECHE pero infracción al fin) de Levy y sí sancionar una técnica al banco durante el tercer chico, y la falta ALEVOSA de la clausura sobre Hayes más el empujón a Hure terminaron de avivar el incendio.

MAL la invasión al campo de un simpatizante, MUY BIEN la Seguridad y EXCELENTE la conducta del Jefe de Equipo y de Pedro Franco, en especial, a la hora de sofocar cualquier intento de agresión.

El Comisionado Técnico José Palacio tiene la OBLIGACION de denunciar lo sucedido. Como ya dijimos, las cámaras de Canal Once con el relato de Dani Sánchez y los comentarios de Gustavo Agasse, desnudarán este miércoles a las 15.30 lo que pasó. Documento INCUESTIONABLE.

La síntesis

JUVENTUD SIONISTA (Paraná) 67-LANUS (Gran Buenos Aires) 77

Juventud Sionista (67): Pedro Franco 7, Ramiro Iglesias (x) 8, Juan Manuel Locatelli 5, Alejandro Zilli 17, Christopher Hayes 22 (fi); Patricio Rodríguez 4, Daniel Hure 4, Diego Osella 0 y Matías Fioretti 0. DT: Sebastián Svetliza.

Lanús (77): Lucas Victoriano 8, Cedric Moodie 6, Fernando Malara 0, Terrell Taylor 11, Jamaal Levy (x) 7 (fi); Nicolás Laprovittola 10, Mariano Byró 17, Gabriel Fernández 4, Adrián Boccia 10 y Diego Prego 4. DT: Silvio Santander.

Árbitros: Sergio Tarifeño y Silvio Guzmán. Parciales: 18-20, 30-37 y 42-52. Estadio: Juventud Sionista.

Fotos: Mariana Bourband.-