Sergio Lippi se acerca a Patronato
|El entrenador juninense Sergio Lippi podría convertirse en el nuevo director técnico de Patronato de Paraná. De este modo, reemplazará en el cargo a Diego Osella que optó por “ascender” aceptando la propuesta de retornar a Colón de Santa Fe.
Lippi y Gómez se reunieron este jueves y compite ahora con Daniel Garnero y Gabriel Schurrer). Si la dirigencia “Rojinegra” acepta las condiciones, el cuerpo técnico de Lippi será el mismo que tuvo en Sarmiento, o sea, Norberto Mastrángelo como ayudante de campo y Jorge Funes como preparador físico.
Sobre finales de octubre, Lippi había renunciado a Sarmiento de Junín tras 5 derrotas consecutivas.
El revés ante Brown de Adrogué fue la gota que rebalsó el vaso para que Sergio Lippi deje su cargo. Tras tres temporadas en el Verde, donde logró el ascenso a la Primera B Nacional en el 2012, el entrenador optó por dar un paso al costado.
Sus últimos pasos
Llegó el 1º de Julio del 2008, donde el equipo estaba en la Primera B Metropolitana. Lo dirigió por esa temporada, y en 40 partidos sumó 64 puntos (a 11 del puntero, y jugó el reducido). Enfrentó a Temperley buscando la segunda promoción de ascenso, le ganó y luego le tocó Defensores de Belgrano: cayó en la serie y el 30 de Junio del 2009 dejó su cargo.
Luego pasó por Douglas Haig (16/7/10 – 2/5/11) y lo ascendió al Argentino A. Tras la salida del Fogonero, rápidamente volvió al ‘Verde’. En la B Metro consiguió el ascenso a la Primera B Nacional, un logro importante para Sarmiento que no se le daba desde la 2003/04 donde participó de la Segunda División. Con 80 puntos, siete más que el escolta Colegiales, Lippi se convirtió en parte de la historia del elenco juninense.
En su primer campaña en la B Nacional sumó 58 puntos, ganándole a ‘grandes’ de aquella como Rosario Central y Gimnasia. En la segunda, y con varios jugadores importantes que se fueron, llegó a dirigir sólo 13 encuentros y hoy presentó la renuncia. Alcanzó la suma de 14 unidades, con cinco derrotas consecutivas. A pesar de los malos momentos, los hinchas se reunieron en la puerta de su casa apoyándolo y el salió a agradecerles.
La comisión directiva y los hinchas habían mostrado un sólido respaldo al DT. Incluso un nutrido grupo de simpatizantes se acercaron a la casa de Lippi para demostrar su apoyo, paradójicamente tras caer ante Patronato. Sin embargo, la derrota ante Brown precipitó la salida de uno de los técnicos más exitosos en la historia del Verde juninense.
Máximas de Lippi
“Soy un entrenador vocacional, me gusta entrenar y tengo un alto espíritu amateur con una vasta experiencia en conducción de grupos pero a la vez tuve una irrelevante carrera como jugador”, se autodefine el propio Lippi.
Los que lo vieron jugar lo definen como un central rubio, elegante y efectivo en el fondo. Las malditas lesiones lo obligaron a dejar la actividad y dedicarse al Plan B: ser DT.
“El fútbol me exige estar preparado todos los días. No vendo humo y no me gusta la mentira”, enfatiza.
Lippi se preparó desde niño para ser entrenador y no técnico. Hay muchos técnicos que nunca llegarán a ser entrenadores. El lo logró. Primero siendo futbolista, luego profesor de escuela, rol que le enseñó a ser un formador y docente; el curso de entrenador, potenciado por su experiencia de jugador, sirvió para explicar y aplicar conocimientos tácticos en todas las divisiones, desde la Liga Deportiva del Oeste hasta la Primera División.
Como si fuera un ajedrecista, estudia a los rivales con videos hasta cualquier hora y con más de 50 bajo el lomo, dice que quiere seguir aprendiendo, estudiando y sorprendiéndose con el fútbol, su gran amor y pasión.
Osvaldo Zubeldía decía que “a la gloria no se llega por un camino de rosas”, y sin duda que fue así para él. Sergio siempre “trabajó” para lograr sueños. Pocos colegas dan un paso hacia atrás y eligen el rol de ayudante. El perfil bajo, su gran virtud, lo unió a Héctor Rivoira para aprender más de la cocina grande del fútbol.
Ese paso le sirvió para abrir grandes puertas, muchas puertas, pero en especial una difícil: la de su Junín natal. Una ciudad complicada y exigente para los propios juninenses que observan y analizan de una forma mucho más dura que con los de “afuera”.
Y ahora está a punto de desembarcar en Patronato, el más grande de la Provincia de Entre Ríos, una plaza también complicadísima. Veremos si llega y si logra imponer su filosofía, en especial a una dirigencia, por momentos, contradictoria.