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Roberto Fabián Ayala jugará en Marruecos el Mundial de Footgolf

El entrerriano Roberto Fabián Ayala, el Ratón, no necesita presentación. Fue uno de los defensores más destacados de las últimas décadas, capitán de la selección y mundialista en Francia 1998, Corea-Japón 2002 y Alemania 2006. Además, con la camiseta albiceleste ganó dos medallas (plata y oro) en los Juegos Olímpicos de Atlanta y Atenas respectivamente. Tras un breve paso como mánager, el ex futbolista encontró hace 2 años una nueva pasión que lo mantiene competitivo: el footgolf, consagrándose campeón argentino de la AAFG. Ahora jugará en diciembre el Mundial de Marruecos.

 

“Tengo la fortuna de haber podido clasificar directo por haber sido jugador de fútbol y de selección. Eso hizo que tenga el pase directo. Varios cupos de los argentinos se van a decidir de la liga profesional y de otros torneos. Además, hay una selección nacional que nos va a representar en el Mundial por equipos, independientemente de lo individual. El seleccionador puede elegir a los jugadores que crea necesarios, más allá de los que jueguen individual, que pueden coincidir o no. Va a ser una delegación importante la que va a viajar”, contó el talentoso zaguero.

 

“Sé que hay un nivel muy alto afuera con muy buenos jugadores. Las canchas en las que nosotros jugamos no son las que vamos a jugar el mundial, pero hay que adaptarse a todo. Esto es lo primero que tengo, pero yo me propuse algún día ganar un ‘Major’. Hay un world tour que jugamos con cinco de estos torneos en distintos continentes y me gustaría ganar uno. En Francia estuve cerca y tengo una deuda pendiente”, destacó Ayala.

 

En cuanto a la sponsorización del footgolf, Ayala reveló que “Está complicado para los chicos porque no hay un apoyo fuerte para bancarse con ayuda de sponsors los viajes. Mi realidad es otra ya que puedo elegir torneos y viajar. Pero el deporte aún no pisó fuerte como para generar un sostén y que puedan dedicarse solamente a él. Los jugadores laburan, lo hacen por hobby y cuando pueden ahorrar es para ir a jugar torneos afuera. Si bien hay competencias que reparten un poco de dinero, es difícil. Por el momento se la rebuscan para poder seguir, pero de a poco el deporte va creciendo”.

 

Sobre el proceso de adaptación a la nueva disciplina, detalló: “el tema de controlar la fuerza, leer el hoyo en donde tendría que quedar la pelota. Tener mejor lectura del juego para no arriesgar el par, porque si bien el juego consiste en hacer menos golpes, hay que tratar de siempre estar en el par y cuando se pueda bajar, bajar. No arriesgar un tiro que va a hacer que arruines una tarjeta. Todo eso es lectura de juego. La diferencia del futbolista es que ya la fuerza y la dirección la tiene, puede utilizar distintos golpes. Hay juegos que son más para zurdos y al manejar mi pierna izquierda siento que eso es una ventaja. Pero es un juego de cabeza, de concentración en los 18 hoyos.

 

En el tramo final de la jugosa charla con los colegas de Clarín, Ayala puntualizó: “la pelota basta que sea reglamentaria, número cinco. Podés jugar con cualquiera: nueva, vieja, desinflada, muy inflada, lo que sea. Hay unas pelotas con las que se jugaron acá del 2010 al 2012, una serie termoselladas que para este juego son las mejores porque ruedan más y tenés más control. Son diferentes a las que hay hoy. Pero si uno tiene la patada y buena lectura del hoyo puede jugar con cualquiera. Tener la pegada es una ventaja. Después, es un juego de precisión. Yo le voy a dar un pase a la bandera o al hoyo. No va a haber un compañero que la pare, por lo que tengo que medir la fuerza, la caída, el césped, qué tipo de terreno hay. Si corre mucho, si no corre, si hay viento… Son muchos factores a la hora de hacer un golpe”.