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Productores agropecuarios inquietos por el alza de tasas

La turbulencia desatada por la corrida financiera, que derivó en una escalada del dólar y la elevación de las tasas de referenci al 40%, puso en alerta no solo a pymes industriales sino también a buena parte del sector agropecuario.

 

El encarecimiento del costo el dinero pega fuerte en los productores, sobre todo en los que perdieron buena parte de la cosecha por la sequía y que necesitan fondos para encarar la nueva campaña fina y también a los tamberos, que por la propia actividad requieren de liquidez casi constante en un contexto con suba de costos a la par del dólar, la inflación e ingresos que no mejoran, en medio de un mercado interno en retracción.

 

“Por ahí muchos creen que con la suba del tipo de cambio, al campo le conviene porque le va mejor, pero hay muchos productores y sectores muy complicados”, consideró Juan Manuel Garzón, coordinador del área agroindustrial de la Fundación Mediterránea.

 

Entre ellos mencionó a las actividades con producción mensual (como sería la lechería y la avicultura) como las más perjudicadas por el encarecimiento del costo del financiamiento.

 

Son justamente esos sectores los que demandan mayores créditos, principalmente con sus proveedores y clientes, a la vez que son los que utilizan herramientas como el descuento de cheques, suspendido esta semana por el Banco Nación (dicen que volverá la semana próxima) para hacerse de efectivo.

 

También a los que sufrieron pérdida total o parcial de soja o maíz por la sequía y que ahora deben afrontar la nueva campaña y necesitan acceder a financiamiento.

 

De acuerdo con las estadísticas de préstamos por actividades del Banco Central, comentó Garzón, la agricutura extensiva e intensiva y la cría pampeana tenían créditos tomados por u$s 8600 millones a fines de 2017. Y es la deuda a la que suele someterse a un rollover permanente.

 

“Con estas turbulencias, saltan la preocupación y los problemas de aquellos tienen vencimientos que afrontar, para los que el financiamiento se encareció mucho”, expuso. Ejemplificó con que hay productores que aprovecharon la soja disponible a $ 7200 la tonelada o el maíz en $ 4200 para “vender algo” de su cosecha y hacerse del dinero necesario para afrontar vencimientos en las próximas semanas sin necesidad de recurrir al financiamiento, tanto bancario como de otras fuentes, más caro.