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¿Por qué se habla tan poco de Política Deportiva?

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- En las próximas horas se cristalizará la asunción del nuevo presidente de la Nación, Alberto Fernández. En nuestra provincia se procederá al inicio de una nueva gestión de Gustavo Bordet, y en Paraná se cristalizará el desembarco de Adán Bahl, como flamante intendente. Pasaron campañas en las que poco o nada se habló de Política Deportiva. Raro… Extraño… Como si todo estuviese genial.

 

Somos un Pueblo que se llena la boca hablando del talento de nuestros cracks. Un país que se paraliza por Clásicos o Derbys. Una Nación en la cual nacieron Juan Manuel Fangio, Carlos A. Reutemann, Oscar y Juan Gálvez, el “Flaco” Juan M. Traverso; Emanuel Ginóbili, Luifa Scola, el “Chapu” Andrés Nocioni, el “Pichi” Oscar Campana y Marcelo Milanesio; Carlos Monzón, el “Toro Salvaje de las Pampas” Luis Ángel Firpo, Pascualito Pérez, Nicolino Locche, Víctor Emilio Galíndez, Santos Benigno Laciar, el “Látigo” Juan Martín Coggi; Diego Armando Maradona, Lionel Messi, “La Saeta Rubia” Alfredo Di Stéfano, Ángel Labruna, “El Bocha” Ricardo Bochini, “El Matador” Mario Alberto Kempes, Juan Román Riquelme, Carlitos Tévez, “El Líder” Javier Mascherano; Guillermo Vilas, Gabriela Sabatini, David Nalbandián, Juan Martín del Potro; Las Leonas, Luciana Aymar; Los Pumas, Hugo Porta, Agustín Pichot, Felipe Contepomi; Roberto De Vicenzo y Eduardo Romero; Hugo Conte; Adolfo Cambiasso, Juan Carlos Harriot; Luis Nicolao, Alberto Zorrilla y Jeanette Campbell; Ricardo Ibarra y Alberto Demiddi; Daniel Martinazzo; Marcelo Alexandre, Juan Curuchet y Walter Pérez; Nora Vega; Carlos Espínola; Osvaldo Suárez, Juan Carlos Zabala, y Delfo Cabrera; Sebastián Crismanich, entre tantas glorias inolvidables de ayer, de hoy, de siempre…

 

Tenemos representante del básquet en la NBA, como en la NCAA, en el círculo privilegiado europeo, en Asia, en las principales Liga de Sudamérica; contamos con los futbolistas mejores pagos del mundo a lo largo y ancho del planeta; somos admirados por nuestro polo, nuestro rugby, nuestro hockey sobre césped y tantas disciplinas más en las cuales contamos con embajadores de altísimo nivel.

 

Pese a ello, poco, o NADA se habló de Política Deportiva en campañas.

Más de tres décadas de democracia ininterrumpida y sigue sin instalarse en las agendas políticas el deporte como Cuestión de Estado.

 

Eso sí… continúan los funcionarios y comunicadores obsecuentes de turno llenándose la boca hablando de subsidios, becas o esporádicos “planes de desarrollo”. Y hasta se reúnen en Foros donde NADA NUEVO se cristaliza y/o ejecuta.

 

Nuestros políticos da la sensación que no saben cómo otorgarle al Deporte el espacio de debate ideal para potenciar todo lo bueno realizado y corregir el rumbo donde deba enderezarse.

 

Hace años que clamamos por una Política Deportiva consistente, consensuada, coherente, con acciones que perduren en el tiempo y sean inquebrantables a la ineptitud, a la incompetencia, a la incapacidad, a la soberbia o terquedad de ciertos funcionarios de turno.

 

Lo paradójico es que al deporte se lo termina utilizando demagógicamente, se abusa de su nobleza, y se lo usa para distraer la atención del Pueblo consumidor del “Pan y Circo”, aunque absorba cada vez menos pan por el costo del mismo.

 

Para los funcionarios argentinos hablar sobre Política Deportiva es sinónimo de palabras pletóricas de anhelos, de saludables convicciones, de elogiables perspectivas, aunque en verdad lo que se reedite es el tratar viejos proyectos incumplidos.

 

Más de una década de Gestión Kirchnerista. Luego… Cuatro años de Cambiemos. ¡Vaya si se pudo cristalizar tanta grandilocuencia discursiva en cuanto a la REAL problemática que afecta a nuestro deporte desde hace épocas remotas!

 

Observemos hace cuántos años las diversas estructuras deportivas argentinas contienen, conservan a casi idénticas autoridades o referentes.

 

No es la primera vez que lo decimos… Sin ir más lejos contemplemos al Comité Olímpico Argentino, evaluemos a la Secretaría de Deportes de la Nación, estudiemos detenidamente cómo se gestó y desarrolló el ENARD. Analicemos las estructuras estatales provinciales y comunales en materia deportiva. Podrán apreciarse interesantes coincidencias.

 

Tracemos imaginarias líneas de contacto entre cargos de estructuras orgánicas de Secretaría de Deportes de la Nación, ENARD, COA, Gobierno de la Nación, Gobiernos Provinciales, Federaciones, Asociaciones y Clubes … Veremos MÁS DE LO MISMO no solo durante la “Década Ganada”, el mandato Macrista, sino con sucesiones interminables de otras épocas.

 

Ello confirma que, quizás, tal vez, en dichas estructuras NO SE DESEMPEÑEN las personas MÁS CAPACITADAS sino las afines a una idea o color, esencialmente, compañeros o camaradas de militancia en distintos ámbitos y etapas de la vida.

 

Falta autocrítica. Es rotunda la carencia de sensatez para no ser CLAROS, PRECISOS y dejar de darle a la labia, a la facundia ya intolerable.

 

¿Se hizo algo en poco más de tres lustros? ¡Sin dudas! Hubo trabajo, hubo esfuerzo, hubo dedicación. Pero concebimos que se pudo hacer MUCHO MÁS si cada Organismo se hubiese nutrido de TÉCNICOS, de IDÓNEOS, de ILUSTRADOS y/o se hubiera procedido a aprovechar tantos viajes, tantos contactos, tantas conexiones, tantos auspicios para FORMARSE, CAPACITARSE, CORREGIRSE, PERFECCIONARSE. Solo pocas innovaciones de forma; escasas transformaciones de raíz.

 

Demagógicamente, se prometió promover el desarrollo del deporte, fomentar el deporte social, impulsar la formación y capacitación de los recursos humanos, como ordenar y controlar la actividad deportiva en el país.

Sin embargo, NADA se divulgó o fue una misión utópica cosechar la información pertinente y todo quedó en aguas de borraja, con la complicidad de un periodismo absorto, abstraído, exclusivamente por lo profesional, por el alto rendimiento.

 

Así, salvó ante la inminencia de citas ecuménicas, o en el saldo de medalleros, EXIGUOS espacios se aportaron en las tribunas informativas o de opinión de mayor peso.

Ni que hablar en las provincias, en el Interior profundo. Hablar, subjetivizar, opinar, analizar o más DELICADO aún, CRITICAR la Política Deportiva implementada por el Estado es quedar absolutamente SEGREGADO del colectivo periodístico y hasta te puede provocar dolores de cabeza.

 

Por lo tanto, las autoridades, los responsables de ejecutar las políticas, planes y programas vinculados al desarrollo integral del deporte en todas sus etapas, modalidades y niveles de competición y de la recreación en todas sus formas y modalidades, tuvieron un cheque en blanco en sus manos para hacer lo que se les antoje.

¿Hubo planes, programas y proyectos destinados al fomento del deporte? SÍ. La respuesta es AFIRMATIVA. Ahora, ¿cuál fue el saldo? Lo ignoramos por completo. O mejor dicho… Vemos los clubes como están, las asociaciones, las federaciones, el propio deporte escolar, y elocuentemente los resultados NO SON HALAGÜEÑOS.

 

¿Se incentivó a los deportistas, en procura de alcanzar altos niveles a nivel internacional? RETÓRICAMENTE, SÍ. Oratoria pura. ¿Hechos? Respondemos y/o ampliamos con otra pregunta: ¿dónde está la nueva generación de GLORIAS del deporte argentino? ¿O algún caradura podrá omitir, obviar, cuántas amarguras, carencias, obstáculos han sorteado admirablemente nuestros embajadores?

 

Dos preguntas en una: ¿Se fomentó y apoyó la recreación, como modo de equilibrio y estabilidad social, como así también las actividades físicas relacionadas con la utilización del ocio y el tiempo libre, en contacto con el medio natural? Creemos que ese puede ser uno de los grandes LOGROS aunque paradójicamente EROGANDO LA DÉCIMA PARTE del presupuesto otorgado a Federaciones con representación de deportistas profesionales.

 

¿Se impulsó el desarrollo del deporte de base en todo el territorio de la Nación, en coordinación con los organismos nacionales, provinciales, municipales e instituciones privadas? Optaremos por expresar: “no se notó”. Y vale la pena repreguntar ¿cuántos nuevos ÍDOLOS surgieron?

 

¿Se controló la infraestructura y seguridad de las instalaciones deportivas? ¡NO! Tajante. Con mayúsculas e imperativamente. Fue un ENORME FRACASO y hasta podemos concebir que con cierto tufillo a OBRAR ESPURIO. El CeNARD es uno de los ejemplos primordiales. Aunque de esto… NADIE HABLE.

 

¿Se licitó convenientemente y/o se adquirió adecuadamente equipamiento deportivo? Por los frutos obtenidos, pareciera que NO. Y reafirmamos… El Organismo nacional a cargo se encargó de “silenciar” la concepción periodística con peso suficiente.

 

¿Se ejecutaron programas de promoción y desarrollo del deporte de alto rendimiento en base a los estándares internacionales para cada disciplina? Acentuamos la idea… Discursivamente, SÍ. Del dicho al hecho… ¡NO! Resultados a la vista.

 

¿Se fijaron las modalidades y condiciones que deberán cumplir las instituciones deportivas para recibir el apoyo económico destinado al cumplimiento de las metas que se establezcan para las distintas disciplinas deportivas? SÍ. Pero HUBO DEMASIADA PERMISIVIDAD por un lado (premiándose a entidades NO EN REGLA) y se RETRASÓ el envío de fondos para otros.

 

¿Se coordinaron y ejecutaron con los Gobiernos provinciales y las entidades federativas nacionales o locales, programas de captación y desarrollo de talentos deportivos, cuidando para tal fin los principios éticos y pedagógicos correspondientes? SÍ… El punto en cuestión es ¿por qué NO HUBO seguimientos y difusión de los beneficios alcanzados?

 

¿Se promovieron actividades recreativas y competencias deportivas en el ámbito de la educación formal en todos los niveles y jurisdicciones a fin de preservar y fomentar las oportunidades formativas que brinda el deporte y participar en la organización de actividades deportivas para grupos específicos como adultos mayores, discapacitados y niños? Si se habla de los Juegos Evita, la respuesta es SÍ. Pero… ¿Alcanza con ello?

 

¿Se elaboraron criterios para entrenadores y deportistas, cualquiera sea su nivel competitivo, referidas al cuidado de la salud y en la mejora del rendimiento, arbitrando las medidas necesarias para facilitar su acceso a técnicas generales y específicas de entrenamiento con aplicación de las normas médico-sanitarias, en especial las referidas a la prevención y control del uso indebido de drogas? Por la NADA misma informada, por la NULA divulgación de ello, debemos considerar que NO. Quizás sí, pero NO SE PROPAGÓ con eficiencia.

 

¿Se fomentaron eventos deportivos de participación masiva, cuya repercusión permita a la población valorar la práctica deportiva como una opción productiva del uso del tiempo libre, cuya difusión ubique favorablemente al país para la organización de eventos deportivos internacionales? La primera parte tiene por respuesta un SÍ con mayúsculas. La última un NO rotundo. Simplemente porque, volviendo al tema infraestructura, basta repasar cuántos estadios se han inaugurado en los 12 años de Kirchnerismo y los 4 del Macrismo… ¿Cuántos Centros de Alto Rendimiento…? ¡Patético!

 

¿Se instrumentaron planes de mantenimiento y mejora de las instalaciones y predios bajo jurisdicción de la Secretaría de Deportes? Por lo que NADA se dijo a través de medios de Prensa o merced al alcance masivo de las Redes Sociales, da la sensación que NO.

 

¿Se planificaron, promovieron y tramitaron la construcción de infraestructura deportiva y coordinar con las entidades y Gobiernos provinciales con respecto a ella? ¡No! Otra deuda tajante. Otra VERGÜENZA.

 

¿Qué faltó? HONESTIDAD. SINCERIDAD, FRANQUEZA. Integridad para decir “¿queremos avanzar…?  Bueno… condensemos lo bueno hecho y lo que NO SE HIZO. Saquemos conclusiones acerca de lo que NO HICIMOS y POR QUÉ NO LO HICIMOS…  Evaluemos qué PROMETIMOS, qué LANZAMOS, qué nos PROPUSIMOS, y QUÉ CONCRETAMOS. Solo a partir de una MEMORIA precisa y DIGNA podremos dar esos pasos adelante que no dimos sin seguir prometiendo lo que en algunos años se convertirá en otra MENTIRA MÁS, en otra DEUDA DE GESTIÓN”.

 

Pero no… está más bueno seguir afianzado en un cargo jerárquico, viajar por el país, por el mundo, y ostentar un PODER irresistible que en diferentes escenarios de la vida cotidiana implica un password de Libre Acceso a infinidad de puertas que para cualquier ciudadano común cuestan abrir o son casi imposibles de sortear.

 

Debe comprenderse que no alcanzan dirigentes deportivos, profesores de Educación Física y/o deportistas/entrenadores/formadores en actividad o retirados para hacerse cargo de funciones inherentes a la Política Deportiva.

 

Se necesita el aporte de médicos deportólogos, de abogados, de contadores, de ingenieros, de arquitectos, de sociólogos, de comunicadores, investigadores, expertos en Tecnología, expertos en Seguridad, etc…

 

Y sobre todo se necesita COJONES para admitir que, más allá de cualquier clase atisbo de avance o evolución, al lado de tantas potencias seguimos ESTANCADOS y que se precisan AGALLAS para modificar tanta holgazanería de quienes MUCHÍSIMO podrían hacer y NO HICIERON.

Entonces… ¿No estaba bueno que SE HABLE al menos UN POCO de Política Deportiva??? Una verdadera pena. Pudieron dar el gran paso, un paso HISTÓRICO. Un paso EJEMPLAR. Priorizaron otros temas.