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Por inflación y tasas altas, se desplomó la venta de electrodomésticos

El sector de electrodomésticos vive uno de sus peores años. Luego de registrar un muy buen primer trimestre en ventas y un aceptable semestre, las ventas comenzaron a caer en junio, tras la primera devaluación, y a derrumbarse en septiembre, por la fuerte suba del dólar en agosto.

 

La pérdida de poder adquisitivo, el alza de precios por inflación y devaluación del peso y, sobre todo, las altas tasas financieras impactaron de lleno en el sector, que en septiembre registró una baja interanual de 32% en las ventas en unidades, aunque algunos productos de gran peso en facturación padecieron bajas aún mayores, cercanas al 40%, según un informe de la consultora GfK. Todo indica que en octubre se vivió una caída similar y, en algunos artículos, incluso mayor.

 

Línea blanca, por ejemplo, cayó un 31% en unidades, con bajas de 36% en heladeras y 38% en lavarropas. La venta de televisores se redujo 38,4% tras el Mundial de fútbol, cuando creció en tiempos donde otras categorías caían. Más fuerte aún es el impacto en notebooks, con un retroceso del 58% interanual en septiembre, en virtud de ser todos productos importados, tras la eliminación de los aranceles en abril de 2017. Por igual motivo, cayeron un 36% las consolas de videojuegos.

 

Entre enero y septiembre, el mercado se redujo sólo 1% en unidades, gracias al buen desempeño del primer semestre, sobre todo de los primeros tres meses, y de las buenas ventas de televisores LED por el Mundial. Pero, aseguran cadenas y expertos en el sector, el año cerrará en rojo, por la fuerte caída en ventas registrada desde septiembre.

 

“En línea blanca la caída en octubre es incluso mayor”, comentó Eduardo Echevarría, gerente de proyecto de Línea Blanca de GfK. “Hay una pérdida de poder adquisitivo generalizaba. Los precios subieron significativamente y para los consumidores es difícil comprar algunos productos con el salario. Las cadenas lo sufren; en un contexto de alza de impuestos y servicios es difícil manejar una caída del 30% en ventas. También es complejo para los fabricantes. Para las Pymes es un escenario inviable. Todo indica que esta caída se mantendrá en estos dos últimos meses. Los precios son altos y financiar las ventas es imposible, por las altas tasas”, agregó Echevarría.

Las tasas afectan no sólo a los créditos al consumo; los comercios reducen su inventario, ante el alto costo, y se alargan los plazos de pago. Los fabricantes se ven doblemente afectados: caída del consumo y menor compra de los canales, que reducen su stock al mínimo.

 

Desde los comercios admitieron esas fuertes bajas y notaron un cambio en el consumo. “En septiembre no sólo se vendió en menor cantidad, sino que además fueron productos más baratos, de menor ticket promedio. Hubo un cambio de mix hacia productos más baratos por un presupuesto más acotado de la gente. Por suerte en octubre se empezó a revertir ese cambio, en parte porque en el CyberMonday se suelen comprar productos más caros”, explicaron desde una cadena de electrodomésticos.

 

El alza de precios pesa y mucho. Los productos importados, como notebooks y consolas, aumentaron a la par del dólar. Otros que se fabrican localmente dependen de insumos importados. Por ejemplo, “línea blanca aumentó un 60% sus precios en un año. Una heladera básica costaba $ 10.000 hace un año y hoy está unos $ 15.000 o $ 16.000”, dijo otra fuente del retail. Las consolas de videojuegos, en tanto, pasaron de $ 15.000 en 2017 a entre $ 25.000 y $ 30.000 este año.

 

Según datos de GfK, los precios de los productos vendidos aumentaron un promedio de 46% interanual en septiembre. En este porcentaje incide no sólo el alza de precios, sino también los productos elegidos. Así, si el ticket promedio se redujo por un cambio de mix hacia artículos más baratos, la suba de precios por producto fue, en realidad mayor al porcentaje medido. En el caso de línea blanca, el alza fue de 46% y en informática, de 40%.

Para 2019, las expectativas no son muy alentadoras.

 

“Es un año electoral, pero al menos hasta mayo o junio no se vislumbra ninguna variable de mejora. Quizás con las paritarias a mitad del año y el ingreso del dinero del agro por la nueva cosecha descompriman un poco la situación”, comentó Echevarría. “Si no hay recuperación del poder adquisitivo, lo veo muy difícil”, dijo un ejecutivo de una importante cadena. “Quizás los nuevos acuerdos de paritarios alienten un repunte y si el dólar no sube ayudará a mantener precios. Esperamos que en diciembre la caída no sea tan fuerte”, agregó.