Pese al receso, a las vacaciones, los Cacerolazos se hacen sentir cada vez más

Los Cacerolazos opositores a Macri tienen casi nulos espacios en canales como TN, El 13, y Telefé, o en las web del Grupo Clarín y algún que otro medio Anti-Kirchnerista o sobre todo, Pro Cambiemos. No obstante, poco a poco estas muestras de fastidio colectivo van hallando segundos en Crónica, Canal 26, C5N y América 24.

 

Para millones de argentinos enero es un mes en el cual se recargan las pilas con miras a lo que será el año entrante.

Y en verdad, más allá de la crisis innegable en materia socio-económica, de la incertidumbre respecto a lo que viene en cuanto a inflación, precios, tarifazos, devaluación, dólar, tasas, son miles y miles los que viajan con distintos destinos, y restan así contundencia a las expresiones discordantes con el Gobierno de Mauricio Macri.

 

Pese a esto, los Cacerolazos a lo largo y ancho del país comienzan a captar la atención de algunos medios.

Obviamente, que en otros, se evita difundir las reacciones incipientes de pleno rechazo a la gestión presidencial y gubernamental de Cambiemos.

 

En no tan lejanas épocas de mandato “K”, las manifestaciones contrarias a CFK atiborraban las programaciones de canales de masiva repercusión que hoy parecieran evitar voces irritadas o el clamor de miles de vecinos decepcionados, desilusionados por un presidente indolente, indiferente, impasible y/o insensible a la expresión encrespada que le exige un cambio de rumbo urgente o lisa y llanamente que se vaya.

 

Macri está tomando de su propio brebaje. Sus consejeros, en especial el ecuatoriano Jaime Durán Barba, pergeñaron un plan Anti K casi perfecto para mancillar, para defenestrar al Kirchnerismo y engañar con promesas que jamás se iban a cumplir.

Ineludible recordar cómo se fustigó el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, cómo de modo preponderante, cierta Prensa de altísima repercusión se encargaba de poner una puesta en escena dramática en cada protesta, y el guión era harto tendencioso.

 

Con estos Cacerolazos, con estas asonadas, el PRO y/o Cambiemos fueron abonando el terreno para lo que luego serían las elecciones.

No hubo piedad, no hubo compasión. Cada móvil de TN, El Trece, los fotógrafos de Clarín, de La Nación y obviamente las Redes Sociales mediante un batallón de “Trolls”, se encargaron de fustigar la hegemonía K y acicatearon la búsqueda de un “Cambio”.

 

Obvio… el Kirchnerismo hizo lo suyo con flagrantes errores u horrores inherentes a corrupción, por lo cual no fue tan complejo desestabilizarlo, y así terminó.

Hoy, la historia se reedita. Pero la elocuente diferencia es de qué lado están aquellos “grandes” medios periodísticos, y el cómo se ha blindado a Macri en Twitter, Face, e Instagram.

 

Sin embargo, son cada vez más los habitantes, los pobladores de este bendito suelo argentino, que se sienten estafados por Macri, y no tienen pudor en reconocer el error que cometieron en confiar en él.

El “Ruidazo Nacional” va en crecimiento y ya no pasa desapercibido. Quizás en menos de lo que cualquiera se imagina, la desaprobación sea multitudinaria y el hit contra el presidente se escuche cada vez más fuerte, al unísono, a lo largo y ancho de la república.