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Pese a los congelamientos, la inflación de diciembre podría superar el 4 por ciento

Las estimaciones de inflación de diciembre muestran que la cifra podría superar el 4,3% de noviembre. Las mediciones privadas van del 3,2% al 4,5% cuando días atrás se ubicaban cerca al 4%, a pesar del congelamiento en los peajes, las tarifas y el freno a la suba de las naftas.

 

Desde la consultora EcoGo, por ejemplo, ubican a la inflación en el 4,5%, en tanto que las de Elypsis la estiman en al menos 4,2% y las de Seido en el 3,2 por ciento.

 

“Veníamos proyectando 4% de inflación para este mes, y si bien nos falta computar todavía lo que paso la última semana que estamos terminando de procesar, por como vinieron las anteriores, creemos que vamos a estar en un piso de 4,2%”, dijo la economista Victoria Giarrizzo, directora de Elypsis.

 

“Este mes, más allá de los precios que vienen siguiendo un comportamiento parejo -por ejemplo alimentos y bebidas, donde en promedio todas las semanas estamos viendo que un 10% de los precios que relevamos suben-, en otros sectores hubo muchos productos que tuvieron comportamientos dispares. El fuerte salto del dólar blue hizo reaccionar algunos precios”, agregó.

 

En tanto, Federico Furiase, director de EcoGo, destacó el impacto del precio de la carne para que este mes la estimación de precios minoristas de su consultora arrojara una variación del 4,5 por ciento.

 

“A pesar del anclaje de las tarifas, este mes impactan la inercia de los precios de noviembre y el precio de la carne, aunque para enero y febrero vemos que hay chances de que el ritmo de inflación desacelere a la zona del 3% si se mantienen sin subas las tarifas, el dólar y los combustibles”, aseguró.

 

Mientras que el economista en jefe de Seido, Gabriel Zelpo, quien midió 3,2% destacó que el hecho de que los precios regulados subieran menos de lo esperado colaboró a bajar la inflación.

 

De esta forma, el año cerraría con una suba del Índice de Precios al Consumidor de entre el 53% y el 55%, el más alto desde la salida de la convertibilidad.

 

“En definitiva, algo de calma llegó por el tipo de cambio fijo y las tarifas planchadas (no avanzaron con subas de combustibles y congelaron el resto de tarifas por 180 días). Es la vieja fórmula, pero no dura para siempre. Se tienen que mover rápido hacia otro programa”, advirtió Zelpo.

 

En este punto coincidieron tanto Giarrizo como Furiase, para quien, es importante que el dólar no quede atrasado y no se pierdan ni el superávit comercial ni se agrande el déficit fiscal. Al fin y al cabo, solo por el congelamiento del transporte en el Área Metropolitana de Buenos Aires se deberán pagar unos $60.000 millones de subsidios.

 

“Hoy por hoy el congelamiento ayuda a contener los precios, pero no es la solución a la inflación. Hay que ser muy cuidadoso en adelante, porque van a quedar precios atrasados en un contexto donde el resto de los precios que no se congelan van a seguir subiendo y eso implica que los que si se congelan van a tener que subsidiarlos porque sus costos de producción seguirán subiendo”, dijo Giarrizzo en relación al deterioro de las cuentas fiscales.

 

A su vez, en el frente externo, Furiase advirtió que “El riesgo es que la política se engolosine con el ancla del dólar oficial y las tarifas y que eso vaya deteriorando los equilibrios macroeconómicos básicos, y a la vez, generando distorsiones de precios relativos que pasen factura en la brecha cambiaria, las expectativas de inflación y las exportaciones”.

 

“Por eso es central reconstituir una curva de pesos para renovar los vencimientos en moneda local y descomprimir presión en la brecha cambiaria en un contexto de fuerte emisión monetaria por la compra de dólares del BCRA y los adelantos transitorios al Tesoro nacional. Para esto es clave sostener la consistencia fiscal y monetaria y no ir muy rápido en la baja de la tasa de interés”, agregó el economista.