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Nuevo hit K: “el que no salta tiene cuenta en Panamá…”

Anoche, en la coqueta esquina de Juncal y Uruguay, La Cámpora y cientos de militantes organizaron una batucada frente al domicilio de Cristina Fernández de Kirchner, que salió a saludar y bailar desde el balcón de su departamento del quinto piso valuado en u$s 500.000. Mañana debe declarar frente al juez Bonadio. “Hay que saltar, hay que saltar, el que no salta tiene cuenta en Panamá” es el nuevo hit kirchnerista.

 

Eran las 23.25 cuando Cristina Kirchner apareció anoche en el balcón del quinto piso de su departamento de Recoleta para saludar, bailar y agradecer brevemente el apoyo que le brindó la militancia kirchnerista, con una vigilia que había empezado casi cinco horas antes y que transformó por ese lapso de tiempo de manera radical la tranquilidad del barrio.

 

Cristina Kirchner había llegado a las 22 desde El Calafate y ahí comenzó su gira como si fuese una estrella de rock. El paso del tiempo no enfrió ni desgastó el vínculo entre los militantes y la ex mandataria, que retornó a Buenos Aires tras la citación judicial del juez Claudio Bonadio.

 

En Aeroparque repartió besos y abrazos a los simpatizantes que la aguardaban con sus celulares para tomarse una foto, varios sostenían carteles –“Cristina con vos”, “Vamos a volver”- y otros estaban cubiertos con banderas argentinas, remeras de Perón y Evita. Algunos, le decían Cristina; muchos, la llamaron “Presidenta”.

 

Luego Cristina Kirchner subió al auto y partió rumbo a Recoleta, al departamento en el que vivió junto a Néstor Kirchner y que está valuado en U$s 500.000. Allí, desde las 19, organizaciones K la estaban esperando. Poco a poco el tráfico en el barrio se puso intenso e irreconocible. Desde las avenidas Santa Fe, Libertador y Las Heras las militancia a pie, auto o colectivo llegaba a Uruguay 1306 para apoyar a la líder del FPV.

 

Con ritmo de murga, cantos tribuneros y pegadizos ofrecieron su repertorio al barrio hostil mientras los vecinos se asomaban a los balcones sin bajar a la calle poblada. La Cámpora fue la organización kirchnerista que aportó más militantes de manera notoria. Los jóvenes colgaron sus banderas en las cortinas de los negocios y coparon las entradas de los edificios. A golpe de bombo y redoblante se hicieron sentir hasta pasada la medianoche

 

Dos veces se entonó el himno nacional, los clásicos kirchneristas atravesaron la noche recoleta-“ oh, oh, vamos a volver, a volver”- y “el Macri, basura, vos sos la dictadura”, se oyó con fuerza y esmero.

“Gorila, no salís al balcón, miralo por TN”, gritaban, al cielo, los militantes mientras corrían por Montevideo o Guido para ver a Cristina, que recién apareció antes de las 23 sobre la calle Juncal.

 

“Volvió la jefa la puta que lo parió, volvió la jefa”, fue el canto único apenas la ex mandataria se asomó desde el auto con un pantalón negro y saco blanco. Sonriente, saludó sin bajarse del todo y agitó los brazos al ritmo de las banderas que flameaban y enseguida ingresó al edificio.

 

El radical Leopoldo Moreau, el ex director de Aerolíneas Argentinas Mariano Recalde y los diputados nacionales Eduardo De Pedro y Andrés Larroque aceptaban, sonrientes, tomarse selfies con los militantes debajo del departamento de la ex presidenta. “Vinimos a apoyar a Cristina porque siempre estuvo con el pueblo y es hora de acompañarla”, dijo De Pedro a El Cronista.

 

Pasadas las 23 las manifestaciones contra Mauricio Macri fueron más contundentes e insistentes. Le recordaron las cuentas offshore en Panamá y lo volvieron a vincular con la última dictadura militar, también se oyeron críticas por los despidos y la inflación en ascenso.

 

Enseguida la ex presidenta apareció agitando los brazos y la militancia estalló en un grito. Sin hablar y lanzando besos, bailó apenas unos minutos. “El que no salta tiene cuenta en Panamá”, insistió el kirchnerismo, dueño de la noche recoleta. Y Cristina saltó.