Nuestra castigada LNB merece más honestidad
Marcellus Sommerville no jugó en “El Templo”. Estuvo con el plantel de Regatas Corrientes, realizó movimientos muy livianos y no participó de la contienda. Amablemente, un dirigente de la entidad correntina, sentado en uno de los vértices del estadio nos explicó que el ala-pivote de Illinois “tiene un desgarro. En la semana se constató la lesión y por eso viajó pero no va a jugar”.
Le contamos que, como es nuestra rutina profesional diaria. Los tres días previos a cada match en Paraná repasamos los principales medios digitales que siguen en cada ciudad al próximo adversario del Centro Juventud, precisamente para constatar en qué estado llega el futuro rival. Y justamente NADA leímos acerca de esta baja confirmada por el directivo.
Por ello nos sorprendimos. Él, con absoluta franqueza respondió: “no tenemos por qué advertir al técnico del otro equipo. No lo hace nadie en la Liga. Es una desventaja informar eso y por eso no dimos ningún parte sobre este tema”.
Sin ocultar el estupor, le esgrimimos que es una falta de respeto por quienes pagan la entrada y allí fue categórico como ya no tan cordial. Con gesto incómodo nos espetó: “no nos importa. Creemos que no debemos otorgar ventajas y punto. Aparte, no era conveniente dejarlo a Sommerville en Corrientes pues continuó haciendo la rehabilitación en todos estos días y uno ya conoce a los extranjeros en lo que se relaciona con sus tiempos de recuperación”.
Lo saludamos y seguimos tomando notas gráficas de la contienda en el “Moisés Flesler”.
Los invitamos a los directivos argentinos, inclusive a este respetable dirigente correntino a que estudien cómo se maneja la NBA, la ACB española, y la Lega 1. Como nosotros ya lo hicimos dos temporadas atrás se lo recordamos: los equipos/franquicias deben informar listas de lesionados, como listas de recuperados. Idem, deben comunicar cuando son posibles bajas por enfermedades.
Se deja un margen de discreción en cuanto al tiempo de recuperación, expresándose el potencial, o sea, la probable ausencia o el posible retorno de tal o cual jugador.
Nunca hay frustraciones para el fan respecto a deserciones, eso se sabe con antelación precisamente por RESPETO a quien paga sus tickets.
Sí, es verdad, se suele “abusar” con adelantamiento de regresos y de pronto tal o cual figura vuelve a la cancha antes de tiempo, o interviene en más minutos que lo anunciado, jugando con el factor “sorpresa” pero EN POSITIVO.
Vale la pena contarles por ejemplo que un enorme coach como Greg Popovich ha optado por hacer descansar alternativamente a dos o hasta tres de sus dirigidos y por esas bajas sin justificación ha recibido multas por miles y miles de pesos.
Claro… estamos hablando de EE.UU., pero en España e Italia ocurre lo mismo desde hace un par de temporadas. Se CUIDA al aficionado y más aún a la prensa a la cual se nutre de partes oficiales, como hasta las propias web institucionales propician ese vuelco de noticias en pos que nadie llegue a un estadio y se encuentre con tal o cual baja que DEVALÚA EL ESPECTÁCULO.
Más aún… Si un (o más) jugador(es) arriba/n al juego resfriados, con fiebre, trastornos estomacales o con dificultades nimias pero que a lo largo de la contienda influyen en sus reservas físicas, previo al partido se da a conocer ese cuadro, entonces TODOS los presentes en cada escenario saben por qué tal o cual jugador lejos estuvo de su real nivel o participó poco.
Sin ir más lejos, una figura de altísima calidad como Paolo Quinteros no tuvo una noche acorde a su jerarquía. Si bien Marcos Saglietti ejerció una defensa implacable, la verdad fue que el colonense llegó a Paraná con un cuadro severo de congestión y de esto nos enteramos AL FINAL DEL ENCUENTRO por boca del propio guardia colonense.
No podemos dejar de señalar que este es un punto sobre el cual hemos mantenido varias charlas con el jefe de Prensa del Básquet Profesional de Sionista y con el jefe Médico, y se nos ha expresado que no se oculta dicha información.
Sin embargo en la devolución hemos consignado que tampoco hay partes médicos oficializando tal o cual merma en el plantel, por lo cual en la historia del Centro en LNB han sido varias las ocasiones en los cuales el hincha se entera que un jugador (o más) no juega/n, minutos antes del salto o primera bola al aire.
De hecho que, nos enteramos por boca del propio Juan Pablo Cantero que no tuvo una buena semana de entrenamiento producto de una contractura en la pantorrilla de pierna izquierda y pese a no llegar en impecables condiciones se quiso cambiar pero en el calentamiento previo sintió un pinchazo a pocos metros de nuestra posición y optó por evitar agravar la lesión, colocándose de inmediato hielo y recibiendo masajes en el banco previo al comienzo del encuentro.
Otro que jugó muy poco fue Josh Pittman, afectado por una lumbalgia. El “Brujo de Salem” entró como inicial pero salió enseguida y se lo vio realizando movimientos junto al kinesiólogo y al Dr. Gumpel intentando aliviar tensión muscular mediante ejercicios de estiramiento de la espalda.
Y bien vale la pena aclarar que Pittman entrenó con total normalidad en la semana.
Ahora… ¿No se dan cuenta los dirigentes de la LNB a lo largo y ancho del país que con esta falta de información oficial se confunde al espectador? Primero se lo decepciona por las ausencias y segundo que no termina de entender por qué su equipo no está jugando acorde a las expectativas creadas.
Y ya lo enfatizamos una vez… “No nos gusta la expresión vinculada a que si la prensa cubre las prácticas no sucedería esto”. No puede ser tan imbécil una persona en pensar así ya que el sólo enunciar ello hablamos de un IDEAL, UTÓPICO.
Primero porque en la Argentina nos sobran los dedos de las manos para decir cuántos periodistas VIVEN EXCLUSIVAMENTE DEL BÁSQUET y pueden darse ese lujo de cubrir todas las prácticas.
Segundo porque los diarios, las radios y en especial la TV, MUY POCA BOLA le dan al básquet en sus grillas de programación, tiempos de aire o centímetros gráficos y de modo lamentable NO HAY jefes de Redacción o coordinadores en áreas o secciones de Deportes que le otorguen el lugar que merece la disciplina.
Tercero si CASI NO HAY periodistas especializados-PROFESIONALES con dedicación 100 % exclusiva, y los propios medios creen que es más importante el Fútbol Sala, ¿cómo se puede esperar que haya cronistas apostados en todas las prácticas?