Nefasto verso municipal
ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- En pocas horas concluiremos el recuento de votos correspondiente a una nueva encuesta de Cuestión Entrerriana, relacionada a la gestión de Blanca Inés Osuna y sus funcionarios en el municipio paranaense. De acuerdo a nuestros cronistas colaboradores, el saldo es muy desfavorable. Pero basta seguir recorriendo calles de ésta Capital para percibir a simple vista la fuerte deuda de la Comuna con el vecino.
¿Cuántas Columnas Editoriales hemos dedicado a Cura Álvarez y 25 de Mayo?… Demasiadas. Sin embargo, la más contundente fue tras unas desafortunadas declaraciones de Guillermo Federik, quien aseguró que la gravísima coyuntura vial de las arterias en Paraná estaba prácticamente resuelta.
En esa ocasión, invitamos al funcionario de quien no refutamos su probidad ni capacidad pues tenemos el honor de conocerlo personalmente, pero si cuestionamos su inoportuno e inadecuado exabrupto retórico.
Es que el estado de ese sector, a escasas cuadras del microcentro, y en un área híper transitada, es un caos por el estado del pavimento y de alcantarillas destapadas, como el brotar a toda hora y esparcirse líquidos nauseabundos desde hace meses y meses sin solución.
Se concretaron bacheos, es verdad, pero el cráter a metros de 25 de Mayo, y los sumideros o desagües sin tapas o con elocuentes roturas, prosigue sin solución, previniéndose a los transeúntes solo con un improvisado cartel y unas fajas precarias.
Nuestro último espacio dedicado http://cuestionentrerriana.com.ar/caradurismo-o-desconocimiento/ fue tajante. Aquel, 6 de abril, pensamos que al menos Federik saldría él en persona a supervisar los trabajos imprescindibles a realizar para que el precitado déficit concluya de modo urgente y no se siga dando margen absurdo a la crítica, por más que la misma, al menos desde nuestro medio, sea edificante.
Nos volvimos a equivocar. Pasamos por allí un par de noches atrás y nos encontramos con un panorama desolador. Como si los vecinos de esa área no fueran Contribuyentes, como si no tuviesen Derecho a ser asistidos.
Pero peor aún. Parecería que la Municipalidad de Paraná no asumiera sus responsabilidades y ya nada le importara salvo alguna que otro anuncio de colosales obras, evidentemente planificadas con algún tipo de interés poco claro.
Por eso y mucho más se justifica que un alto porcentual de paranaenses califique ésta gestión como la peor de los tres últimos lustros. Una pena pues MUCHO, MUCHÍSIMO, nos había ilusionado Blanca Osuna.
