Mucho más que un simple show de acrobacia aérea
En el marco de los festejos por el Bicentenario de la elevación a Villa de Paraná, la Escuadrilla Argentina de Acrobacia Aérea tributó un extraordinario espectáculo sobre la costa de la capital entrerriana. Pericia, destreza, intrepidez, coraje, valentía, maestría, arte se combinaron en exacta medida para que tres pilotos emocionen a quienes colmaron la zona baja del monumental Parque Urquiza. Galería imperdible de fotos famtásticas.
Liderados por su director, César Falistocco, los tres aviones Rans ofrecieron una gala aérea de imponentes postales que, amén del efecto visual espectacular por la estela de humo de color blanco, con el cual hacen figuras en el cielo (entre ellas el 200 o un corazón atravesado por una flecha), generaron profunda emoción, éxtasis turbador en positivo, pues resulta inevitable la asociación de volar con los sueños, con la imaginación, la fantasía, las ilusiones, la esperanza.
La velocidad, los giros, las maniobras y/o los dibujos de la formación mediante desplazamientos excepcionales, concretadas al límite de exprimir las posibilidades técnicas de las naves, quedarán grabados por siempre en las retinas del público.
Pero además, vale destacar que cada paso tenía coordinado en tierra una producción musical cual armonía de orquesta y una dulce voz femenina que disponía enlaces de comunicación con el líder, en una singular mística que hizo galopar corazones especialmente en la despedida cuando las alas acariciaron el majestuoso Paraná en una pirueta peligrosísima que incluyó un saludo con ligeros aleteos.
Hasta siempre Escuadrilla Argentina de Acrobacia Aérea, o mejor dicho, que sea hasta pronto.
Fotos: Gentileza Ignacio Buiatti.-
