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Miles de fieles veneraron a San Cayetano en Paraná

Con motivo de celebrarse este martes 7 de agosto la Fiesta Patronal de San Cayetano, el Santo del pan y el trabajo, miles de fieles volvieron a congregarse en la Iglesia de Barrio San Roque, en esta oportunidad bajo el lema “Ánimo soy Yo, no tengan miedo”. La celebración central comenzó poco después de las 15.30 con la tradicional procesión por las calles del barrio y luego la misa donde se pidió “la intercesión de San Cayetano para que todas las manos sean bendecidas con un trabajo digno y así poder llevar el pan a los hogares cada día”, compartiéndose el Pan de San Cayetano, como un “signo de nuestro compromiso en la reconstrucción de una Patria justa, fraterna y solidaria”. En cuanto a los horarios de las misas, la primera se desarrolló a la hora cero de este martes y durante el día se celebraron misas a las 9, a las 11, tras la peregrinación; concluyendo con dos oficios a las 19 y a las 21 horas. Galería de fotos exclusivas.

 

Como todos los 7 de agosto, miles de fieles participaron de la celebración en barrio San Roque de la ciudad de Paraná, para venerar a San Cayetano, el santo del pan y del trabajo.

Pasadas las 15.30 comenzó la procesión que se extendió por las calles circundantes a la Parroquia y duró aproximadamente una hora ante el multitudinario marco.

 

Posteriormente se ofició la misa, presidida por Monseñor Juan Alberto Puiggari, quien estuvo acompañado por los padres Silvio Fariña y Eduardo Tanger.

En la homilía Monseñor Puiggari hizo referencia a la situación del país y pidió al santo que ilumine a los gobernantes y a los Senadores que tratarán el proyecto sobre el aborto. “La vida, que es el primer derecho”, dijo.

 

Tras la lectura del Evangelio, Puiggari dio el sermón sin dejar de hacer referencia a la situación actual que vive el país, tanto en el plano económico, como en la discusión sobre la despenalización del aborto y en este punto les envió un mensaje a los senadores nacionales que mañana tratarán el proyecto. En caso de ser aprobado, tendrá la sanción definitiva.

 

En el inicio de sus palabras, Monseñor recordó a dos mujeres: “a María de Moro, que hace 800 años quedó embarazada y porque fue capaz de decir sí, hoy tenemos a San Cayetano y otra mujer santiagueña, que también fue capaz de decir que sí a un embazo difícil y hoy tenemos a la Beata Mamá Antula”.

 

“Sólo Dios sabe cuál es el proyecto para cada uno”, señaló Puiggari y reafirmó que “el programa de vida de los cristianos es adorar a Dios y servir a los hermanos más necesitados. Tenemos que hacer como San Cayetano, que tuvo una vida pobre, abandonó privilegios y eso lo hizo este gran Santo que hoy se venera en todo el país”.

 

“Nosotros también estamos llamados por Dios a cumplir nuestra vocación, la misión por la cual Dios nos dio la vida. Nadie puede decir yo no tengo nada que hacer o que su vida no es útil, todos estamos llamados a construir este mundo, comprometidos en la tarea de la evangelización y construir una sociedad más justa de la que estamos viviendo. Que nadie se sienta incapaz en esta tarea, todos están llamados por Dios para una vocación determinada”, indicó. En tal sentido, añadió que “necesitamos hombres que dejando sus planes se entreguen al Señor, por eso en este año vocacional queremos pedir al señor aumento de vocaciones sacerdotales y religiosas”.

 

El prelado puso de relieve que “muchos están para agradecer, y eso muestra la calidad humana, pero seguramente muchos vendrán a pedir por pan y trabajo. Lamentablemente vivimos una situación precaria en el país de estos dos elementos fundamentales: el pan y el trabajo y todos tienen derecho a ellos. Sabemos que a veces es necesaria la asistencia social pero eso no es para siempre, todos tienen el derecho al trabajo y al progreso”.

 

“Queremos pedir con fuerza y confianza a San Cayetano que ilumine a los gobernantes y que cada uno en sus tareas propias, como los empresarios, tengan la posibilidad de generar trabajo, que es el mayor acto de caridad. Sin desconocer la crisis económica, queremos pedir, ya que el centro de la economía es la persona humana, que nunca el ajuste puede ser en el trabajo o en el pan””, consignó.

 

“Pedimos pan y trabajo para todos los argentinos, dignidad para el pueblo y solidaridad como la tuvo San Cayetano; todos podemos hacer algo por el hermano. No puedo estar conforme si a otro le falta”, aseveró Puiggari.

 

Puigarri abordó asimismo el proyecto de despenalización del aborto que será tratado este miércoles en el Congreso Nacional donde la Cámara de Senadores votará para dar o no la sanción definitiva al proyecto. “Este año también pedimos la vida, que es el primer Derecho donde está la base de todo Derecho. Estamos en momentos decisivos, el que cree en Dios tiene que apostar a la vida, a Dios no se lo sigue en pedazos. Quisiera decirle a los que no tienen Fe que hasta el dato más duro de la ciencia, sostiene la absoluta certeza que hay vida en el embrión fecundado”. Y destacó: “Que Dios ilumine a los senadores que tendrán esta tarea difícil. El aborto no es ningún derecho, es un drama; es un drama para el niño, para la madre y para una sociedad que se convierte en egoísta, que excluye al niño porque molesta”.

 

“Le pido que ilumine a los senadores y un compromiso a todos los argentinos de hacer un país mejor, hay que reconstruir esta Argentina que se está deshumanizando”, alegó Puiggari. Para concluir pronunció: “Es una gran oportunidad para que los cristianos apliquemos el lema de San Cayetano: sólo de rodillas ante Dios, y todos podemos hacer algo, compartir, asistir a alguien, escucharlo, visitar a los enfermos y así este momento difícil se va a superar. Jesús está en nosotros, no nos abandona”.