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Liga Argentina: Echagüe no tiene margen para equivocarse…

Desde que nos tomamos un “Tiempo Muerto” en el seguimiento exhaustivo de Echagüe en Liga Argentina de Basquetbol (ex TNA), ha ocurrido de todo. Los promedios pasaron a la historia y la norma fría indica que el cierre de la Serie Regular de Conferencias será indescifrable pues impera la incertidumbre respecto a quién jugará la Permanencia, cuál será el equipo que se despida de la temporada y cómo se armará la Reclasificación. Los de Paraná pueden ser héroes o villanos y este viernes afrontan un examen crucial.

 

Ameghino de Villa María llega de derrotar en Santa Fe a Unión por 93-102 y de cortar una extensa mufa en la ruta.

Echagüe lo espera ansioso. Sabiendo que en la rígida comparación de jerarquías individuales, posee un plantel más largo que el humilde oponente cordobés; sin embargo, menoscabar a los “Leones” podría ser irracional y no tenemos la menor duda que Daniel Beltramo prioriza por estas horas un detallado scouting de bondades, defectos y carencias de tan clave contrincante.

 

Pero no todo se centra en Paraná… San Isidro, con dos y hasta tres juegos menos que quienes lo preceden, ocupa provisoriamente la última posición, habiendo ganado ocho partidos y perdido once. Esta noche busca oxígeno en Tafí Viejo.

Ameghino y Echagüe, que se verán las caras este viernes en el “Luis Butta”, comparten la penúltima posición. Los de Pablo Castro con seis alegrías y quince frustraciones; los ahora dirigidos por Daniel Beltramo cosecharon ocho triunfos y trece decepciones.

 

Hay tres más con 38 puntos: el peor posicionado es Independiente porque jugó veintidós encuentros y le quedan cuatro, registrando siete satisfacciones y quince amarguras.

Asociación Mitre jugó veinte cotejos con marca de 9-11, pero el más cómodo es el Deportivo Norte, con dieciocho presentaciones y marca positiva de 10-8.

 

Ameghino exhibe una de las mejores ofensivas pero luce como una de las peores defensas de la competencia.

Tanto los de Castro como los ahora orientados por Beltramo, presentan dificultades en el rebote defensivo, pero no tanto en el ofensivo donde suelen sacar ventajas y gestar conversiones en segundas chances.

Los de Córdoba se pasan bien la pelota, aunque suelen consumar varias pérdidas, constituyéndose en uno de los planteles que mayor predisposición esgrimen para atacar a la canasta rival vía tiros de Dos Puntos.

Otro rubro en el cual se asimila a Echagüe es el de lanzamientos desde la línea, sector donde ostenta conflictos de eficiencia.

 

Donde pueden sufrir los “Leones” es en el segmento de las faltas. Echagüe en el “Luis Butta”, hasta hoy, ha sido claramente favorecido por arbitrajes contemplativos, beneficiando su rudeza, su vehemencia, su agresividad a ¾ foul, con una custodia perimetral que toma ventajas con sus manotazos, con su juego de piernas induciendo al error al enemigo pero ocupando espacios  ajenos ilícitamente o ni que hablar de las “caminas” (pasos) constantes de algunos de sus jugadores, las cortinas en movimientos o los empujones permanentes en las áreas pintadas, sobre todo al buscar rebotes.

 

Hasta este duelo, Ameghino aparece como uno de los que más infracciones comete. Si le toca un arbitraje “localista” ya es candidato a la guillotina, pues Echagüe “invita” al duelo viril, onda a ver quién es el más guapo.

El punto es que suele ser fácil cuando quien juzga ve de distinto modo en cada costado.

 

Los de Villa María y los de Paraná exponen deficiencias en cuanto al aporte de cada bancada de sustitutos, sin embargo, es una de las máximas evoluciones para la Era Beltramo.

Lo paradójico es que Ameghino no pudo en casi toda la temporada tomar provecho del ataque rápido o convertir tras defectos opuestos, y sí rindió eficazmente en la “pintada” donde Tyrrell Brown fue su arma letal y hoy ya no está.

 

De hecho, poco se entiende la baja de Brown en vez de “sacrificar” una ficha nacional. La llegada de Eugene Teague es evidente que resultó un acierto, al menos contemplando lo ocurrido en el “Malvicino”.

Ahora, recordemos la composición de Echagüe: Jeremías Sandrini, Lisandro Ruiz Moreno, Durrell Summers, Sebastián Cabello y Jamelle Cornley. Federico Giarraffa, Carlos Buemo, Franco Barroso y Mariano García.

 

Revisemos a Ameghino: Joaquín Baeza (¿qué pasará por su cabeza a la hora de visualizar que está al límite de descender de 1ª a la 3ª Categoría en menos de un año???), Matías Cuello, Santiago Iglesias, Juan Abeiro, Eugene Teague, Abel Aristimuño, Gerónimo Volpato, Maximiliano Tamburini, Nicolás Capelli, y Álvaro Caraffa.

No hay dudas que en presupuesto de nacionales, el AEC dobla a los villamarienses. Pero, aparte, hay dos foráneos contra uno, y no es que a Ameghino le sobra calidad en la lista de “Criollos”.

Sí, por lo que sabemos, Castro apuntó fino en Teague quien cotiza el doble que Brown. Y Cornley como Summer, quienes han dado una óptima imagen, ganarían la mitad de dólares que el nuevo “León” neoyorkino.

¿Podrán explotar como en el estadio “Tatengue” Cuello y Abeiro? El 72 % de los puntos ante el “Rojiblanco” lo metieron entre el alero, el ala-pivote y el norteamericano. ¿Repetirán esa producción en la Capital entrerriana?

 

Estamos convencidos que Echagüe depende de Echagüe. Está buenísimo no dejar nada librado al azar en cuanto a aptitudes, imperfecciones o carencias del antagonista, pero seguiremos acentuando un criterio: todo lo malo de este Echagüe 2017/18 fue no haber hallado jamás el equilibrio y la química de EQUIPO.

Barsanti se equivocó horrible en distintos aspectos, no obstante el peor fue su porfía, su terquedad en no prestar el conveniente interés a la lectura ofensiva.

 

Con Beltramo no cambió mucho, pero flota la sensación que hay otra conducta, otro comportamiento. Vemos un grupo más compacto, tal vez, sencillamente porque no falta nadie y cada uno sabe el rol que tiene.

Hasta varió la participación o distribución de minutos en cancha y el propio Lisandro Ruiz Moreno fue más controlado, más contenido.

 

Solo el head coach y sus dirigidos saben que esquema se montó aguardando la confrontación con Ameghino. Pero hay un factor excluyente y es lo psicológico como el manejo prudente de lo físico.

Si Echagüe cree que puede ganar a las trompadas, precisará de un nuevo arbitraje condescendiente, y a esta altura del torneo, con tan compleja resolución, podemos apostar un pleno que habrá pitazos firmes y ecuánimes para evitar un “Vale Todo” peligrosísimo.

 

Y hete aquí lo neurálgico. Echagüe, bajo la Era Beltramo, dejó al desnudo una actitud encomiable, una entrega admirable, pero no siempre se gana a las piñas.

¿Pronóstico? Si Echagüe juega inteligente, si no se cierra en el empecinamiento de pretender imponer supremacía sustentando solo un “a la carga barraca…”, o si no se ciega anteponiendo el desnivel particular de ciertas singularidades, concebimos que ES MÁS que Ameghino, aún admitiendo que en esta paupérrima Liga Argentina, cualquiera le puede ganar a cualquiera…

Tememos que la ansiedad, la tensión, le jueguen una mala pasada. Y si así ocurriese, sería fatal.

 

Lo que le falta al “Negro”

 

23 de marzo: vs. Ameghino en la Capital entrerriana (93-84)

28 de marzo: vs. Libertad en “El Hogar de los Tigres”

31 de marzo: vs. Deportivo Norte en Paraná

6 de abril: vs. San Isidro en el “Butta”

8 de abril: vs. Deportivo Norte en el “Ferrero”.

Foto: Gentileza Bernardo Albisu.-