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¿Levi’s reservado para escuálidas?

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Dicen que “contra gustos, no hay nada escrito…”,  y desde nuestra adolescencia elegimos como n° 1 en jeans  a la firma Levi’s por su imagen única, sus inigualables detalles, la distintiva confección, la durabilidad y la comodidad. Hoy, hallar una prenda de tan prestigiosa marca, para mujeres u hombres Modelo 1960 al ’70 algo entrados en kilitos de más, NO OBESOS, es como encontrar una aguja en un pajar. Levi’s se plegó a la moda “Pro-Flacas/os”. Una presunta discriminación que produce tristeza, preocupación y hasta depresión.

 

Paraná es una ciudad muy peculiar con la moda. Poco buen gusto en la decoración de vidrieras y/o confort de locales, horarios estrictos, precios excesivos, atención poco cordial de empleadas y/o empleados, stock reducido y hasta desactualizado, proliferación de copias o indumentaria trucha…

 

Pero es alarmante la tendencia a no existir prendas que no sean reservadas con exclusividad a mujeres u hombres delgados en extremo, al borde de la anorexia o de la bulimia.

 

Y en el local de Levi’s como de otras empresas del ramo, no se garantiza la existencia de un mínimo de seis talles, vulnerando los principios de inclusión social y de protección a la salud, como los derechos del consumidor y la libertad de elección, en condiciones de trato digno e igualitario.

 

Los maniquíes tienen una medida promedio de 90-60-80 y visten la vidriera para generar identificación y motivar la posibilidad de la compra, sin embargo, son modelos que no se corresponden con los cuerpos reales, excluyendo así a miles de personas que sin ser obesas, pesan más o el tamaño de sus cuerpos es mayor al de los muñecos, figuras o armazones donde se lucen las prendas.

 

La ropa no coincide con la medida antropométrica que sugiere el artículo y de pronto un Talle 42, para la vendedora de Levi’s “el más grande que tenemos” parece ser un 38 normal. Y consecutivamente viene la aclaración: “más grande son talles especiales que no traemos”.

 

Entonces, cabe preguntarse: “¿Y la Ley de Talles?… ¿En qué quedó?…”. Por lo visto, en la Argentina es imposible regularizar la fabricación de ropa según talles más precisos, acordes con la figura y talla de las argentinas.

 

Quizás no haya personal idóneo para concretar un contralor adecuado, tal vez las grandes marcas se encarguen que no haya controles. Lo cierto es que, de inspecciones no hablemos.

 

Mientras, las argentinas y hombres también que escapan a la regla infame de la delgadez onda Top Model’s, se sienten indefensas/os, sufren una carencia absoluta en cuanto a condiciones de trato digno y equitativo, sin discriminaciones ni arbitrariedades por parte de los proveedores.

 

Todo ello, quizás porque no existe un relevamiento antropométrico (proporciones y medidas del cuerpo) de la población para la normalización de talles, apoyándose las empresas tal vez en una improvisada tabla sin sustento real, normas IRAM basadas en la figura europea.

 

Desde el Ministerio de Salud NADIE hace nada para revertir un cuadro dramático y así, la moda de los talles cada vez más chicos genera obsesión por adelgazar aun en contra de su organismo volviendo escuálidas a las mujeres o provocándoles profunda depresión por no hallar el producto que desean.

 

Si tomamos como medida común el 100-84-108, una mujer NO GORDA NI FLACA, una mujer digamos “standard”, de casi 50 años y 1m70, ponerse un Levi’s es casi una misión imposible.

 

Por eso, nos entristece que Levi´s Argentina parezca discriminar y se comporte totalmente diferente a cómo actúa en Estados Unidos donde hay talles acordes a las exigencias de sus clientes, en ancho y largo.

 

¿Será que Levi’s Argentina se habrá unido a ese vil, infame, perfil de resistirse a crear prendas para (presuntas) “gorditas” y/o “gorditos”, o rellenitas y rellenitos, “porque pierden su glamour”?

 

¿O será que el problema reside en el bajo stock del local en el Shopping La Paz de Paraná? Estaría muy bueno que Levi´s Argentina lo esclarezca.

 

Una pena… Fuimos, somos, pero no sabemos si seguiremos siendo hinchas de Levi’s. Hoy, nos sentimos discriminados.