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La música, como un viento que lleva lejos

Las orquestas infantiles y juveniles de nuestra provincia comenzaron en el año 2012, funcionan en escuelas públicas y están abiertas a toda la comunidad. Realizan sus tareas bajo la Coordinación de Orquestas, Coros y Bandas Infantiles y Juveniles de la Secretaria de Cultura del Gobierno de Entre Ríos.

 

Actualmente existen cuatro Orquestas Sinfónicas y seis Orquestas Populares, cinco Coros y una Banda de Vientos, ubicadas en Paraná, Concordia, San José, San José de Feliciano y Concepción del Uruguay. Para su funcionamiento trabajan en total 100 docentes, trabajadores sociales y psicólogos. En este proyecto educativo social son beneficiarios 800 estudiantes – músicos.

 

“Que en un aula de una escuela pública, un alumno adolescente intérprete para una Autumn Leaves en clarinete es un momento difícil de olvidar. De ahí en más, cambia la perspectiva. Se puede pensar que hay algo para hacer, que una manera de educar a través del arte y en forma inclusiva, es posible”, subraya Jacqueline Moreno, a cargo de la coordinación de las orquestas.

 

“Una puede ver esos adolescentes con sus instrumentos relucientes en mano, estudiando en contextos difíciles, luchando con desigualdades y la idea de fragilidad se aleja rápidamente”, agrega Moreno.

 

Las orquestas

 

La Orquesta Sinfónica Juvenil Entrerriana está conformada por los músicos más avanzados de las diferentes orquestas, comenzaron en marzo de este año. Su directora es Guadalupe Martínez, y sus profesores son Leopoldo Izaguirre y Hernán Carnero. En la inauguración del Museo del Bicentenario interpretaron dos tangos, Caminito (1926) música de Juan de Dios Filiberto y letra de Gabino Coria; y Adiós muchachos (1927) música de Julio César Sanders y letra de César Vedani.

 

También actuaron la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil “Cunumi”, que en guaraní significa pequeño. La orquesta desarrolla sus clases en la Escuela Hogar Eva Perón y su director es Eduardo Retamar. Este viernes deleitaron con Escalando (divertimento didáctico) música de Eduardo Retamar, El quichuista de Don Sixto (aire de chacarera) y música de Eugenio Inchausti, La tempestad (canción) música de William Smith, y El humahuaqueño (carnavalito) música de Edmundo Saldivar.

 

El cambio

 

Todos los chicos y chicas llevan los instrumentos a su casa, y ahí siguen practicando, estudian con gran responsabilidad. Así lo indica el hecho de que alrededor de 30 de ellos rindieron libre la materia Audio Perceptiva en la Escuela de Música, Danza y Teatro Constancio Carminio, dependiente de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) y todos aprobaron con un promedio de nueve.

 

Las familias de los integrantes de las orquestas y los chicos destacan que desde que integran estos conjuntos orquestales les ha cambiado la vida y los ha ayudado en sus trayectorias escolares. “El año pasado todos, todos pasaron de grado y de año en la primaria y en la secundaria”, subraya la coordinadora.

 

Permanecer en la orquesta es el plan

 

“Permanecer en las orquestas parece ser el plan de todos”, asegura la funcionaria, y cuenta que Loana sueña con ser profesora de trompeta, y Brisa agrega: “Yo hasta la Sinfónica no paro”.

 

Cuando se les pregunta cómo invitarían a otros adolescentes para que se sumen a la orquesta, Alcides dice: “Lo bueno de la orquesta es que nunca cierra las inscripciones, pueden sumarse chicos en cualquier momento del año. Y para invitarlos les diríamos que tocamos lindo y que van a conseguir muchos amigos. Y los viajes son fantásticos”, dice con una sonrisa.

 

Los chicos tuvieron oportunidad de viajar a Tecnópolis, Corrientes, Chaco, Crespo y Concepción del Uruguay los que participaron de los Juegos Culturales Evita. “Fueron experiencias relindas”, comentan.

 

Asienten cuando se les pregunta si les cambia el estado de ánimo cuando tocan. “Yo hablo con la batería. Cuando estoy enojado voy y toco la batería”, dice Tomás.

Fuente: Prensa Secretaría de Cultura – Graciela Dobantón.-