Maran Suites & Towers

La morosidad en tarjetas y créditos aumentó un 25%

Los deudores de tarjetas, créditos personales y colegios privados aumentaron un 25%. Muchos están obligados a soportar altísimos intereses para refinanciar una deuda de 12 meses a tres o cuatro años.

 

Josefina es una mujer joven que contó en la red social Twitter que este mes no pudo pagar la tarjeta de crédito el día del vencimiento y la jornada siguiente desde el banco emisor comenzaron a llamarla por teléfono. Su mensaje fue acompañado de cientos de historias similares, con personas que no lograron abonar el mínimo de las tarjetas o créditos. La realidad es que la morosidad en estos casos, como así también en los pagos de colegios privados y negocios de electrodomésticos, aumentó un 25%.

 

“El retraso en el pago de tarjetas, créditos, cuota de colegios y pagos en casas de electrodomésticos, entre otros, aumentó al mayor nivel desde el año 2002”, se afirma en un trabajo conjunto de la organización Defendamos Buenos Aires y el estudio especializado Miglino y Abogados, donde se afirma que “quedó acreditado que los poco más de 10 millones de clientes y usuarios de tarjetas de crédito en Argentina se encuentran en una situación inédita de morosidad”.

 

“Mucha gente cayó en la trampa de comprar viajes, artículos del hogar, motos y otros productos de valor medio en cuotas con la tarjeta de crédito o mediante créditos. Para el caso de las tarjetas, la situación al momento de dejar de pagar el denominado saldo mínimo, desencadena una verdadera bola de nieve de intereses que torna la deuda más los punitorios en una situación de muy difícil cumplimiento”, dijo Javier Miglino, director de Defendamos Buenos Aires.

 

De acuerdo al trabajo, en este comienzo de año “miles sufren en carne propia la cruel verdad de que las cómodas cuotas se tornaron imposibles de pagar en los plazos previstos, obligándolos a incurrir en altísimos costos e intereses para conseguir más tiempo y eventualmente refinanciar una deuda de 12 meses a tres o cuatro años”.

 

“En la actualidad los bancos están ofreciendo a los morosos de tarjetas o aquellos que tienen dificultades para cancelar la deuda, un tipo de crédito personal. Pero el remedio es peor que la enfermedad. El objetivo de las entidades financieras es ganar dinero con más dinero, entonces exigen tasas para refinanciar el saldo de la tarjeta de crédito con un costo financiero total (CFT) con IVA del 100% anual. Mientras que, en préstamos personales, esos costos pueden llegar al 150%”, dijo Miglino.

 

“Mucha gente está abandonando en masa la obra social prepaga y los colegios privados que constituyen un gasto fijo mensual inasumible en muchos casos. El servicio de video cable, TV por cable e Internet, los services del coche, la cochera, gastos en comidas afuera, salidas, vacaciones y otros van quedando aplazados en pos de equilibrar la balanza de pagos familiar”, explicó el letrado.