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La marca de hamburguesas Paty tendrá nuevo dueño antes de fin de año

Tras haber contratado a dos bancos de su país para encontrar interesados en sus activos argentinos, el grupo brasileño BRF estudia ocho ofertas para vender la empresa Quickfood y varios frigoríficos locales.

 

De acuerdo a los planes del holding del país vecino, la operación debe quedar concretada antes de que finalice el año. De hecho, las ofertas ya se encuentran en una “fase final” y la expectativa de sus ejecutivos es la de obtener entre u$s800 millones y u$s1.000 millones, incluyendo las desinversiones que también están llevando a cabo en Tailandia y en Europa.

 

La semana pasada, Pedro Parente, presidente del Consejo de Administración y CEO de BRF, reafirmó la intención de anunciar la venta de los activos. En un diálogo que mantuvo con inversores, el ejecutivo también aclaró que los interesados deben hacer las propuestas vinculantes antes del próximo 15 de diciembre a los bancos Itaú BBA y Bradesco, entidades financieras contratadas para liderar el proceso de desinversión.

 

Quickfood sigue acumulando fuertes pérdidas que le van quitando atractivo y que se suman al contexto recesivo que ofrece la economía del país. Es más, en el último trimestre acumuló pérdidas por $61 millones a pesar de haber realizado un incremento de precios tanto en el mercado interno como en el externo.

 

El frigorífico, además de Paty, entre sus activos agrupa a reconocidas marcas como las hamburguesas GoodMark, las salchichas Vienissimas, los fiambres Bocatti y Campo Austral, y las margarinas Manty y Delicia, entre otras.

Actualmente, Quickfood opera con un capital de trabajo negativo de $649 millones, que incluye deudas con el accionista controlante por $222 millones. Esto se debe a que BRF viene soportando financieramente su operación local desde hace ya varios años con el objetivo de que su controlada pueda cumplir con sus obligaciones comerciales, financieras y legales y asegurar sus operaciones.

 

También tuvo que recurrir al Gobierno para poder achicar su estructura de personal mediante la apertura de un procedimiento preventivo de crisis autorizado por el Ministerio de Trabajo. Hasta la fecha, Quickfood debió pagar $40 millones en concepto de indemnizaciones a trabajadores despedidos de su planta ubicada en la localidad bonaerense de Baradero.

 

Según datos de la propia empresa, su activo total alcanza los $4.182 millones; su pasivo, aumentó en $578 millones debido a un incremento de $637 millones en el pasivo corriente y una disminución de $59 millones en el no corriente. En este marco, su patrimonio neto se redujo un 31% y se ubicó en los $412 millones respecto al informado en diciembre del año pasado.

 

Además de las marcas de Quickfood, el grupo brasileño se desprenderá de otros negocios locales que se reparten entre varios frigoríficos, empresas avícolas y establecimientos porcinos, en especial en Córdoba.

 

En esa provincia es dueña de Avex, avícola con sede en Río Cuarto y donde emplea a casi 600 trabajadores y en el cual viene llevando a cabo un duro ajuste para evitar su cierre y la depreciación de su valor de cara a encontrarle un nuevo propietario.

 

Actualmente, Avex opera a menos del 30% de su capacidad y BRF habría iniciado conversaciones con la avícola local Granja Tres Arrojos para sumarla como accionista y así descomprimir el imacto negativo que genera en todo el grupo al ser la unidad de negocios más problemática del grupo brasileño en Argentina.