La cotidiana contradicción municipal: rigor en los barrios pero descontrol en el microcentro

Este miércoles el director de Control Urbano, José Carlos Vieyra, se hizo presente en un comercio ubicado en avenida Ramírez y Martín del Barco Centenera que se dedica a la venta de carne de cerdo. El establecimiento fue denunciado por los vecinos del barrio puesto que se deshace de las sobras de la comercialización indebidamente, esto es, sin embolsar y en los contenedores urbanos. Nos parece perfecto que se controle con rigor, pero … ¿qué pasa en el microcentro? Fotos incuestionables.

 

Los contenedores deben ser utilizados principalmente para la disposición de los residuos sólidos domiciliarios de los vecinos de la ciudad, mientras que aquellos que tengan un origen distinto (de índole comercial, industrial y/o peligroso), deben recibir un tratamiento diferenciado.

Esto implica, que los comercios y las empresas deben abstenerse de utilizar los contenedores para disponer sus residuos, conforme lo dispuesto por la legislación ambiental vigente.

 

“Este es un problema que se repite en distintos lugares de la ciudad, y estamos trabajando para erradicarlo: comercios y empresas que disponen sus residuos húmedos sin embolsar; o especiales -como cartón, telgopor y otros de gran volumen- dentro de los contenedores, rebalsando la capacidad de los mismos y generando a su alrededor microbasurales y focos infecciosos” dijo Rosa Hojman, subsecretaria de Ambiente Sustentable.

Cabe destacar que todos los residuos deben disponerse embolsados en los contenedores, y clasificados según los días que corresponden: lunes, miércoles y viernes los orgánicos/húmedos; y martes, jueves y fines de semana los inorgánicos/secos.

 

En el caso de los comercios, las empresas y las instituciones, son consideradas generadores de residuos especiales conforme lo previsto por la Ordenanza 9.233 en su artículo 13 y por la ley nacional 25.916, y por lo tanto, deben tomar medidas para gestionar correctamente el traslado y disposición final de sus residuos, evitando la contaminación ambiental e impactos negativos sobre la salud de las personas.

Ahora bien, las fotos que ilustran esta nota fueron tomadas por una vecina de un Jardín de Infantes ubicado en calle Monte Caseros, entre calles Gualeguaychú y Alem. Frente a este Establecimiento se apreciaba hoy, cerca de las 09.30 imágenes irrefutables.

 

Según la autora de los reportes gráficos, las postales son periódicas, pero asimismo, idénticos registros gráficos se pueden apreciar en varias esquinas del microcentro capitalino a toda hora.

O del mismo modo, los olores nauseabundos que despiden varios recipientes son insoportables.

 

Por lo tanto, mucho rigor para algunos y permisividad o hasta desidia en otros sectores de Paraná. ¡Y después quieren venderla turísticamente! Ojo… Esto no es de hoy. Desde septiembre del 2009 lo decimos. Pero los distintos intendentes no contemplan “pequeñeces”. Ellos esgrimen prioritario interés por las “grandes obras”. Y después, montan una puesta en escena patética para hacer alarde que “controlan”.

 

Lógicamente… No tienen el más ínfimo respeto por la ciudadanía. Y claro… cuentan con toda una estructura comunicacional que los protege,  que los ampara, y que solo se dedica día a día a divulgar los actos de Gobierno “positivos”, pero que no evalúan precisamente esa gestión esencialmente en cuanto a defectos o inacciones.

 

Y ahí no hay ajustes… Mauricio Macri expresa que la Argentina necesita transparencia. Y estamos de acuerdo. Coincidimos con el presidente. Sería regio que el intendente de Paraná dé a conocer lo que su Gobierno paga a TODOS los medios de la Ciudad. Los vecinos tienen derecho a reclamar ello.

Solo así se podrá probar fehacientemente el por qué tan poco se habla en los principales medios de esta localidad capitalina sobre lo que verdaderamente urge CAMBIAR, haciendo honor a la coalición política que gobierna el país y justamente a Paraná.