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La cintura política de Cristina

La vicepresidenta electa volvió a tejer una importante jugada política para definir a Claudia Ledesma Abdala como la presidenta provisional del Senado y será quien la reemplace cuando no pueda estar presente. El acuerdo que lleva a Mayans como jefe de un robusto bloque de representantes de los jefes provinciales coloca en un lugar importante a una exgobernadora de una de las provincias que más votos aportó el 27 de octubre.

 

Cristina Fernández de Kirchner volvió a demostrar este 2019 porque articuló con la sabiduría de los dirigentes que pasan a la historia a una opción electoral robusta, unificada y competitiva para ganar las elecciones. Haciendo el buen uso de la política el 18 de mayo ungió a Alberto Fernández para darle paso al tiempo de construcciones colectivas y unificar a esa gran familia que es el peronismo.

 

La historia siguiente es conocida, el Frente de Todos derrotó a Cambiemos en primera vuelta para quedarse con la presidencia y además la gobernación del distrito más grande del país. Pero estos gestos de conocimiento del paño político como ningún otro dirigente no bastaron para algunos medios que seguían teorizando sobre que ella misma podría romper o quebrantar la estructura luego del triunfo. No sucedió ni cerca, pero además con otra jugada política magistral logró generar un bloque peronista en el Senado con una representación política unificada más que necesaria para los tiempos que vienen.

 

Después de que Alberto Fernández le ofrezca a Carlos Caserio, el dirigente cordobés que presidía el bloque justicialista que responde a los gobernadores, ponerse al frente del Ministerio de Transporte o Agricultura en su flamante gabinete la conformación de un solo bloque con el que antes era FPV pasó a ser una realidad. Allí la figura que surgió fue la de José Mayans para hacerse cargo de ese espacio que contará con 40 miembros en la cámara alta. El formoseño responde directamente al gobernador Gildo Insfrán un dirigente leal a la conducción de CFK.

 

Mientras los analistas gastaban líneas diciendo que Cristina tenía decidido dejar en su lugar, y en el tercer cargo en la línea sucesoria, a alguien propio como Oscar Parrilli o la mendocina Anabel Fernández Sagasti la política volvió a primar a la hora de mostrar apertura y consenso para promover las leyes necesarias en la cámara. Así la decisión fue nombrar como presidenta provisional del senado a la exgobernadora de Santiago del Estero Claudia Ledesma Abdala.

 

Abdala, casada con Gerardo Zamora actual gobernador santiagueño y cercano a CFK, no solo representa apertura a la hora de ratificar la alianza con el Frente Cívico por Santiago también es un gesto a las provincias del norte que tantos votos aportaron en la general de octubre por encima de otras donde Cristina había decidido bajar listas para que los gobernadores peronistas logren la reelección en momentos donde el saliente Gobierno pensaba con quedarse en el poder.

 

Pero no es todo, Cristina logra llevar el bloque de Todos a 41 senadores alcanzando así 4 más que el quórum necesario en la cámara. En estas movidas quiere a los dos senadores misioneros adentros y le ofrecerá a Maurice Closs un lugar importante en la Comisión de Presupuesto, también sostendrá a los pampeanos de Verna manteniendo a Daniel Lovera en la comisión de Trabajo y previsión social. Con la licencia de Alperovich por la denuncia de violación serían 40 pero el jugador 41 podría ser un último aliado el puntano Adolfo Rodríguez Saá.

 

Un dato que no hay que dejar de lado, similar a lo que sucedió en 2013 cuando ocupó la presidencia provisional del Senado es la gran capacidad articuladora que mostró Gerardo Zamora. El Frente Cívico por Santiago con solo 7 diputados y 3 senadores tiene una silla importante en el Consejo de la Magistratura nacional y se lleva el tercer lugar en la sucesión presidencial. La política, sin dudas, es un arte de construcción.