La causa Botnia sigue viva en Arroyo Verde
Quedó demostrado que la causa Botnia se mantiene inclaudicable con las más de 50 mil personas que marcharon hasta el Puente San Martín, todavía con la sangre en el ojo por el fallo de La Haya.
Un rebote importante respecto al entusiasmo menguante de los últimos años, resultado directo del “efecto bronca” por la decisión de la Corte Internacional de Justicia que constató la violación del Estatuto por parte de Uruguay pero dejó a UPM (ex Botnia) seguir funcionando en el mismo lugar.
Familias enteras y militantes ambientalistas de toda la provincia marcharon a lo largo de cinco kilómetros, entre los puestos que vendían desde ojotas a $8 hasta remeras a $25, pasando por tasas, llaveros, pósters, paraguas y todo tipo de merchandising con mensajes anti papeleras.
En el punto culminante, la lectura de la proclama roceó un spray de furia que no dejó títere con cabeza: hubo duras críticas y reclamos a los presidentes Cristina Kirchner y José Mujica por igual.
Paradas en la boca del puente, con la planta de la discordia como telón de fondo del otro lado del río, dos voceras de la Asamblea Ambiental leyeron el largo texto que calificó al fallo de “inhumano y perverso” y aseguró que “lejos de solucionar el conflicto, lo agrava”, mientras las seis chimeneas de UPM, orondas y desentendidas, lanzaban al cielo plomizo su humo blanco.
Al uruguayo José Mujica le demandaron que “se haga cargo y pida perdón” por la violación del Estatuto. Al tiempo que le indicaron que “no le mienta al pueblo uruguayo”: el problema es la pastera, no el corte. “Si saca a Botnia, nosotros nos vamos de ahí”, enviaron una oferta que hoy parece inviable.
Hasta que llegó el turno de los palos para Cristina Kirchner. A la Presidenta le reclamaron “coherencia”, que se acaben “las declamaciones” y “defienda la soberanía con acciones concretas”; que “no sea servil a los intereses de Botnia-UPM”
y aplique el código aduanero para que la pastera no pueda abastecerse de insumos argentinos y calificaron de “inadmisible” su planteo de “borrón y cuenta”.
Más allá de funcionar como catarsis por el fallo, el discurso pareció un pliego de condiciones de máxima antes de la negociación.
En tanto, sobre el asfalto del puente se extendía una bandera de 60 metros con una leyenda para que la reprodujesen los canales de TV de todo el mundo: “Finland guilty” (Finlandia culpable). ante los micrófonos, se llegó a calificar al país de origen de los dueños de la papelera de “ecogenocida, colonialista y avasallador de dos pueblos hermanos”.
Aquí hay mucha expectativa sobre lo que pueda surgir de la reunión de Cristina y Mujica de pasado mañana. Se sabe que el presidente uruguayo traerá como uno de sus principales reclamos el fin del corte de Arroyo Verde, que ya los propios gualeguaychuenses reconocen muy desgastado.
Con la proclama, de una dureza que la mayoría de los asambleístas no expresa en sus charlas cotidianas, parecieron avisarle al presidente uruguayo que deberá ofrecer gestos importantes antes de llevarse ese premio. La furia de esas palabras contrastaron, de hecho, con la procesión pacífica y casi festiva de los manifestantes.
Con su sexta marcha a cuestas, la Asamblea Ambiental ya parece una profesional en la organización de este evento 
anual. Junto a la Aduana, montó el púlpito para la oración ecuménica, donde todo comenzó pasado el mediodía. Hasta allí llegaron los políticos para la foto. El vicegobernador Eduardo Lauritto y el ex gobernador Jorge Busti, enfrentados en el peronismo, se abrazaron entre legisladores provinciales y funcionarios municipales.
La mayoría coincidía en la necesidad de poner fin al corte, pero pedían paciencia para que “baje la espuma” por el fallo.
Después, comenzó la caminata musicalizada por el ritmo de murgas, chamamés, rap y chamarritas con letras ad hoc, y un punchi, punchi que se repetía por los parlantes: “Gualeguaychú no va a aflojar, Uruguay tampooooco/ Aire limpio, agua limpia, no a las papeleras”.
Manifiestos diversos
Hay que buscar “nuevas formas para seguir en la lucha. El puente debe ser nuevamente atravesado para restablecer estos dos caminos en donde tanto uruguayos como argentinos nos comprometemos no a confrontar sino a dialogar”, destacó el rabino Sergio Bergman al abrir la plegaria interreligiosa.
El rabino habló de “respetar la ley”, de “encontrar caminos para volver a restituir el diálogo con el pueblo uruguayo” y destacó que “aún en la frustración por no tener todo por lo que reclamamos, lo que el pueblo de Gualeguaychú ha logrado requiere acción de gracias y reconocimiento a ustedes. Debemos reconocer que aquello que decíamos, hoy forma parte de este fallo: el Tratado del Río Uruguay fue profanado y no fue cumplido, y sobre esa base seguiremos insistiendo y trabajando”.
Monseñor Jorge Lozano, obispo de Gualeguaychú, llamó a creer en los sueños e instó a que nadie nos diga que son ilusiones vanas. Debemos “cuidarnos de una tentación: la tentación de la decepción”, dijo.
El ex gobernador entrerriano y presidente de la Cámara de Diputados de Entre Ríos, Jorge Busti, anunció que se presentará como querellante ante la Justicia Federal contra empresarios de Botnia y los acusará de contaminación. “Tengo pruebas”, agregó. Acusó al Gobernador Sergio Urribarri de haber abandonado el juicio que Busti, siendo mandatario, planteó en los tribunales federales de Concepción del Uruguay. Destacó que en la Cámara de Diputados de la Nación se presentó un proyecto que exige al gobierno nacional conocer qué pruebas presentó ante La Haya en materia científica.
El presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Jorge Busti, destacó: “Bajo ningún aspecto quiero interferir en nada de lo que haga el grupo jurídico de la asamblea. Yo como gobernador hice todo lo que podía hacer desde el marco de la legalidad (…) Si el corte sí o si el corte no, lo debe decidir el pueblo de Gualeguaychú”. “Yo vengo en contra de la contaminación, Botnia contamina y yo tengo pruebas de que Botnia contamina… “, aseveró el funcionario.
Luis Zamora, un clásico en estas marchas, dio el presente. Dijo que “apuesto a que Gualeguaychú siga con su reclamo por la contaminación de estas pasteras. Yo no soy un “cortero”, pero apoyo el corte mientras la Asamblea lo decida. Son ellos los que deben decidir su método de lucha”. También estuvo Vilma Ripoll (MST). “Acá la verdadera ‘dueña del circo’ es Botnia y José Mujica debería decirle que se vaya, se despachó Ripoll.
“El tribunal de La Haya debe ser el único en el mundo que reconoce una violación pero no la castiga. Como ambos presidentes son funcionales a la pastera, solo la lucha de los asambleístas y el apoyo popular pueden permitir un avance”, remarcó.
También estaba el diputado nacional Emilio Martínez Garbino. “El fallo de La Haya nos habilita a presentarnos en otros foros con una carta indiscutible: el Tribunal dijo que a Gualeguaychú le asiste la razón”, puntualizó. El dirigente del Partido Obrero, Néstor Pitrola tachó de “nefasto” al fallo y aclaró que venía a “compartir con este pueblo su bronca”.
Por su parte y ubicado en el mismo paraje, el diputado Nacional, Atilio Benedetti, comentó que está “acompañando esta trascendente movida de toda la comunidad de Gualeguaychú y en realidad lo hago con un profundo respeto y un reconocimiento muy grande. Esta persistencia de la gente trasciende a la ciudad, a la provincia y ha instalado este tema en la agenda nacional, por eso estamos hoy acompañando esta marcha”.
Respecto al fallo de La Haya destacó “por un lado está el reconocimiento de la violación de un tratado y por otro el sabor amargo de los hechos consumados”. “Creo que la relación binacional es un camino importante para destrabar el conflicto”, concluyó Benedetti.
El intendente Juan José Bahillo aseguró que “ésta es una marcha especial porque se da en el contexto del fallo de La Haya”. “El fallo fue insuficiente para resolver esta causa, así lo entendíó la ciudadanía de Gualeguaychú y con esta marcha lo esta ratificando”.
Además, el mandatario local destacó: “Es innegable que lo sucedido en los últimos días, si bien legitima la lucha no nos sirve como comunidad. El objetivo es que esta industria no funcione en este lugar. Eso es lo que la comunidad esperaba del fallo”. “Me hubiera gustado que la comunidad hoy hubiera venido a festejar de manera masiva la solución del conflicto. Pero La Haya tuvo la oportunidad de hacerlo y no lo hizo”, aseveró Bahillo.