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La barranca sigue avisando

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Mientras que la intendenta de Paraná continúa exhibiendo como logro de gestión la obra de reconstrucción de un sector de la barranca del Parque Urquiza, que sufrió distintos desmoronamientos, el suelo del sector adyacente refleja inestabilidades inquietantes.

 

Blanca Osuna, junto a miembros de su Gabinete, se encargó de poner de relieve ante los medios periodísticos afines con su mandato, el impacto de las tareas de estabilización  mediante un sistema de pilotes y drenajes nuevos, planificándose el establecimiento de un muro de hormigón de contención bajo, que contendrá el pie del nuevo talud.

A su vez, se prevé que el suelo sea compactado conformando taludes y terrazas de manera similar a la que tenía, incluyendo una gran estructura de piedras encanastadas que funcionará a modo de drenaje, labores llevadas a cabo por la empresa Pitón S.A y que requieren de una inversión millonaria comunal, con un plazo de ejecución de cinco meses.

 

Ahora, luego de evaluados informes geotécnicos dicen haber detectado presencia importante de aguas subterráneas, como capacidad excedida de los drenajes impidiendo contener y reconducir ese flujo líquido.

No obstante, se arregla un área y se desarregla otra generando automática incertidumbre en lo inherente a si se acometió -con un examen integral- la acción adecuada, y si no hay riesgos que en cualquier momento hagan eclosión adversas características físicas y mecánicas del suelo degradado.

 

BARRANCA AVISA 2

Se nos ha dicho en nuestra época de estudiantes que la causa natural más importante de desprendimiento es el aumento de la cantidad de agua del suelo, que al saturarse y aumentar de peso, disminuye la resistencia al deslizamiento y aumenta la fuerza de empuje. La masa de material que se va saturando, permanece en un estado de equilibrio transitorio en las zonas poco estables y se produce el deslizamiento ante la presencia de algún fenómeno desencadenante, como ser precipitaciones intensas durante periodos prolongados, la pérdida del soporte en la base de un talud, movimientos sísmicos o intervención de la mano humana, ejemplo, deforestación o errónea instalación/disposición de cañerías, etc…

 

 

No somos especialistas. Para nada. Sin embargo nos da la impresión que se subestimó y se sigue subestimando una coyuntura gravísima. Como si se pretendiera ocultar una infausta intervención de la mano del hombre en el lamentable hecho, al igual que la ausencia de toma de medidas oportuna que se debían adoptar para evitar, o aunque más no fuere, controlar tan peligroso detrimento.

En realidad, las pruebas están a la vista. Repetimos… Derrumbe… Limpieza en una fracción o parcela donde se suscitó el desmorone primario, y por estos días se registran más movimientos en secciones aledañas. Pero de esto, no se habla… Una vez más, Silenzio Stampa para lo problemático y mucho autobombo para la obra. Típico de esta Gestión Osuna.

Fotos: Gentileza Mariano Saúl.-