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Inminente venta de Cresta Roja: crece la angustia entre los trabajadores

Los trabajadores de Cresta Roja expresaron su “preocupación” por la posibilidad de que la compañía Tres Arroyos adquiera la avícola quebrada para avanzar con el cierre definitivo de la planta ubicada en Ezeiza.

 

Este jueves cerró la fecha límite para presentar ofertas por la venta de la empresa de los Rasic y solo dos propuestas quedaron en pie. Por un lado el consorcio Proteinsa S.A., conformado por Ovoprot International S.A., Tanacorsa S.A. y La Suerte Agro S.A., que hoy mantiene el control de Cresta Roja y que se habría aliado a un socio internacional para hacer la oferta, con base u$s 110 millones.

 

El segundo oferente fue Granja Tres Arroyos S.A. junto a Adecoagro, una compañía del magnate George Soros, que antes perteneció a Perez Companc. Según figura en su web, Adecoagro posee más de 269.000 hectáreas productivas en la Argentina, Brasil y Uruguay, y diversos activos industriales, tales como tres plantas de azúcar, etanol y energía, tres molinos de arroz, dos tambos estabulados y diez plantas de acopio y acondicionamiento de granos. Tres Arroyos y Adecoagro se presentaron como Avícola del Plata.

 

Una tercera propuesta que habría quedado en el camino es la pampeana Lartirigoyen, que contaba con el respaldo del grupo internacional Glencore. BAF Capital S.A. adquirió el pliego internacional pero también desistió de participar.

 

Las dos propuestas quedaron bajo custodia de la jueza comercial N° 18 Valeria Pérez Casado, a cargo de la quiebra. Desde este viernes las carpetas con la documentación societaria de las empresas y el plan técnico están a disposición de los síndicos. El lunes próximo los trabajadores los analizarán en detalle. El viernes siguiente se conocerán las propuestas económicas, que se entregan en sobre sellado.

 

Tres Arroyos es la avícola dominante del marcado local. En varias oportunidades intentó quedarse con Cresta Roja, pero la familia Rasic siempre se negó, no sin antes encarar durísimos debates internos sobre qué hacer con la empresa, que finalmente entregaron con un pasivo que superó los $ 2.000 millones.

 

Uno de los temores más grandes de los trabajadores es que Tres Arroyos busque monopolizar el sector y que para lograrlo desempolve sus viejas recetas para Cresta Roja. “Dependemos mucho de las propuestas técnicas y sabemos que Tres Arroyos anteriormente ha intentado un plan de cierre de la empresa, con una reactivación a cinco años. Nuestra preocupación es que Tres Arroyos esté otra vez metido en esto porque sabemos que lo que quieren es cerrar, despedir gente o funcionar con poco personal, que era la propuesta inicial”, advirtió a ámbito.com el delegado del Sindicato de la Alimentación (STIA), Cristian Villalba.

 

En el gremio recordaron que semanas atrás un grupo de personas de Tres Arroyos recorrió la planta durante una visita establecida en el pliego de bases y condiciones, y que tanto en el área de Incubación como en Faena se escuchó a esos enviados comentar “en voz alta” que “había mucho personal”. Pero además, los trabajadores oyeron decir que si prosperaba su oferta podrían instalar una máquina en Incubación que se según se estima, reemplazaría unos 40 puestos de trabajo. “En Planta II cuando los operarios vieron a la visita les preguntaron de dónde eran, y cuando les dijeron de Tres Arroyos, los repudiaron y les dijeron que se vayan”, comentó a este medio un testigo de la escena.

 

Ese incidente fue registrado en la causa “Rasic Hermanos S.A. S/Quiebra”, expediente 27.927/2015, por los abogados al frente de la sindicatura liquidadora Gustavo Lozano y Julián Lineras, del estudio Stöltzing, Linares y Asociados. En ese escrito al que accedió ámbito.com, los letrados informaron que a la comitiva de Tres Arroyos “se le permitió el acceso a los lugares donde fuera demandada la visita”, pero que al llegar a Planta II “no pudieron realizar la visita normalmente por cuanto los trabajadores adoptaron una actitud hostil que motiva la suspensión de la recorrida a fin de mantener la seguridad los visitantes”.

 

El delegado regional de Uatre Oscar Alberto Gómez dijo que fue “un importante rechazo por parte de los trabajadores” porque los enviados realizaron “desafortunados comentarios de que no se necesitaban tanto personal para el trabajo”.

 

La comitiva de Tres Arroyos estuvo integrada por Ariel y Nicolás De Grazia, Luis Lazarín, Julio Fallet, Máximo Liñero y Roberto Pino.

 

El gremialista rural también recordó a través de una presentación judicial que la propuesta que Tres Arroyos presentó en diciembre pasado para hacerse cargo de la planta durante la quiebra “no contemplaba el reingreso de todo el personal en las formas y tiempo propuestos por el actual operador”, en referencia a Proteinsa.

 

En la charla con este medio, Villalba aclaró que no tiene preferencias sobre las ofertas y remarcó insistentemente que solo se preocupa por sostener los puestos de trabajo y completar los 1.500 que faltan reincorporar. “Nos dicen que apoyamos a un empresario y a otro no, pero lo único que defendemos son las fuentes laborales”, enfatizó.

 

El sindicalista Gómez opinó similar, según se desprende de una nota que le envió el miércoles pasado a la jueza Casado. “La gestión del operador de la quiebra superó las expectativas que se tenían al iniciar este proceso de reactivación de la empresa y de reincorporar a los trabajadores a sus puestos”, afirmó el hombre de Gerónimo “Momo” Venegas. Y agregó que ante la inminente venta de la empresa, la situación “vuelve a tornarse angustiante en torno al estado en que se mantendrá la fuente de trabajo de los compañeros incorporados y fundamentalmente el cumplimiento del pago asumido por el operador, respecto de quienes a la fecha no han ingresado a trabajar”.

 

Para fines de noviembre se sabrá quién será el nuevo dueño de Cresta Roja. Probablemente Mauricio Macri y María Eugenia Vidal la visiten nuevamente. Después de atravesar un 2015 de incertidumbre, ahora la inquietud se vuelve a apoderar de los polleros. “Con el Gobierno no hay nada. Quedan trabajadores por reincorporar porque la producción no está a pico, de hecho está creciendo más de lo que esperábamos y se tiene que reincorporar más gente, pero hoy estamos preocupados”, concluyó Villalba.