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Histórica e impresionante marcha federal educativa en defensa de las universidades públicas

Gremios docentes y federaciones estudiantiles plasmaron una multitudinaria marcha desde el Congreso de la Nación hasta la Plaza de Mayo en la Ciudad de Buenos Aires en medio del conflicto universitario. Mientras transitan la cuarta semana de paro nacional, reclaman un aumento salarial del 30%.

 

‘La educación del pueblo no se vende, se defiende‘. Un grito único entre decenas de agrupaciones, cientos de carteles y miles de personas. Comenzaron a llegar al Congreso de la Nación a las 16.30 en medio de un conflicto universitario que tiene a los alumnos sin clases y a los docentes en medio de un reclamo salarial con un pedido de ‘paritarias justas en relación a la inflación que sufrimos‘.

 

Las palabras son de Esteban, docente porteño, quien lleva una pechera de Suteba y flamea una bandera argentina. ‘Es un despropósito lo que nos están haciendo. Jugar el sueldo de un profesor y dejar alumnos sin poder concurrir a clases es parte de una política de un Gobierno al que no le importa la educación‘, dijo.

 

Cerca de las 17 los gremios y las diversas agrupaciones se ubicaron sobre Rivadavia e Yrigoyen, en ambos lados de la Plaza del Congreso, desde donde se unificaron sobre Avenida de Mayo para llegar hasta la Plaza de Mayo, en donde se leyó un documento.

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‘Vinimos a pesar de la lluvia y de un temporal que no esperábamos. Será una marcha masiva para que entiendan que los estudiantes también tenemos voz, que queremos tener clases pero que nuestros profesores ganen lo que se merecen‘, sostuvo Agustina, de 19 años, quien estudia Antropología en la Universidad de Buenos Aires.

 

El secretario general de Suteba, Roberto Baradel, encabezó la marcha desde el Congreso a la Plaza de Mayo y aseguró que la concentración es ‘multitudinaria‘. ‘El Gobierno tiene que entender que tiene que invertir los recursos necesarios en la Universidad pública‘, indicó.

 

Por otra parte, Pablo Bolcatto, docente de UNL, estuvo en la movilización y contó a El Litoral que “pese al frío y la lluvia, fue impresionante ver las columnas que iban por toda la 9 de julio y desbordaron las calles laterales”.

 

“Es un reclamo de toda la comunidad universitaria y de delegaciones de todo el país. La consigna mayor es la defensa del ingreso irrestricto a la universidad que es lo que caracteriza a la Universidad Argentina. Estamos preocupados por el achique que estamos sufriendo. No queremos un ingreso restringido y arancelado”, agregó.

 

Bolcatto agregó que las universidades más nuevas como las de la Matanza, Lanús, Lomas de Zamora son quienes viven mayores inconvenientes. “Hay problemas para pagar la luz y los servicios básicos. Esto es preocupante porque es donde están estudiando la primera generación de universitarios de hijos de obreros y trabajadores”, sostuvo.

‘Tienen que cuidar la educación pública. Basta de los planes de ajuste. Necesitamos escuelas seguras y que los chicos puedan aprender y comer‘, añadió el líder sindical.

 

Durante el paso de la marcha por la avenida 9 de Julio se generaron inconvenientes con el tránsito. Los agentes de tránsito no cortaron las calles y la interrupción de la marcha generó un caos.

 

CONADU, CONADU Histórica, FEDUN, UDA, FAGDUT y CTERA son los gremios que impulsaron la movilización junto a las federaciones estudiantiles, pero también se sumaron agrupaciones políticas de la oposición, movimientos sociales y referentes sindicales.

 

“Llamen a Mauricio y a Vidal/ para que vea / que este pueblo no cambia de idea / pelea y pelea por la educación.” El cantito renació, una vez más, desde el escenario que trabajadores docentes y no docentes de las 57 universidades públicas de todo el país, junto a sus estudiantes, levantaron en la Plaza de Mayo, y marcó el ritmo en varios pasajes de la masiva movilización que protagonizaron desde el Congreso, acompañados de sindicatos que nuclean a trabajadores de la educación de niveles inicial, primario y secundario, organizaciones de científicos, gremios, agrupaciones de mujeres, políticas y sociales, organismos de derechos humanos, referentes de la política, familias y grupos de amigues en defensa de la universidad pública.

 

La marcha fue multitudinaria y ni la tormenta ni el frío pudieron frenarla. “En la Casa Rosada hay un grupo de empresarios empecinados en destruir la universidad pública. Y acá hay centenares de miles empecinados en defenderla”, interpretó Luis Tiscornia, de la Conadu Histórica, uno de los oradores del acto de cierre de la jornada de lucha.

 

La movilización fue, por ahora, la máxima expresión del reclamo de la comunidad universitaria al gobierno de Mauricio Macri, en la cuarta semana de un conflicto en reclamo de mejoras salariales para los docentes, con denuncias de las universidades públicas de todo el país por la falta de fondos para poder funcionar.

 

Inicialmente, la marcha iba a culminar en el Ministerio de Educación, pero ante la resistencia del Gobierno a dar respuesta a los reclamos, el punto de cierre fue trasladado a la Plaza de Mayo por los organizadores, las federaciones docentes (Conadu, Conadu Histórica y Fedun), las organizaciones estudiantiles (la FUA y sus federaciones regionales) y de trabajadores no docentes (la Fatun).

 

“¿Nos ponemos la capucha y vamos para el Congreso?”, le preguntó una chica a su amiga mientras tomaban coraje para salir de la galería del Cabildo y emprender la caminata bajo una lluvia que aún no era torrencial, pero lo sería. Eran las 17.30 y el avance de la marcha se demoraba. El escenario, ya montado sobre Bolívar, de espaldas a la Casa Rosada, regalaba una playlist que acompañó la jornada. “Conmigo no bailás porque yo bailo en la calle”, se fueron cantando ellas con los Cádillacs de fondo, poniéndole el cuerpo al reclamo, dejando de lado la comodidad del mate caliente en casa.

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El agua les dio tiempo hasta Sáenz Peña y Avenida de Mayo, en la puerta de la Plaza Congreso, colmada ya de banderas, pilotos y paraguas. Aquí y allá, los trabajadores de la agencia Télam y el Sindicato de Prensa de Buenos Aires; diferentes delegaciones de ATE, Ctera, aguardaban que la cabecera, que crecía frente al Parlamento definiera el avance hacia la Plaza de Mayo. Un trueno fatal invitó al chaparrón. En la calle terminaron bañados. Algunos aguantaron, otros se escondieron en comercios y fachadas. La boca del subte A se colmó. “Pá, ¿vamos a casa?”, preguntó un adolescente a su papá. “No, vamos en subte a la Plaza”, respondió él.

 

En la superficie, la multitud esperó a que pasara el aguacero para comenzar a andar. Al ritmo de “Fuera, fuera, fuera Macri, fuera”, “Llamen a Mauricio y a Vidal…”, y el ya clásico hit del verano entraron en calor. La llegada a la Plaza de Mayo se anunció con un arcoiris en el cielo y aplausos en la calle. La primera en ser ovacionada fue la Madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas, también hubo saludos para Sergio Maldonado, el hermano de Santiago, muerto en medio de un operativo represivo en Chubu. Hubo recordatorios de “presente ahora y siempre” para los 30 mil, para los docentes Sandra y Rubén que fallecieron en una escuela de Moreno por una explosión de gas, también para Santiago Maldonado y Carlos Fuentealba.

 

“Somos más de 300 mil defendiendo la educación pública, un derecho que Macri no nos va a quitar”, reivindicaron desde los micrófonos. La columna principal abrazó al escenario, colmó la Plaza de Mayo y quedó desplegada sobre la Avenida de Mayo hasta más allá de la 9 de Julio. Hubo referentes de las 57 universidades nacionales del país en el acto y, además, las manifestaciones se replicaron en “más de cien ciudades”. Los oradores fueron concisos y contundentes. “No queremos recorte ni achique del presupuesto para las universidades ni de nuestros salarios. Queremos que crezcan a la par de la inflación”, postuló Daniel Ricci, de Fedun, quien también se solidarizó con “los reclamos del resto de los sindicatos que están peleando contra el ajuste que está sufriendo el pueblo”. Tiscornia recordó: “Hace cuatro semanas que estamos de paro porque tenemos la obligación de defender universidad pública y el derecho de defensa de nuestro salario, porque está en juego el derecho de cualquier hije del pueblo a estudiar”. En relación con “los empresarios que ocupan la Casa Rosada”, propuso “enfrentarlos con la unidad y la decisión de ir a la lucha, porque está en juego la universidad pública”.

 

“La universidad argentina es la única productora de conocimiento necesario para que los argentinos tengamos un futuro como el que nos merecemos”, sumó, en representación de la Fatun, Walter Merkins. “Esta gente evidentemente pretende que esto se termine”, acusó al Gobierno, pero “la lucha nos va a poner a la altura de las circunstancias”.

 

Vale recordar que hay tomas de facultades no sólo en la UBA sino también en la Universidad Nacional de Cuyo, la Universidad Nacional de Comahue, la Universidad Nacional de Rosario, la Universidad Nacional de Córdoba, la Universidad Nacional de La Pampa y la Universidad Nacional de Entre Ríos.

 

A lo largo de la semana, las asambleas de alumnos votaron la realización de vigilias y permanencias en las distintas sedes académicas como forma de profundización de las medidas. Muchos de ellos viajaron hasta Capital Federal para respaldar el reclamo.

 

Otro capítulo de tensión se librará en torno a la discusión que comenzará en septiembre- del Presupuesto 2019 y las partidas que se destinen a áreas de universidades y Ciencia.