Hernán Lacunza sería el nominado para el Ministerio de Hacienda
El ministro de Economía de la Provincia Hernán Lacunza recibió un llamado en la tarde de este sábado a su teléfono celular que lo obligó a cortar otra comunicación. Enseguida, decidió suspender sus vacaciones en La Patagonia, junto a su familia. Horas después trascendió que el funcionario bonaerense, que parece el elegido para reemplazar a Nicolás Dujovne en Hacienda, regresaba a Buenos Aires a bordo del Tango 10, avión de la flota presidencial.
Antes de embarcar, Lacunza decidió suspender las 7 medidas que había pergeñado, a pedido de María Eugenia Vidal, para paliar el impacto de la devaluación en la Provincia. La excusa formal fue que la gobernadora le pidió postergar el paquete de medidas para medir el impacto de la batería de iniciativas -Ganancias, IVA de la canasta básica y Monotributo y congelamientos de naftas- que ordenó el Presidente. Tiene sentido, esas políticas le costarán a las sufridas arcas bonaerenses la friolera de $6 mil millones.
Por el devenir de estas horas cobra más sentido, sin embargo, que Lacunza es el elegido de Macri para agarrar el “fierro caliente” de Hacienda. Su nombre había sonado con fuerza semanas antes de las PASO y esa posibilidad inquietaba a la gobernadora.
Luego de la dura derrota en las PASO, Vidal se resignó. “Quedan pocos meses. Ojalá vaya Hernán, es lo mejor que puede pasar”, decían en la Provincia. Si eso ocurre, será la propia mandataria bonaerense la que se encargue de hacer el anuncio de medidas bonaerenses; un detalle mínimo al lado de la tarea que le esperaría a su ministro.
En Presidencia evitaron una confirmación oficial hasta el cierre de los mercados de este viernes. Sí bien era un hecho que Dujovne dejaría su cargo, en Balcarce 50 y/o en Olivos preferían esperar para ver si se lograba estabilizar la situación económica antes de avanzar con cambios, que también daban por descontados. Sin embargo, pudo más la presión.
Este sábado, por la mañana, el presidente recibió en su quinta Los Abrojos a Vidal, al jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta y a Marcos Peña. Allí terminaron de cocinarse los cambios; aunque el hermetismo prosiguió toda la jornada.
Dujovne había salvado su pellejo en septiembre de 2018, con la corrida cambiaria a cuestas, cuando Vidal presionó por su salida.
La gobernadora lo responsabilizaba por el traslado de $35 mil millones de los subsidios al transporte, las empresas energéticas y por la licuación del Fondo del Conurbano.
Vidal y Lacunza reclamaban una actualización de $19 mil millones del Fondo del Conurbano, que Dujovne resistió en pos del equilibrio fiscal comprometido con el FMI, que Macri traicionó con el paquete de medidas de esta semana. Antes y ahora más, Vidal tiene a Peña en la mira.
Lacunza se convirtió en un vocero todoterreno de la gestión de Vidal. Cruzó al candidato presidencial del Frente de Todos Alberto Fernández, cuando se le ocurrió criticar la gestión económica. Dujovne solo lo hizo una vez; luego desapareció. El ministro, además, tenía a su cargo el segmento de “intelectuales” de la Provincia para la campaña.
En los últimos días y hasta que el teléfono lo interrumpió, Lacunza había elegido mantenerse ajeno a los rumores. “No hay que escucharlos, tenemos que poner lo que hay que poner y trabajar”, sostenía en la intimidad. Sabía que se esperaba la reunión de los enviados del FMI con el Gabinete Económico, que ahora -dicen- podría postergarse.
Entre las ventajas de elegir a Lacunza, se cuenta su sintonía con Guido Sandleris, el actual titular del Central, que era su número 2 en 2016, antes de partir a Hacienda. El titular del Central también sonaba para reemplazar a Dujovne.
El ministro de Producción, Dante Sica, y el de Interior, Rogelio Frigerio, eran otras alternativas, aunque perdieron fuerza.