Maran Suites & Towers

Golpe bajo de Mauricio Macri: “El dinero que vimos en bolsos y en conventos era de todos”

El presidente Mauricio Macri celebró el inminente estreno de la obra del Paseo del Bajo, una autopista diseñada para el transporte pesado y micros de larga distancia y que oxigenará la circulación y el tránsito en ese punto de la Ciudad de Buenos Aires. El mandatario destacó la finalización del proyecto y aprovechó también para criticar lo hecho en gestiones anteriores y fundamentalmente a la ex presidente Cristina Kirchner.

 

“Mañana empieza una nueva semana que podría ser como cualquier otra pero que no lo es. Es una semana histórica, que va a marcar un antes y un después para la vida de miles de personas”, inició el mandatario un texto publicado en la agencia de noticias Télam y titulado “Hoy hay una nueva generación de argentinos que va a decir que nunca vio una obra parada”.

 

“Podríamos decir que es una obra muy esperada por los argentinos porque se proyectó por primera vez en 1962, cuando yo ni siquiera había comenzado el jardín de infantes. Pero no estoy de acuerdo. Cuando una obra tan fundamental se posterga durante más de 50 años, casi una vida, simplemente dejamos de esperarla. Dejamos de creer”, afirmó el presidente.

 

El Paseo del Bajo logrará separar el tránsito de los camiones y micros de larga distancia respecto al de los autos particulares. En la mayor parte de la obra, los vehículos pesados transitarán por la nueva autopista subterránea, mientras que los coches lo harán en las calles de la superficie.

La obra beneficia a más de 134.000 pasajeros diarios: 15.326 conductores de camiones; 28.245 pasajeros de micros de larga distancia y 91.070 vecinos que usan autos particulares.

 

En tanto, Macri también apuntó contra los años de su antecesora al mando del gobierno nacional, Cristina Kirchner: apeló a datos para reflejar la “delicada” situación de Vialidad Nacional con la que se encontró en el 2015 y deslizó un análisis sobre la causa judicial en la que se acusa a la ex presidente y cuyo juicio comenzó durante la semana pasada. En tanto, calificó la gestión de obra pública de años anteriores a su mandato como un “sinónimo de mentira, cinismo y corrupción”.

 

“Un ejemplo claro es el estado en el que encontramos Vialidad Nacional en 2015. Sus irregularidades e inconsistencias resultaron en 12 causas judiciales y 41 ex funcionarios imputados. Seis de ellos están presos. Una de esas causas investiga a una empresa que se creó en 2003 con 12 mil pesos de capital inicial y que hasta 2015 fue contratista de Vialidad Nacional en Santa Cruz por más de 45 mil millones, que al valor de hoy son 132 mil millones. Desde su creación llegó a tener más de 50 obras adjudicadas solo en esa provincia. Algo que es, por lo menos, atípico”, afirmó Macri.

 

El mandatario argentino criticó “los procesos de compras y contrataciones de obras, bienes y servicios del Estado”, los cuales “no sólo facilitaban sino que promovían la malversación de fondos públicos” y acentuó la caída del gasto a lo largo de los últimos tres años y medio en los gastos para las obras públicas.

 

“Lo que hicimos en estos 3 años y medio no es lo que vinimos a hacer, es lo tuvimos que hacer, porque durante décadas no se hizo. Y lo estamos haciendo porque estas son las bases sobre las que crece un país, sobre las que vamos a ser capaces de conquistar ese futuro que queremos. Un futuro al que nos acercamos dando pequeños pasos cada día. A veces, son enormes, como el que vamos a dar mañana. La espera terminó”, sentenció el presidente.

 

En otro tramo de su contundente epístola de agudo tono crítico, Macri concluyó: “Durante muchos años, los procesos de compras y contrataciones de obras, bienes y servicios del Estado se llevaron adelante desde una estructura que no solo facilitaba sino que promovía la malversación de fondos públicos, es decir, el dinero de todos los argentinos. Los presupuestos se dibujaban, la desinformación se fomentaba, los pliegos no se publicaban y la competencia era inexistente.Todo ese dinero que los argentinos vimos en bolsos, en conventos, pesándose en departamentos, en bolsillos y carteras ajenas, era de todos. Ahí estaban nuestros impuestos, impuestos que pagamos con esfuerzo para que el país crezca y nosotros con él. Impuestos para obras de verdad, que empiezan y terminan, que se adjudican de manera transparente y que son para siempre”.