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Francisco: “La Iglesia llegó tarde en la respuesta a los abusos sexuales”

El papa admitió ante los miembros de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, que “la Iglesia ha llegado demasiado tarde”. Tarde para ser conscientes de la gravedad del problema y tarde para asumir responsabilidades. “Tal vez la antigua práctica de transferir a la gente adormiló un poco las conciencias”, aseguró. Y agregó, “cuando la conciencia llega tarde, también los medios para resolver el problema llegan tarde”.

 

Aunque llevaba consigo un discurso que entregó a los presentes, prefirió hablar con ellos sin seguir el guión. En sus palabras improvisadas, Francisco dijo que “el Señor ha suscitado profetas”. Uno de ellos, el cardenal O’Malley, arzobispo de Boston y presidente de la Comisión que, con los demás miembros, está trabajando duramente y “contracorriente” para “hacer que salga el problema a la superficie”.

 

Resolver el problema de los abusos, subrayó el Papa, “debe estar bajo la competencia de la Congregación para la Doctrina de la Fe”. “En este momento el problema es grave”, denunció el obispo de Roma, y no es solamente grave el problema, sino también que “algunos no hayan cobrado conciencia del problema”. Por lo tanto “es bueno que permanezca en la Doctrina de la Fe, para que todos en la Iglesia cobren conciencia”.

 

Francisco enumeró los pasos a dar a partir de ahora. El primero es “comenzar a estudiar y clasificar” los casos, para poder acelerar algunos procesos que se han quedado estancados. Por este motivo, “con el nuevo secretario (Giacomo Morandi), se está tratando de contratar a cada vez más personas para que trabajen en la clasificación de los procesos”.

 

El segundo paso tiene que ver con la comisión dentro de la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida por el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, que es quien recibe los recursos: “Trabaja bien, pero se debe ajustar con la presencia de algún obispo diocesano que conozca el problema en el lugar”, afirmó el Papa. “Se está trabajando en esto” y también, reveló, en otro frente: “en esta comisión hay principalmente canonistas. Examinan que todo el proceso vaya bien, si no hay un quid pro quo”, pero de esta manera, “existe la tentación de los abogados de reducir la pena”.

 

Entonces, anunció el Papa, “he decidido equilibrar un poco esta situación y digo que también un abuso de menores, si se prueba, es suficiente para no recibir recurso. Si existen las pruebas es definitivo. ¿Por qué? Simplemente porque la persona que hace esto, sea hombre o mujer, está enferma. Es una enfermedad. Hoy él se arrepiente, sigue adelante, lo perdonamos, pero después de dos años recae. Debemos metérnoslo en la cabeza: esta es una enfermedad”.

 

“El tercer paso es el pedido de gracia al Papa”, dijo. Cuando el tribunal llamado ‘Feria cuarta’ da su sentencia, está la Comisión para el apelo. “Quien es condenado en los dos, puede pedir la gracia al Papa” dijo, si bien aseguró: “Yo no la firmaré jamás”.

 

Señaló que apenas fue elevado a pontífice, le llegó una solicitud de gracia, en la que se podía “perder de las funciones pero no el estado clerical”. Indicó que “Yo era nuevo, no sabía mucho y di la más benévola. Pero recayó”. Y reiteró: “Yo he aprendido de esto: es una fea enfermedad”.