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Familiares de tripulantes del ARA San Juan cumplen un mes acampando en Plaza de Mayo

Una veintena de familiares de los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan cumplieron un mes de acampe en Plaza de Mayo. Aseguraron que no se moverán hasta que no se oficialice la contratación de una empresa para buscar al buque.

 

“Si nosotros nos vamos y dejamos todo a medio hacer, es muy posible que todo quede en la nada. Hasta que no veamos que está firmado, y veamos la empresa que va a salir y que está organizada la búsqueda, recién vamos a levantar de acá este campamento”, aseveró Luisa Rodríguez, madre del suboficial Ricardo Rodríguez.

 

Apostados frente a la Casa Rosada, madres y esposas, padres, tías y hermanas secundan desde el pasado 27 de junio de manera desesperada este pedido, al que han optado por darle voz sometiéndose a la “precariedad” que les supone vivir en tiendas de campaña, bajo una carpa afectada por la lluvia.

 

En un mes han reunido tres tiendas separadas por una carpa, mantas, un baño portátil, una pequeña cocina, menaje y hasta una calefacción improvisada, consistente en un bote metálico en el que queman carbón en pleno invierno austral. Rodríguez admitió que “jamás” vivió en esas condiciones pero que prefiere hacerlo -dejando su casa en la provincia de San Juan antes que abandonar la búsqueda de su hijo y los otros 43 tripulantes, desaparecidos desde el 15 de noviembre de 2017, que, según ella, “están ahí abajo”.

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“Digamos, porque en realidad no sabemos dónde están, qué sucedió, no sabemos nada. Ellos están en condición de desaparecidos porque nadie nos da una respuesta, nadie les está buscando”, insistió. Esta es la principal razón que mueve a estas familias a abandonar sus casas y a los parientes que dejan en ellas, el desconocimiento de la causa por la que el ARA San Juan desapareció, y por lo que se han asentado a la espera de que se elija una empresa con nueva tecnología para buscarlo.

 

“Nuestros familiares se preocupan mucho porque es difícil la vida que se lleva acá, es muy fuerte, y hay que tratar de sostenerla y hay que estar firme para esto”, aseguró Marcela Moyano, esposa del maquinista Hernán Rodríguez.