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En lo que va del gobierno de Macri, YPF acumula pérdidas por más de $51.000 millones

Con los $23.595 millones que acumula de pérdidas durante lo que va del año, YPF suma su segundo ejercicio en rojo durante la presidencia de Mauricio Macri si es que el 2019 también cierra con cifras en caída.

 

El primero fue en el 2016, cuando la petrolera estatal informó pérdidas por $28.400 millones, algo que no ocurría desde 1997 y que se debió a un deterioro en el valor de sus activos, que cayeron $ 36.200 millones.

 

De hecho, se trata de la misma razón por la cual también entre enero y septiembre de este año refleja un estado de resultados en rojo, con un cargo por pérdida de activos en este caso por $31.000 millones.

 

Con lo cual, hasta el momento la YPF macrista suma $51.995 millones de pérdidas contra ganancias por $51.306 millones aportadas por los balances del 2017 y 2018 que fueron positivos en $12.700 millones y $38.606 millones, respectivamente.

 

Es decir, un saldo a favor de $689 millones si se hace una cuenta lineal entre los balances en rojo y los balances en azul durante los casi cuatro años de gestión de un directorio designado por el actual gobierno y que, seguramente en sus principales cargos habrá reemplazos a partir de la llegada de la dupla presidencial conformada por Alberto Fernández y Cristina Kirchner a la Casa Rosada, después del 10 de diciembre.

 

Sin embargo, técnicamente en lo que va del año, la compañía lleva ganados $8.000 millones que se transforman en pérdidas si se le resta el resultado del revalúo de los activos de gas que fueron los que generaron esa pérdida contable.

 

De hecho, en la petrolera confían en que el resultado final de este año se revierta, teniendo en cuenta que no volverá a aparecer en el balance el efecto del llamado “impairment” Es decir, de la identificación de activos deteriorados por la crisis financiera del país o las fluctuaciones del mercado y las constantes devaluaciones ocurridas en los últimos dos años.

 

Se trata de un instrumento contable que permite corregir errores eventuales en el balance y contar con un valor de la empresa más adecuado.

En el caso de los primeros nueve meses de este año, el deteríoro pegó fuerte en los activos de YPF vinculados a la producción de gas, afectados por la inestabilidad de este mercado y una sobreoferta del insumo que ocurrió entre octubre del 2018 y abril pasado y que planchó los precios a u$s2 por millón de BTU.

 

Esto hizo que el área contable de la petrolera se viera en la obligación de corregir a la baja previsiones de actividad e inversiones futuras que se habían realizado sobre los campos en los cuales se destaca la producción gasífera.

 

Sin embargo, este escenario negativo no impactó en el flujo de caja de YPF ni en otros parámetros de sus estados financieros intermedios del período de nueve meses finalizado el 30 de septiembre pasado.

 

De hecho, su EBITDA ajustado alcanzó los $49.300 millones, siendo un 33,9% mayor respecto del mismo período del año anterior. En el caso de los ingresos ordinarios, ascendieron a $180.400 millones y representaron una suba del 48,9%, mientras que su flujo de caja operativo ascendió a $60.300 millones, con una suba del 87,2%.

 

En el caso de su resultado neto alcanzó los $18.500 millones, que le permitieron informar un crecimiento del 40,3% respecto del mismo período del año anterior. Esto, excluyendo el impacto extraordinario del cargo por deterioro del valor de sus activos (impairment) en este período.

 

En el balance, YPF también resalta que las inversiones crecieron un 50% en relación con el tercer trimestre del 2018, alcanzando los $41.000 millones. En tanto que la producción mostró un comportamiento estable y alcanzó 530.000 barriles diarios de petróleo equivalente. Este nivel de producción es un 2,8% superior a la del segundo trimestre de 2019.

 

En no convencional, una de las principales apuestas de la actual conducción de YPF, con Miguel Gutiérrez, su presidente, a la cabeza, le permitió volver a mostrar un importante desempeño En esa área, alcanzó por primera vez una producción que supera los 100.000 barriles de petróleo equivalentes diario, lo que representa un crecimiento del 77,1% respecto del tercer trimestre 2018.

 

“También, se observan buenos resultados por las estrategias y desarrollos implementados por la compañía en el convencional, con nuevos proyectos de delineación, mejoras en recuperación secundaria y avances en los pilotos de recuperación terciaria”, se asegura en el informe que la petrolera presentó ante la Bolsa de Comercio de Buenos Aires y la Comisión Nacional de Valores (CNV).

 

En materia de comercialización de combustibles, las ventas de gasoil cayeron un 5,6% y las de naftas un 1,8% respecto del mismo período del año anterior, claramente afectadas por la recesión de la economía y a pesar de los constantes aumentos en los precios de ambos combustibles.

 

En tanto, la compañía aumentó el promedio de utilización de sus tres refinerías, que fue del 89,9%, y además registró un cargo extraordinario neto de impuesto a las ganancias de $31.100 millones en los activos de gas generado por la caída de los precios locales y la expectativa de los mismos para el futuro cercano resultando en un menor nivel de inversiones y actividad, razón por la cual se produce el deterioro en el valor de los activos (impairment). “Sin embargo, esta provisión no ha afectado la generación de caja de la compañía”, se aclara en el comunicado.