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En góndolas de supermercados concordienses faltan varios artículos

En Supermercados de Concordia no se consiguen aceite, harina y azúcar. Dicen que la escasez se debe a la insuficiente logística con que son abastecidos desde Buenos Aires. ¿Será solo eso?

En el Carrefour de Eva Perón no hay aceites de las marcas (Cocinero, Legítimo, Natura y Cañuelas) incluidas en el acuerdo a los precios acordados que rondan entre los $ 4 y los $ 8. Algunas botellas costaban $ 16, como Cañuelas (900 c.c.) que debería valer $ 5 o el mismo envase de Cocinero a $ 20 cuando tendría que costar $ 5,20.

En el local ubicado en la peatonal, se repetía la escena con la excepción parcial del aceite Natura de 1,5 lts. a $ 8. Había una caja que ni siquiera se alcanzó a desembalar porque los clientes se llevaron todos los envases disponibles en minutos.

En el hipermercado la única harina disponible era Blancaflor (1 kg.) a $ 7,80, la otra incluida era Cañuelas (1 kg.) a $ 2,77 que se había agotado. En el local ex Casa Tía no había ninguna de las dos marcas de harina.

El resto de los artículos estaba en las góndolas de ambos locales (excepto las dos marcas de arroz más barato: Maxi de 1kg. a $ 3,24 y Apóstoles de 1 kg. a $ 3) y con el símbolo identificatorio en todos los casos.

No fue el caso del Super Vea. En el acuerdo se convino que la identificación de los productos congelados sería a través de carteles identificatorios en las góndolas y afiches. No obstante, respecto de los productos relevados, en el Super Vea se observó que muchos no tienen identificación clara y precisa debido a la ausencia de carteles. En el local se observó que otros artículos que integran el acuerdo sí tenían el rótulo distintivo.

Además, al igual que en el Carrefour, no había aceites y había harina de una sola marca (Blancaflor de 1 kg. a $ 8) de las tres que deberían estar en góndola. Tampoco estaba el paquete de fideos más barato (Canale de 500 grs. a $ 4) ni la yerba más económica (Rosamonte de 500 grs. a $9). El resto de los artículos relevados estaban en las góndolas.

Inspeccionando los Súper

Humberto Coletti, inspector dependiente de Defensa del Consumidor, tiene como tarea principal controlar el cumplimiento del acuerdo de precios congelados a nivel nacional. De las constataciones que han realizado en los tres locales de las cadenas Carrefour y Super Vea (donde los acuerdos con el gobierno se han modificado para reducir de 500 a 250 los productos congelados) han detectado faltantes en góndola de aceite, harina y azúcar de los productos congelados. Los responsables de los supermercados consultados le informaron que la falta de esos artículos se debe a dos motivos: la falta de provisión desde Buenos Aires y la alta demanda.

Respecto de la logística, Coletti indicó que los gerentes le señalaron que les envían poco stock. “Ellos lo que están recibiendo lo vuelcan a góndola pero es muy poco lo que les está llegando”, dijo. Se trata de dos o tres envíos en el mes de un pallet de aceite, por citar un ejemplo, que se agota de forma inmediata.

En cuanto a la segunda cuestión, Coletti señaló que muchas veces se produce un boca a boca entre los clientes anoticiando a parientes o amigos de los envíos. “En 10 o 15 minutos van a los supermercados y vuela de la góndola en 10 minutos el producto que se repone”, dijo. “Por más que quiera reponer, llega un momento que el stock se agota. Si reponen a la mañana, capaz que a la tarde el envío no está más y ya no tienen hasta el próximo envío dentro de 10 o 15 días”, indicó.

Y, en varios casos, comerciantes minoristas arman una “calesita” para llevarse los productos para revenderlos. “Entran a comprar un producto que tiene una limitación de dos por persona para que todos tengan acceso, en algunos casos hasta uno por persona, y para saltar ese escollo compran salen y vuelven a entrar y compran otros dos, y mandan a la señora o les dan a un chico que pide $ 2 para que les compre. Una misma familia se lleva ocho, diez, quince botellas de aceite, que después las terminan vendiendo en el barrio al doble de precio. Eso es imposible de frenar porque están dentro de la regla”, dijo el inspector.

Coletti negó que haya desabastecimiento de harina, azúcar y aceite. En los supermercados se encuentran esos productos pero no los específicamente incluidos en el acuerdo. “La harina Cañuelas se la ve muy poco en las góndolas, el azúcar Dominó se lo ve muy poco y el aceite Legítimo o el Cañuelas también se ve muy poco. Pero hay aceite Cocinero o azúcar Miriam o Chango o la harina Blancaflor o Sagemuller. Lo único que los precios son mucho más elevados”, consignó.

El inspector tampoco pudo verificar la presencia de stock guardado en los depósitos, lo que podría ser el indicio de una maniobra de acaparamiento y especulación. “Hemos decidido inspeccionar los depósitos de los supermercados y efectivamente constatamos que en depósito no hay stock acumulado. Simplemente el producto que llega se repone en góndola y en media hora están volando por el boca a boca”, señaló.

¿Por qué llega tan poca mercadería? Coletti dijo que, aparentemente, la altísima demanda originada en los locales de las cadenas ubicados en Capital Federal y provincia de Buenos Aires deja poco para llevar hasta el interior del país.

El otro inconveniente, la falta de carteles identificatorios, el inspector aseguró que permanentemente les están sugiriendo a los encargados de las sucursales que traten de mantener la cartelería visible en las góndolas. “Nos comentaba la encargada que una vez fue una señora con un nene y el nene, como son carteles más grandes que el resto, se encargaba de sacarlos. A las nueve de la mañana no había más carteles porque los sacó y los rompió. A la noche pudieron reponer la cartelería pero ese día estuvieron sin carteles”, indicó. La teoría del nene dañino evidentemente no es suficiente explicación para locales donde no hay avisos por varios días seguidos.

Coletti indicó que la falta de carteles puede inducir a errores a los clientes debido a que los espacios reservados a los productos congelados quedan vacíos y accidentalmente son ocupados por otros artículos similares pero con precios más elevados que están al lado. “Esa parva termina cayendo en ese lugar de góndola reservado a los productos congelados”, dijo. El cliente se entera del error cuando pasa por la caja. Y en Defensa del Consumidor no saben si también es una práctica deliberada del supermercado la de colocar productos caros sobre carteles con precios baratos.

Relacionada con esta situación, el inspector comentó que ha habido muchas quejas respecto de diferencias entre los precios que figuran en los estantes y lo que marcan los tickets. La explicación es que los precios son modificados automáticamente en las cajas desde Buenos Aires. “Por ahí no les da el tiempo para hacer los cambios en los carteles que están en góndolas. Por ahí a las nueve de la mañana cambian le precio y alguien que va a las 10 en la caja le cobran el nuevo precio”, indicó. Por ello desde Defensa del Consumidor reclaman la actualización constante de los carteles y que los inconvenientes se solucionen en buenos términos.

Según sostuvo el inspector ese tipo de situaciones no se producen en el Carrefour donde hay empleados encargados específicamente de esa tarea. No es caso del Vea donde no se producen esas situaciones a menudo. “Personalmente me ha pasado a mí pero vi que la disposición de arreglar la situación es muy buena por parte de la gente del lugar”, acotó. Por ello, muchas veces se les devuelve la diferencia. “Si figura $ 15 en góndola y se le cobró $ 18, se le respeta la diferencia y se les devuelve los $ 3. En eso hay acuerdo pero la idea es que eso no pase”, recalcó.