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En el básquet APB vale todo

Es una verdadera pena que quienes pueden hacer algo por el básquet de Paraná no tengan entusiasmo, ganas, por intentar cambiar una tendencia sobre la cual hemos reflexionado en profundidad, y en vez de cosechar debates fecundos, solo recogimos opiniones aisladas. Hemos sembrado en campo árido, estéril, yermo. Lo más doloroso es que hay técnicos de sobrada experiencia y capacidad, y padres que se destacaran por sus trayectorias como jugadores. Pero no… El desinterés por lo mal que se defiende es aberrante. Y gran culpa, enorme responsabilidad es de los jueces. Los árbitros APB son groseramente contradictorios. ¡Cámaras por favor!

 

La dirigencia del básquet paranaense es un cúmulo de buenas intenciones, loables propósitos, admirables vocaciones de servicio, pero de analizar exhaustivamente el qué, el cómo, y el cuándo en las etapas de aprendizaje de los chicos, nada…

 

Es como si los padres de las instituciones se obnubilaran por sus profesores, sus maestros, sus instructores y no aprecien que algo mal está ocurriendo en la mayoría de las entidades en cuanto a trabajo de BASE. Como si se encandilaran con la onda del DT, su carisma, y ello les impide, amén de sus faltas notorias de erudiciones, sentarse en la mesa para discutir SANAMENTE inquietudes varias con quienes ellos terminan catalogando como una especie de “semidioses”, permitiéndoseles TODO.

 

Nadie se resiste al Archivo. Pueden repasar nuestras Editoriales desde la creación de Cuestión Entrerriana, o Googlear Minibásquet o Minibásquetbol y seguro podrán hallar viejas Columnas en el sitio digital de LT 14. Lo venimos hablando desde hace casi una década, aunque ahondamos sobre la coyuntura en el último lustro.

 

La falta de canchas/espacio, el tener que compartir horarios con otras disciplinas, la utilización de gimnasios para eventos diversos, el deterioro de instalaciones generando complicaciones ligadas al mal tiempo, las horas de inicio de prácticas desaconsejables especialmente en niños, la falta de pelotas y/o de material de adiestramiento para circuitos, entre tantos factores son obstáculos que parecieran insalvables para los responsables de las distintas categorías.

 

De igual manera, es cada vez más marcada la transformación del rol del entrenador, de sus competencias, de sus responsabilidades, de sus derechos y DEBERES. Esta limitación, esta traba,  con técnicos que tienen a su cargo varias Divisiones, que prestan servicios en diferentes clubes/ramas, que alternan funciones con desempeños en establecimientos escolares, o que robustecen sus condiciones económicas particulares con profesiones fuera del deporte, también causa NOTORIO PERJUICIO al aprendizaje de los gurises.

 

Con 45/60 minutos de práctica, tres veces a la semana;

sin lugar pre y post para seguir picando, tirando al aro, jugando con sus compañeros;

con clubes que un sábado o un domingo -si no hay partidos- abren tarde y cierran temprano, pues NO SE ARENGA, NO SE ENTUSIASMA desde la esfera instructora a que los gurises pasen más tiempo jugando con la pelota, integrándose, compartiendo experiencias y creciendo personalmente de modo paralelo con otros pibes y así se cimenten bases sólidas en los equipos, y en cierta forma hasta se evite tanto uso de tecnología, así estamos… así marchamos por camino equivocado.

 

Obvio… Los entrenadores NO SON PADRES, ellos pueden sugerir, transmitir, pero también somos los padres quienes debemos bregar porque nuestros hijos jueguen menos a la Play, estén frente a la notebook/PC o se la pasen con el celu en la mano.

 

El face, twitter o whatsapp están re buenos para agilizar comunicaciones y ponernos al tanto de un montón de cosas, pero mucho más sano es ir al club, ser parte de un club, crecer en un club. Y pareciera que ello no se trasfiere, no se divulga.

 

De esta manera, la instrucción pasa solo a ser aprovechada por los talentosos, los virtuosos, los que captan rápido por habilidad psicomotriz mucho más desarrollada que el resto de sus compañeros, y así seguimos sacando potenciales cracks esporádicamente, ganándose títulos por no más de 2 o 3 que la rompen y 8/9/10 que acompañan y se conforman con ganar, cortar redes, dar vueltas, mientras sus papis/mamis celebran alborozados lo de “mi nene el campeón…”.

 

Y esos cracks, raramente, terminan destacándose en el campo nacional. Insistimos… Repasar Archivos es muy conveniente, muy útil. Mientras, sus desarrollos como “figuritas” postergaron a tantos…

 

Pero claro… le confirieron a esos DT’s la posibilidad de jerarquizar cada Currículum Vitae con títulos, como si ellos le otorgaran el sello de “Buenos Maestros” por las coronas logradas, y los padres/dirigentes se extasiaron, se embriagaron de placer viendo al nene con la red en el cuello al menos unos segundos (por más que algunos jugaron precisamente unos segundos por partido) y luego se encuentran que varios de esos hijos llegan a los 17 y huyen despavoridos del básquet, frustrados, decepcionados, hartos de tanto engaño.

 

Pero nos estamos yendo por las ramas… Hemos concurrido en los últimos días a algunas canchas y se afianza la exhibición de equipos, amén de contar con algunos chicos muy lúcidos técnicamente hablando  y de alta capacidad psicofísica, que solo saben defender empujando o desestabilizando, desequilibrando a su adversario con mecánica de piernas defectuosa e ilegítima.

 

No queremos pensar que se les enseña a defender así para sacar ventaja de las permisividades de los árbitros. Pero es inevitable imaginarlo cuando vemos a tantos DT’s protestar hasta ganando por 30 y buscando manifiestamente influir en el arbitraje.

 

Y los jueces, cada vez más jóvenes, acentúan un criterio PARCIAL e INJUSTO, beneficiando a los “vivos”, a los astutos, a los que -paradójicamente- más complicaciones les causan en partidos difíciles, cuando son DOS los planteles que obran así.

 

¿Por qué propiciar ello si se puede ser JUSTOS? ¿Por qué esperar a que un grandote un día se harte, se canse que lo empujen que, lo saquen de la zona interna ilegalmente y meta un codazo que parta una cabeza del chiquito impetuoso? Y VA A PASAR… Lo anticipamos… Hay muchos jugadores de U13, de U15 que deben enfrentar a tal o cual equipo y ya se preparan psicológicamente a terminar el juego con rasguños y moretones varios.

 

Hay equipos, y cada uno de los que están leyendo esta nota saben de quiénes hablamos, que NO PUEDEN DEFENDER sin chequeos indebidos, sin empellones, sin manotazos. Y son, vaya peculiaridad, los MEJORES, los que PELEAN en los últimos años cada campeonato en lo más alto.

 

¿Será que se les está diciendo tácitamente a los otros técnicos de “equipos débiles” (o menos preparados), “chicos, empujen Uds. también, manoteen Uds. también, chequeen ilegalmente Uds. también…”???

 

Nos da la impresión que a la vieja dualidad de criterios de jueces de mayor predicamento, se le ha sumado una especie de comodidad, de desahogo de los árbitros en dejar que los pibes se maten, que los padres gritan lo que quieran y no complicarse la vida.

 

El punto en conflicto es que con esta conducta de quienes deben impartir justicia se está en riesgo de golpes innecesarios, y hasta de peleas. Por ello, repetimos por enésima vez: son los técnicos quienes ilustran, quienes enseñan… Son los jueces quienes PENAN, quienes ponen LÍMITES y NO LO HACEN.

 

Por ende, aquí terminamos, son los dirigentes LOS QUE PAGAN a los árbitros, son entonces los directivos quienes deben DESPERTAR y denunciar lo que está ocurriendo en las canchas. De lo contrario, SON CÓMPLICES.