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El kirchnerismo apoyaría la marcha de la CGT: ¿se unen Cristina y Moyano?

Premeditado o no, Mauricio Macri logró un fenómeno: que Hugo Moyano y Cristina Kirchner, protagonistas de una enemistad presuntamente irreversible, coincidan “en la acción” y hasta se regalen modestos mensajes públicos. Los Kirchner y los Moyano cohabitan en un solo territorio, la Cámara de Diputados, donde están sus hijos pródigos, Máximo y Facundo. El kirchnerismo apoyaría la marcha del 22 de febrero.

 

Walter Correa, diputado K y jefe del gremio de Curtidores, fue el primer delegado cristinista que se arrimó al mundo Moyano: visitó a Pablo y lo mimó para que recite, por radio, un respaldo electoral a la candidatura de Cristina.

 

Cristina, de su lado, usó Twitter para mostrar su coincidencia con críticas de “Pablito” al Gobierno: “Con Pablo Moyano nos une la esperanza” escribió la ex presidenta cuando el dirigente cuestionó con dureza el proyecto de reforma laboral.

 

Pero el movimiento más potente en la trinchera K lo hizo La Cámpora, que en su sitio Web publicó un documento contra las “filtraciones” de la UIF sobre el presunto blanqueo de familiares de Moyano y, las atribuyó a operaciones del Gobierno para “doblegar” a dirigentes críticos.

 

Toda una paradoja. Moyano -que antes conoció a Cristina y a través de ella a Néstor Kirchner, aunque luego se entendió mejor con el santacruceño que con su esposa- ha dicho que sufrió “persecución” en tiempos de Cristina cuando, por caso, hubo investigaciones sobre la obra social de Camioneros.

 

El camionero había sido, en diciembre de 2011, el primer dirigente político que desafió a la entonces presidenta, que acababa de ganar con 54% de los votos. El cristinismo se esfuerza por enterrar aquellos episodios que, para los Moyano, están bien presentes.

 

“Tiempo al tiempo” deslizan cerca de Cristina sobre posible contactos con el jefe camionero o con su adjunto e hijo. En ese tránsito, el cristinismo anunció que se plegará a la movilización del 22-F aunque no definieron, todavía, cómo y con qué nivel de despliegue saldrán a la calle ese día.

 

Cristina se desliza hacia Moyano y su sector se suma a la marcha que el camionero lanzó por una demanda sectorial y porque entiende que, como ya le ocurrió antes, la Casa Rosada no acepta su perfil crítico y sale a combatirlo “desde la Justicia”.