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El juez Juan Carlos Gemignani involucrado en una confusa discusión en la Cámara Federal de Casación Penal

Un confuso episodio se vivió en las últimas horas en la Cámara Federal de Casación Penal. El presidente del cuerpo, Juan Carlos Gemignani, pidió que se retire a la jueza Liliana Catucci de un acuerdo, medida tomada de manera conjunta con sus colegas, explicó el magistrado entrerriano.

 

La situación tuvo lugar en un acuerdo de Superintedencia de Casación.  La reunión se suspendió y se reanudó volviéndose a pedir a Catucci que se retirara, aunque esta vez la magistrada decidió quedarse. Hoy, los jueces estuvieron reuniéndose en conversaciones privadas para analizar cómo seguir.

 

“Están todos cada vez más enojados”, comentaban en el primer piso de los tribunales de Comodoro Py 2002, donde se asienta el máximo tribunal penal federal del país. En los pasillos se aseguraba que el juez había echado a los gritos a la jueza, pero Gemignani lo desmintió.

 

“Yo no proferí ningún grito ni eché a nadie. Yo traté de evitar los papelones pero ahora salgo a aclarar que todo lo que se está diciendo no es así”, dijo Gemignani a Infobae. Incluso, aseguró que el problema se inició cuando Catucci propuso nombrar como jefe de seguridad del edificio de Retiro a un policía que ya había postulado hace dos años.

 

“Ingenuamente mandamos el oficio a la Policía Federal y nos dijeron que esa persona estaba suspendida en su actividad porque tiene un sumario administrativo y un proceso penal por violencia de género”, afirmó. Según el juez, la propuesta de ese policía y otras cuestiones sobre las que no quiso abundar llevaron a plantear que la jueza se retirara de la reunión para analizar su situación.

 

Gemignani fue nombrado presidente del tribunal a fin del año pasado. Allí trabajan doce jueces más, repartidos en tres salas cada uno. Recién en diciembre, el tribunal quedó completo cuando lograron cubrirse todas las vacantes.

 

En la feria de invierno de 2016, Gemignani fue acusado por privación ilegítima de la libertad de la entonces prosecretaria de la Sala I de la Cámara de Casación, María Amelia Expucci. Fue cuando le indicó a la funcionaria que abriera unas cajas que habían sido enviadas por el Ministerio de Planificación, en ese momento a cargo de Julio De Vido.

La fiscal federal Paloma Ochoa solicitó llamar a Gemignani a indagatoria, pero la declaración nunca se concretó. El juez Rodolfo Canicoba Corral dictó su sobreseimiento, que fue confirmado el año pasado por la Cámara Federal. No obstante, hay un expediente abierto en el Consejo de la Magistratura para investigar su conducta. Allí el año pasado pidió su convocatoria el consejero Luis Cabral, pero fue retirado por la senadora radical Inés Brizuela y Doria. Según trascendió, en esa investigación uno de los policías que participaron del procedimiento habría declarado que Gemignani fue el que dio la orden para detener a Expucci.

 

Todo este capítulo de la detención de la secretaria -que ya no trabaja más en Comodoro Py- volvió a tomar vuelo cuando en estos días Catucci le planteó la necesidad de nombrar a personal de seguridad en el edificio de Retiro, en el marco de una reunión de Superintedencia -con los presidentes de cada sala-. Hubo una discusión que fue subiendo de tono. Y allí habría aparecido el reclamo sobre un pedido de Gemignani para ascender a una funcionaria en la secretaría de la Sala III. En los pasillos se señala que se trata de una persona allegada a él, según contaron distintas fuentes de Casación. En ese contexto, delante de sus colegas, Gemignani habría acusado a Catucci de ser cómplice de la policía y le pidió que se retirara.

 

Llamó la atención la reacción porque Gemignani y Catucci tenían muy buena relación, a punto tal de compartir el té todas las mañanas. La jueza se mostró muy afectada, relataron testigos del hecho. El tema buscó mantenerse en reserva hasta ayer, jueves, cuando los presidentes de las cuatro salas se reunieron nuevamente con Gemignani. Catucci es presidenta de la Sala III. “Pensamos que hoy iba a aparecer pidiendo disculpas, pero no. La volvió a echar”, comentó a Infobae una fuente de la Casación.

 

“Yo no eché a nadie”, dijo Gemignani. El juez aclaró que no hubo gritos y que el martes actuó con el aval de sus colegas. Remarcó que así consta en las actas. También explicó que el jueves insistió en que la jueza no debería estar, pero sus colegas entendieron que podía estar presente. También desmintió las especulaciones sobre un interés personal en el nombramiento de una funcionaria en la secretaria de Sala III.

 

No es la primera vez que Gemignani tiene roces con sus colegas: a la detención de la secretaria Expucci, se le suma un enfrentamiento ya casi personal con Ana María Figueroa (a la que denunció por las computadoras de De Vido) y otro altercado en 2017 con la jueza Ángela Ledesma Catucci por los traslados de magistrados que terminó cuando a la magistrada le bajó la presión y tuvo que recibir atención médica.