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El Gobierno puso fin al conflicto con Monsanto

El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, anunció que el Gobierno llegó a un acuerdo con la cadena de comercialización de granos para cerrar la disputa por los controles que Monsanto hacía en los puertos por su soja Intacta, resistente a insectos.

 

Según informó el funcionario, el Instituto Nacional de Semillas (Inase) será el organismo que hará la fiscalización para determinar la procedencia legal o ilegal de la semilla usada por el productor. Si el origen es ilegal, el Inase aplicará sanciones en el marco de la actual ley de semillas, mientras las empresas proveedoras de tecnología, como Monsanto u otras, podrán hacer luego los reclamos de pago correspondientes a los productores.

 

Para llevar adelante esa tarea el Inase podrá hacer convenios con otras instituciones, como la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Mañana se publicará una resolución en el Boletín Oficial que dará cuenta de este punto, entre otros. Además, para el control y fiscalización se incrementará el presupuesto del Inase en unos $ 90 millones sobre los actuales $ 119 millones.

 

“Es un día trascendente en Agroindustria. Hemos llegado a un acuerdo con la cadena. El Inase es el único que puede controlar. Hicimos un enorme esfuerzo para compatibilizar determinados intereses”, dijo Buryaile, que no quiso hablar de vencedores o vencidos en esta disputa. De todos modos, se puede decir que fue un empate. Monsanto logró que su preocupación por la ilegalidad entre en la agenda del Gobierno y tome acciones. En tanto, Buryaile frenó un sistema privado que amenazaba trabar la comercialización de soja si crecía el conflicto.

 

Las máximas autoridades globales de Monsanto vinieron al país en los últimos meses para negociar una salida y el Gobierno también puso al coordinador del gabinete, Gustavo Lopetegui, en el rol de facilitador de las negociaciones cuando Buryaile cruzó a la empresa con duras críticas.

 

“No vinimos para pelear con nadie; vinimos para decidir”, señaló el funcionario. El ministro indicó que el productor “no está obligado a firmar ningún contrato”, pero los contratos firmados serán respetados. Monsanto impuso en los contratos de granos una cláusula para luego asegurarse el control de su soja Intacta, resistente a insectos, en los puertos.

 

Del anuncio de Buryaile participaron entidades del agro, exportadores, acopiadores, bolsas de cereales, semilleros y Monsanto.

 

Fernando Giannoni, vicepresidente de Monsanto para América del Sur, valoró el anuncio. “Me parece positivo; es un paso para transparentar el mercado de semillas”, dijo. Agregó que la empresa retira “voluntariamente” la cláusula que impuso cuando se haga operativa la resolución oficial del Inase y Agroindustria apruebe el método de control que se usará para determinar la legalidad o no de la semilla.

 

Giannoni ratificó que la empresa va a seguir “haciendo respetar nuestros contratos privados” y que para usar Intacta el productor debe tener una licencia de la firma.

 

Pese al acuerdo, Giannoni dijo que seguirá suspendida la introducción al país de XTend, otra tecnología de Monsanto. La firma quiere ver cómo marcha lo negociado con el Gobierno.

 

A todo esto, Buryaile informó que en agosto se presentará en la Cámara de Diputados un proyecto para una nueva ley de semillas.

 

Según trascendió de fuentes oficiales, habrá uso propio gratuito (una figura de la ley actual que permite guardaste semillas de una cosecha para usar en la siguiente campaña) para los pequeños productores pero deberían pagar algo por el mismo productores de mayor escala.

 

En este contexto, Inase ya intimó a más de 2000 productores que no pudieron demostrar el origen de la semilla que usaron en la campaña pasada. Además, detectó 180 operadores del sistema comercial que sin estar inscriptos en un registro de comercialización emitieron facturas de ventas.