Maran Suites & Towers

El Gobierno presiona a los gremios: ratificó que quiere paritarias con un techo del 15 %

La decisión de la Casa Rosada de no convocar a sesiones extraordinarias no fue la única novedad trascendente que dejó la primera reunión de Gabinete que encabezó Mauricio Macri tras su vuelta. De cara a la discusión paritaria, el Gobierno admitió que busca cerrar los acuerdos en torno al 15% de aumento, en línea con la nueva meta de inflación prevista por el Banco Central para 2018.

 

Si bien el fin de semana el ministro de Trabajo Jorge Triaca ya había adelantado la estrategia, y en privado los funcionarios macristas admitían la necesidad de ponerle un techo tácito a la paritaria, fue el jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien planteó la postura oficial.

 

“Las paritarias son libres. Lo que sí consideramos es que es muy importante que la sociedad se comprometa con esta meta del 15% y de entender que la lucha contra la inflación no es una cuestión solamente por parte del Gobierno, sino de todos los sectores, porque al final del día termina perjudicando a los sectores más vulnerables”, dijo Peña, al ser consultado sobre cómo se posicionará el Gobierno ante la puja salarial que se viene. Fue tras la reunión de Gabinete que se realizó en el Salón Eva Perón, donde el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne hizo una exposición sobre la marcha de la economía y los desafíos para 2018.

 

“Lo que vamos a trabajar -agregó Peña- en el marco de las paritarias libres, es en poder trabajar en lo estatal para, sin perjudicar al trabajador en su salario real, lograr comprometernos entre todos a una meta del 15%”. Se refería tanto a la pauta de inflación como a la suba salarial. Es que, para el Gobierno, el techo a los salarios contribuirá a que, este año, finalmente, se cumpla con la meta oficial de inflación.

 

No obstante, ante la consulta puntual, el ministro evitó pronunciar la postura oficial sobre la cláusula “gatillo”, reclamada por bancarios y docentes. Pero, tal como publicó Clarín este domingo, la estrategia del macrismo es dejar de lado la indexación en función de la inflación.

 

Peña reafirmó así los dichos de Triaca, que -según adelantó Clarín-apuntó que en 2017 “para generar previsibilidad, se utilizaron los instrumentos de la cláusula de revisión, pero el año pasado es muy distinto a este año” y advirtió que “la revisión de la meta de inflación permite que surjan más certezas y se puede pensar que las paritarias puedan rondar ese ámbito de negociación”, en torno al 15%. Aun cuando el grueso de los economistas, incluso varios que trabajan para el Gobierno, admiten que será muy difícil que se pueda cumplir con la pauta de inflación.

 

El “modelo” a seguir en la negociación, señalan en la Casa Rosada, es el que ejecutó con mano de hierro el intendente neuquino Horacio Pechi Quiroga: a principio de mes, cerró 16% con sus estatales, sin cláusula gatillo.

 

Aunque repitió varias veces el concepto de que se trata de “paritarias libres”, Peña advirtió sobre la importancia de “ser respetuosos de la realidad de cada sector” y avisó que el “Ministerio de Trabajo deberá arbitrar cuando haya conflictos”.

 

Ante este escenario, en el que los gremios probablemente se opongan a cerrar un acuerdo por esa suba, sin posibilidad de revisión, el Gobierno ya trazó un horizonte en esa línea para la paritaria con los estatales y también cerró filas con la Provincia y la Ciudad, claves como espejo para el resto de los distritos.

 

En el caso de la Provincia, más aún: es que a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal ya comienza a trazar los lineamientos para la siempre problemática paritaria docente, cuya definición impacta en la temperatura del resto de las discusiones.

 

Con todo, en medio de un contexto tirante por las causas judiciales que se acumularon contra sindicalistas en los últimos tiempos, en el Gobierno intentan tender puentes hacia la CGT. Peña, por caso, evitó confrontar con sus líderes que lanzaron cuestionamientos tanto a la reforma laboral (en el caso de Carlos Acuña) como al techo salarial (Juan Carlos Schmid); remarcó la importancia de un diálogo “institucional con la CGT” y pidió diferenciar eventuales desacuerdos coyunturales con las críticas de “sindicalistas sueltos”. Esa frase tuvo como principal destinatario a Hugo Moyano.